BODY┃LEE MINHO.

23

Minho bebió un pequeño vaso de vodka que le habían ofrecido en la barra, Jeanie a su lado me pedía irse con ella a alguna habitación vacía en el peso de arriba. El rubio por supuesto no le hacía caso. Solo se concentraba en beber lo más posible, como un método de olvidarse por unos segundos que se encontraba saliendo con esa mujer que en algún momento lo hizo sentir bien. Pero por ahora solo era un horrible dolor de cabeza.

Peor que un grano en el culo.
Pensó el rubio mientras le daba el último sorbo a la bebida. Su garganta ardía como el infierno haciéndolo suspirar constantemente por el cosquilleo.

— Vamos Minho, solo dos minutos — Le pidió nuevamente, con una voz melosa. Si el alcohol no le provoca vómitos, estaba seguro de que Jeanie lo provocaría si seguía hablando con ese tono tan falso.

Sus delgados brazos se engancharon en su cintura, pero tan rápido sintió esa acción la apartó de una forma muy brusca. Minho a veces media bien su fuerza, menos si se trataba de alguien tan irritante como su acompañante. Un quejido de su parte lo hizo voltear a verla, se veía sorprendida y a la vez en shock por su acción tan imprevista, pero en cuestión de segundos cambió su expresión por rabia.

— ¡Eres un imbécil! — Le gritó enfadada tratando de golpearlo de vuelta. Pero Minho jamas se dejaba golpear mucho menos por una escoria como Jeanie. Levantó su cuerpo de la silla para salir a fumar, no quería seguir perdiendo el tiempo con ella.

Sus piernas flaquearon al levantarse, no solo por el alcohol, ni mucho menos por el humor de perros que le provocaba Jeanie. Si no, por ver una imagen que logró hacerlo marear y desequilibrar.

Las manos de Jisung en su diminuta cintura, marcando el ritmo de sus movimientos lentos pero provocadores.

______ estaba de espaldas del peli negro, disfrutando de los besos en el cuello que eran constantes, mientras sentía esas manos escurridizas acariciar su abdomen por debajo de su blusa. Dándole descargas eléctricas, dejándole la piel de gallina la piel de gallina por lo preciso y lento que era a la hora de tocarla.

Ver la simple escena de como Jisung susurraba cosas en su oído y como la menor sonreía y se reía por las cosas que decía. Fue la gota que derramó el vaso, haciéndole caminar fuera de ese lugar sin pensarlo mucho, haciendo oídos sordos a los gritos histéricos de Jeanie. Al estar afuera prendió un cigarrillo y al inhalar dejó salir el humo de su boca, para finalizar suspirando, despeinándose a causa dr la fría brisa.

— Hijo de puta — maldijo a Jisung con rabia, pateando una lata que había en el suelo. Tomó una botella que había ahí para aventarla y así descargar toda su ira — ¡Hijo de la gran puta! — maldijo otra vez.

En la fiesta todo iba bien para la menor. Disfrutando la cercanía que sentía Jisung, como si lo conociera de toda la vida, permitiendo que sus manos tocaran lugares sensibles. La confianza creció tan rápido cuando se volteó y lo miró sonriendo divertido, las líneas se formaban en sus ojos al hacer cualquier expresión que le hicieron sonreír igual, contagiando su buen humor.

Sus delicadas manos subieron a sus hombros rodeando estos y luego acariciar su cabello. Su frente se unió a la de ella, aún marcando el ritmo de esa cintura que lo estaba llevando a la locura desde que la vio moverse contra el.

— No se bailar — trató de imitar la voz de la castaña, con un tono burlón y chillón. Haciendo reír a la más baja, ganándose un leve golpe en su hombro — Pequeña mentirosa.

____ sonrió totalmente perdida en sus ojos. Viendo los labios del mayor y relamiendo los suyos al verlo masticar ese chicle continuamente.

— Pienso que lo hago mal — trató de explicarse inútilmente. Jisung rió con suavidad, subiendo su mano un poco más y haciendo un camino con su Desi por toda la curva de su espalda.

— Créeme... — susurró sobre sus labios, haciéndola suspirar por la cercanía — Te mueves increíble.

Los labios del mayor capturaron los suyos de una forma lenta, casi dejándola sin aire por lo experto que era besando. _____ sin saber mucho sobre besar, trató de seguirle el paso con algo de pausa. Sintiendo unas ganas inmensas de morder esos labios tan suaves y rosados que la tentaban a ladear su cara para profundizar más el beso. Mientras sus manos acariciaban y apretaba su cintura contra el.

— Podemos seguir esto en la camioneta o en mi casa — susurró sobre sus labios al separarse con un chasquido. ____ dejó salir un quejido por los toqueteos de Jisung en su cintura.

— ¿Quien dijo que me quiero mover de aquí? — sonrió mirándolo a los ojos

— ______ — sonrió — Las cosas como esas no hacen... me vuelves malditamente loco. ¿Mi casa o el auto?

La castaña entreabrió su boca para protestar, pero de tan solo saber que tendrá esos labios solo para ella por una noche, la hizo asentir sin pensarlo mucho.

Olvidando ese nombre que antes rondaba en su cabeza constantemente siendo opacado por el peli negro quien provocaba un cosquilleo intenso en su vientre bajo.

— Que sea en tu casa — susurró viéndolo fijamente a los ojos, con un brillo particular.

Una sonrisa de perfectos dientes se asomó en los labios de Jisung, tomando la mano de la menor para guiarla fuera de ese lugar.