— ¿Te sigue doliendo la cabeza? —Preguntó preocupada. Consiguiendo una negación de la más joven, mientras la observaba beber de su taza de café sigilosamente.
Su mano descansaba en el lomo de su mascota, Hero estaba profundamente dormida en su regazo. Lo cual era de esperarse por el viaje en avión, o eso pensaba _____ al verla tan agotada.
— Es un milagro que no te hayas hecho daño en la cabeza —Chasqueó su lengua contra su paladar tomando su taza de café también.
_____ sonrió suavemente y asintió.
Tenía la voz tomada y no podía hablar ni siquiera por dos minutos sin sentir una molestia alojada en su garganta. Pero gracias a lo tibio que su café, supo que se pondría mejor dentro de a poco, sima else a eso los medicamentos que la mujer generosamente le había dado para que mejorara.La señora Hwang era una mujer soltera de unos treinta años, no tenía hijos ni ex marido, solo un hermano que de vez en cuando la casi siempre visitaba.Varias veces había comentado que su madre estaba decepcionada de ella por seguir soltera a esa edad, cosa que la señora Hwang le importaba poco y nada.
Gracias a ella, ____ había encontrado un refugio temporal donde pasar la noche.
Hwang Yeun la vio caer en el suelo cuando se desmayó en la acera de la calle, y tan rápido como lo presenció la llevó a su casa para poder cuidar de ella hasta que despertara.
Hablando con ella se percató que era muy confiada y amistosa. Solo era una mujer inofensiva que había hecho la buena acción del día.
— Gracias por todo, Yeun —Dijo en voz baja, interrumpiendo las palabras de la mayor. Provocándole una pequeña risa entre dientes.
— Puedes tutearme querida, no hay problema —La habló confiada en lo que decía.
Ambas se quedaron hablando por un tiempo prolongado. Y a medida que la conversación crecía, también le hacían las ansias de ____ poder saber lo que había ocurrido en su ausencia, consiguiendo miles de detalles por parte de Yeun en el proceso.
Detalles que el incendio había sido provocado hace apenas una semana y media, y que casi nadie vio que o quienes había sido los causantes de que esa casa se destrozara por completo. Según la mayor, ella fue la primera en llamar a los bomberos aquella noche, y por la ventana alcanzó ver a dos o tres personas con capucha caminando en dirección contraria al incendio.
____ recolectó toda esa información en su cabeza por unos segundos, quedándose muda sintiendo sus ojos picar por las lágrimas de impotencia que poco a poco estaban por caer.
— ¿Tu vivías ahí? —Preguntó al verla un poco afligida al escuchar la anécdota.
_____ reaccionó al momento, despertando de su pequeño trance para responder con un titubeo.
— Yo...
El timbre de la casa resonó en sus oídos, haciendo que la menor parpadeara múltiples veces como si ese simple sonido la hubiese aturdido.
Yeun se disculpó y dijo que iría a ver de quien se trataba, ya que no esperaba visitas ese día.
Mientras, _____ observó la decoración que adornaba la sala de Yeun. Escuchando las pisadas de Yeun alejarse poco a poco, y luego, el sonido de la puerta abrirse.
— ¿Que haces aquí?
— Necesito que me prestes las llaves de tu camioneta.
____ se quedó helada en su lugar al escuchar su voz. Sintió todo su cuerpo tensarse, y como poco a poco su estrés aumentaba segundo a segundo.
— Hyunjin, te dije que estoy ocupada.
Yeun caminó a la sala con mala cara, cruzando sus brazos por la repentina visita de su hermano. Mientras que el castaño la seguía de cerca, despeinando su cabello su pelo con frustración.
— ¿Que tan ocupada estas? ¿Eh? —Preguntó enfadado por la actitud de la mayor. Viendo a su alrededor como si sintiera una tercera presencia cerca, como si sintiera un aroma conocido y no específicamente el típico aroma a vainilla.
— Demasiado. Tengo que... —Se quedó muda al entrar a la sala. Viendo sorpresa la ausencia de la más joven y su mascota en el sofá.
. . .
Sus piernas estaban poco a poco perdiendo fuerza, decidiendo por último parar de correr para descansar por el bien de sus pulmones y su salud. Su respiración era agitada, mientras que Hero ya solo había detenido su corrida para esperar a su dueña, y seguir con el juego de quien corría más rápido.
Nuevamente, estaba en la calle. Sola, con un frío infernal rodeando su persona.
Una luz tenue la desconcentró por completo de sus pensamientos. Se volteó con el fin de saber de donde provenía esa luz blanca, la cual caso la cegó el momento de verla fijamente.
Una camioneta negra avanzaba cada vez más a donde ella se encontraba.
ESTÁS LEYENDO
BODY┃LEE MINHO.
Random𝐁𝐎𝐃𝐘┃ 𝐋𝐞𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐡𝐨 mantenía aquellos pensamientos sucios a fuego vivo, pensamientos que podrían llevarlo a la perdición por aquella vecina de dieciséis años. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 📍𝐂𝐎𝐍𝐓𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄 📍𝐋�...