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— ¿Estas segura de que te seguía? —Preguntó por décima vez. Observó a la menor espetando alguna respuesta afirmativa, como la vez anterior que le contó todo lo que pasó al querer volver a casa.

— Si, lo estoy.

Tenía los brazos cruzados ahora, negando negando suavemente mientras fruncía su entrecejo y mantenía su mirada fija en algún punto. Su mandíbula se movió a un lado, con parte frontal de su pie golpeando repetidas veces el suelo, signo de estar nervioso o pensando en muy profundo.

— ¿Esto era a lo que se refería Bang Chan? —Se dignó a preguntar en voz alta y temerosa por lo que había ocurrido fuera, con algo miedo por esa mirada que poseía Minho. Este último al escucharlo la miró con ojos confusos.

— ¿Que fue lo que te dijo? —Pasó su lengua por sus labios y finalizando con una leve mordida en su labio inferior.

— El dijo que le debía dinero a gente y que tú ibas a tomar las precauciones que haya que tomar para proteger el departamento —Se encogió en el sofá por la mirada seria que Minho le estaba dando, a pesar se que no lo hiciera para intimidarla.

Estaba furioso, no debió dejarla salir en primer lugar, de no haber sido así ellos no sabrían la dirección. Porque si de algo estaba seguro era se quien sea que fuerza al que le debía dinero Bang Chan estaba más que informado que la menor era alguien cercana a él y que podría sacar provecho para dar con el anterior nombrado.

Los que ellos no sabían era que el estaba con ella.

Minho bufó abruptamente, cerrando los ojos y pasando ambas manos por su cabello rubio. Estaba realmente acabado ahora, agradecía que Bang Chan le había dado un techo en donde pasar la noche, pero se no haber aceptado de cuidar a la mocosa que antes lo volvía loco.

Aunque no tenía sentido que estuviese hablando en término pasado, si bien sabía y estaba más que consiente de que la castaña seguía causando ciertas reacciones que contradecían lo que había pensado anteriormente.

Observó detalladamente cómo ____ pasaba ambas manos por debajo de sus piernas doblabas en el sofá, por el lado interior de sus rodillas.

Sirvió su nariz una, dos veces y suspiró lentamente mientras seguía encogiéndose en el pequeño hueco del sofá que había formado. Sus labios finos y entreabiertos dejaban ver sus dientes incisivos, haciéndola ver como una niña pequeña asustada, sobretodo esa mirada que demostrada seguir algo asustada por la situación anterior.

El solo pensamiento de que podría desarrollar un sentimiento por la menor lo tenia enfermo. Desde que la vio en los brazos de Jisung sentía esas incontrolables ganas de golpear todo lo que se le pusiera enfrente. Una de ellas llevaba nombre y apellido; Han Jisung, aunque el no era una 'cosa' en sí, sentía las ganas de romperle la cara desde el día que la vio penetrandola en esa mesa, el era su mejor amigo, su hermano pero ahora no era nada más que un hijo de puta.

No sabía que había ocurrido aquella vez que la dejó quedarse en su casa al ser echada por su padre, bien pudo hacérsela cogido en todos los rincones de su hogar. Pero no lo hizo por esa pequeña debilidad que tenía por ella, porque si, el había lo desarrollado con el poquísimo tiempo que la vio interactuar con el resto de los idiotas que conformaban el grupo de Jisung. Pero en su momento algo no lo dejó actuar del todo, algo se lo impidió y aún no daba con la respuesta que el quería.

— ¿Estas bien? —Preguntó la castaña con un tono de preocupación en su voz, cosa que le provocó que una corriente eléctrica bajara por su espalda.

Minho asintió suavemente, chasqueó su lengua contra su paladar y decidió sentarse en la otra punta del sofá. Queriendo mantener una distancia prudente con la menor.

Arrugó su nariz un poco al sentir un poco de movimiento en el sofá, la menor estaba sentada ahora en el medio del sofá, un poco más cerca de el que antes. Minho pasó saliva y miró a su lado derecho, sin querer ver lo que hacía la menor.

— ¿En que tanto piensas? —Preguntó en voz baja, incomodarlo no estaba en sus planes. Lo vio de reojo mordisquear su labio inferior, con sus ojos fijos en el suelo.

No respondió nada, mientras _____ esperaba obtener algunas palabras de su parte. Seguía en planes de saber más de el, cosa que no le veía mucho futuro, pero no perdía nada con intentarlo. Pronto al pensar lo último escuchó la voz gruesa y ronca de Minho, sonaba grave al hablar bajito con ella, manteniendo un tono relajado.

— No es nada —Se encogió de hombros —Necesito pensar bien las cosas.

La castaña asintió sin entender todo bien a lo que se refería, si por Bang Chan o por el hombre desconocido que la había seguido. Decidió guardar silencio mientras tanto, no quería inquirir más, no le parecía verlo enfadado en ese momento.

— ______ —La nombró manteniendo el mismo tono. La e menor afirmó con un sonido sordo proveniente de su garganta, para hacerle saber que lo había escuchado — ¿Sabes usar un arma de fuego?

Fue la primera vez después de varios minutos que conectó su mirada con la suya. La castaña quedó muda al oír aquella pregunta. Después de unos segundos procesando lo que acaba de salir de la boca del rubio, lo miró algo confundida y sorprendida.

— ¿Que? —Preguntó frunciendo el entrecejo.

Minho negó suavemente, alejando cualquier pensamiento de su cabeza.

— Nada, olvídalo.

No podía dejarla a su suerte, ellos sabían donde se localizaban. Ni enseñándole lo básico de defensa personal podría hacerle frente a alguien, aún era una niña de papá que necesitaba la protección de un mayor.

Supongo que lo de andar de niñera era literal.
Pensó recordando las palabras de Jisung en aquella fiesta cuando llevó a _____ por primera vez.

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