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En total silencio, caminó cerca del borde de la calle, sin estar en la vereda del todo. La correa que sujetaba a wolf se mantenía cerca, a la par suya, olfateaba el suelo como si el lugar le pareciera familiar y quisiera avanzar cada vez más con el pasar de los minutos.

_____ acomodó las correas de su mochila y siguió el camino que recordaba, al llegar a la entrada del cementerio de detuvo y miró alrededor. Terminó de hacer memoria de todas las veces que fue a visitar ese horrendo lugar, para luego caminar.

La verdad ya no quería estar en su casa, después de lo que le había hecho su padre se había sentido ofendida e indignada. ¿Enserio había metido una mujer a la casa? Encima había dejado que se pusiera su ropa. Lo odiaba.

Sentía miradas discretas dirigirse a su persona, esperando fuera de la puerta de la casa de Jisung. Si, era el lugar menos pensado, estando todos sus sentidos no lo hubiese hecho, pero su situación era complicada, ella no quería ir a su casa, estaba cansada de lo mismo. Lo peor de todo es que no sabía a donde ir, no tenia a donde...

La puerta se abrió frente a ella, su mirada perdida en en suelo fue subiendo, hasta encontrarse con una chica de pelo castaño, con una mirada de superioridad que la hizo sentir pequeña. Sin contar que estaba usando una camisa que parecía ser de Jisung, lo único que usaba era eso, hasta llegó a pensar que no tenía nada por debajo de esta.

— ¿Si? ¿Se te ofrece algo? — preguntó la desconocida de manera arrogante, enojada por sentir esos pares de ojos recorrerla con tanto detenimiento.

_____ abrió la boca para hablar, pero se calló al ver a Jisung sin camisa detrás de la chica. Parecía recién levantarse, su pelo negro azulado lo delató al estar desordenado al igual que sus ojos y rostro hinchados. El al percatarse de que la que estaba esperando fuera era la vecina de su mejor amigo, sus ojos casi se salen de su cara.

— ¿Que haces aquí? — le preguntó con voz ronca y apagada, pero aún queriendo saber la razón de su visita. Cuando se acercó a la puerta corrió a la chica que estaba presente, el no quería que escuchara lo que sea que iban a hablar. Está la miró con más odio yéndose de ahí.

— Yo... necesito donde quedarme — explicó algo avergonzada de la situación. No tenía pensado quedarse con Jisung durante la noche, solo quería un techo donde permanecer hasta encontrarse algún lugar decente.

Jisung frunció el ceño, la menor estaba esperando su sonrisa de arrogante y alguno de esos comentarios machistas o de fanfarrón que el solía utilizar. Para su sorpresa, no fue así.

— Ven, pasa — dijo, pero al ver que detrás de ella se encontraba el perro que meses antes le había mordido el brazo, se colocó en el camino la más baja — Esa bestia se queda afuera.

_____ frunció el ceño, totalmente en desacuerdo.

— Se portará bien, lo prometo.

Jisung y ______ compartieron miradas, unos cuantos segundos que para la otra chica presente fueron eternos y torturosos para ella. Por fin el peli negro azulado la dejó pasar junto con su mascota que a la hora de entrar empezó a olfatear todo a su alrededor.

_____ al percatarse de que habían vidrios rotos en el suelo haló la correa de su mascota para que no se lastimara con nada. Mientras escuchaba la discusión entre Jisung y la chica que antes le había abierto la puerta, su nombre era Jeanie.

Se percató de la presencia de una cuarta persona que bajaba se las escaleras. Un Minho sin camisa, solo en bóxers, bajó con los pensamientos totalmente nublados. Recordando con pereza lo que había pasado la noche anterior, en esa habitación de cuatro paredes junto con su mejor amigo y aquella chica.

Pero al ver a la menor ahí parada, prácticamente hipnotizada al verlo sin camisa y prenda que cubriera sus tatuajes, no supo cómo reaccionar.

____ sacó su propias conclusiones, quedando algo fuera de sí. Mientras que detrás suya, a pesar de tener aún su mirada puesta fijamente en Minho, escuchó decir:

— ¿Quieren desayunar?

BODY┃LEE MINHO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora