El viaje podía llegar a ser aburrido desde el punto de vista de Minho, solo por lo agotador que le resultaba tener que aguantar más de 24 horas de viaje con los gritos de ese mocoso que pedía a gritos a su madre que le diera su celular. Veía al niño castaño con cierta rabia, hace unos minutos había intentado dormir, pero esa voz chillona interrumpía a cada rato sus planes de cerrar los ojos y perderse entre sus sueños.
____ a su lado veía por la ventana entretenida. Tenía su rostro apoyado en su puño, igual que Minho, algo aburrida por todas las horas que tenían que soportar de viaje. El ruido que causaba ese niño le causaba severo dolor de cabeza, quizás algo peor, pero no era nada que no pudiese aguantar.
Hizo tronar los huesos de sus manos, agradeciendo que el mocoso había cerrado su bocota después de conseguir lo que tanto quería. Minho no podía creer lo insistentes y molestos que eran los niños de hoy en día, eran irritantes, cada uno de ellos le hacía sentir un dolor horrible de cabeza.
Cosas así le hacían pensar que el no era digno de ser padre. Admiraba a los hombres que podían aguantar eso.
Su mirada recayó en las piernas cruzadas de una chica, del otro lado derecho. Podía verla ya que estaba sentada de frente viendo su celular concentrada, cosa que Minho aprovechó para recorrer con su mirada esas largas piernas cubiertas por unas medias finas de tela negra. De pronto, la mujer alejó su mirada de su celular, solo para descubrir al rubio mirándola con descaro y sin pena alguna encima, cosa que llamó su atención de sobremanera.
— ¿Cuanto falta? —La menor preguntó suspirando, no podía creer que el viaje fuera tan largo. Movió su pie, golpeando la suela de su zapato con el suelo, impaciente por bajarse de aquel avión y comprar algo para desayunar. Habían salido tan apresurados del departamento que se les había olvidado desayunar algo antes de salir.
Giró su rostro para ver al rubio, notando su mandíbula marcada y tensa. Y tan pronto como se percató hacia donde miraba sintió cierta desilusión.
Sabía bien que Minho no era suyo, solo eran, por así decirlo, 'Amigos con Derecho'. Aunque no estaba del todo segura con respecto a ser amigos. Aún no terminaba de conocer al rubio del todo.
Lo escuchó decir que iría al baño, y por intimo vio levantarse y dejando su chaqueta en el asiento como si fuera un desperdicio. Poco después de verlo desaparecer por el pasillo del avión, se encontró con la mirada de superioridad que aportaba la mujer de pelo negro y facciones finas, quien le guiñó un ojo mientras se dirigía, según sus sospechas, al baño también.
Que casualidad que fueran al mismo.
Pensó cruzándose de brazos. Sintió una molestia en el centro de su pecho mientras veía el exterior.Sus pensamientos se convirtieron de a poco un repentino torbellino que terminó por hacerle doler la cabeza, hasta el punto que sintió una rabia contenida en lo más profundo de su ser.
Después de unos minutos interminables, sintió llegar nuevamente a Minho, sentándose a su lado. Pero la menor sólo giró su cuello para poder observar cómo esa mujer pasaba su mano por su boca, y de paso como se sentaba mirando al rubio con una sonrisa diminuta.
____ suspiró suavemente antes de recostar su espalda en el asiento, aun viendo la lluvia cubrir el exterior, ignorando en su totalidad las palabras de Minho. Deseándolo en incógnita mientras ella seguía intentando deshacerse del nudo que se había formado en su garganta.
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BODY┃LEE MINHO.
Random𝐁𝐎𝐃𝐘┃ 𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨 mantenía aquellos pensamientos sucios a fuego vivo, pensamientos que podrían llevarlo a la perdición por aquella vecina de dieciséis años. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 📍𝐂𝐎𝐍𝐓𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 📍𝐋�...