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— ¿Enserio serán dos meses? —Preguntó la menor desde el otro lado de la llamada.

— Eh... de hecho... no se bien cuando volveré. Solo dije dos meses porque fue lo primero que se me ocurrió. Quizás en unos días vuelva, no lo sé. Por cierto ¿como están las cosas allá?

La menor se quedó callada para prestar atención y tomar su pedido que ya estaba listo. Tomó el vaso de plástico con su café americano, dio las gracias antes de retirarse de la cafeteria.

— Bien, por ahora no ha ocurrido nada raro —Contestó luego de salir de ahí con el celular en la mano y su café en la otra.

— Con raro té refieres a...

_____ empezó a caminar nuevamente por la calle, su café encargaba de darle algo de calor en su mano. El frío era casi insoportable esa mañana, tanto que a la castaña no le importó si se quemaba la lengua al tomar un diminuto sorbo.

— Nada —Contestó esta vez prestando atención a la llamada —Si sigo hablando contigo mientras camino voy a chocar con un póster de luz. No puedo hacer dos cosas al mismo tiempo —Rieron.  

— Bien, te llamaré otro día o cuando me vuelva a preocupar otra vez.

— Esta es la quinta vez que me llamas.

— Lo se —Rió para colgar.

_____ dejó salir el aire de sus pulmones suavemente, formando una nube blanca de vapor que desapareció a los pocos segundos de formarse el aire.

Guardó su celular en el bolsillo de su cachetea y siguió bebiendo tranquilamente su café, con su paso moderado y con calma hacia el departamento que ahora compartía con Minho.

Habían pasado apenas tres días desde que Bang Chan se había ido, nada había cambiado realmente. Minho no era alguien de palabras, ahora lo tenía bien en claro cuando lo veía caminar por el departamento en total silencio sin pronunciar palabra alguna ni decir nada. Pocas veces se daba la ocasión para comenzar una conversación que duraba menos de diez minutos, y eso en cierta forma llamaba cada vez más la atención de la menor. 

Sentía curiosidad de su vida, de su pasado y del por qué era así. Los significados de sus interminables tatuajes que adornaban su piel pálida era lo que la menor más interés le provocaba. Tenía demasiados en sus brazos, y no quería ni imaginar cuánto poseía en su pecho y espalda.

Muchas veces intentó empezar una conversación con el, para intentar averiguar algo relevante si que se diera cuenta o se percatara de sus intenciones. Pero terminaba siendo al revés, Minho lograba sacarle mucha información personal sobre su vida, no sabía como lo hacía pero lograba confundirla y hacerla perderse en sus ojos tan negros y llenos de soledad y oscuridad.

¿Que no decían que las personas calladas y reservadas eran peligrosas?Esa pregunta rondaba por su cabeza, pero se negaba a creer que Minho fuera alguien malo, o que fuera capaz de hacerle daño a alguien.

Era consiente de que el antes estaba metido en contrabando de drogas y que también era consumidor. Pero eso no lo volvía una persona mala, ¿no? Quizás fuera una buena persona estando sobrio y sin alguna sustancia en su sistema.

Para _____ Minho podía llegar a ser tóxico. Pero no era el tipo de tóxico que le gustaba envenenar su alrededor.

Miró al suelo, dándose cuenta de que había chocado con una lata de cerveza vacía, tan pronto como notó empezó a caminar nuevamente. Su respiración se volvió un poco irregular al escuchar pisadas detrás de ella. No quiso mirar atrás en ningún momento, tratando de convencerse de que era su imaginación, que era idea suya. 

Miró sobre su hombro, fingiendo ver algo a su derecha pero sus ojos divisaron una silueta alta acercándose a ella bruscamente.

_____ no puedo hacer nada más que correr.

. . .

Minho sirvió un poco de comida en el recipiente de plástico, por último dejándolo en el suelo.

Wolf fue rápido al acercarse a su comida y empezar a devorar su alimento. Se le había formado una pequeña sonrisa de costado al ver lo hambriento que estaba, no se contuvo a agacharse a su altura y acariciar su sien.

No le gustaban los perros Pero wolf se había ganado su cariño con el tiempo en el que lo ha estado alimentando.

La puerta principal se abrió sorprendiéndolo, al escuchar pasos apresurados junto a la puerta volviendo a cerrarse. El sonido de la cerradura llamó la atención, se dispuso a caminar hacia la entrada principal para ver la causa de tanto ruido.

_____ al cerrar con llave la puerta se volteó, dejando salir un grito de susto que se llevó al ver a Minho ahí parado. Llevó su mano a su pecho tratando de regular regular su respiración y sus latidos descontrolados.

— ¿Que te ocurre? —Después de unos segundos decidió preguntar. Viendo como la castaña se quitaba la chaqueta y la colgaba en el colgante cerca se la puerta.

_____ tardó en responder por estar procesando lo que había ocurrido fuera.

— Alguien me estaba siguiendo —Dijo con la voz temblorosa.

BODY┃LEE MINHO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora