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— ¿C-Como que nos equivocamos...? —Preguntó sin querer creer lo que oía a través de su celular. Pasó su mano por su frente y luego peinó su pelo hacia atrás con frustración —La tarjeta de identificación...

— Era su cómplice, pero no fue quien lo asesinó. 

____ pasó su mano por su pelo nuevamente, viendo un punto fijo mientras pensaba. Su lengua remojó sus labios secos antes de volver a mirar al mayor quien se encontraba aún en la calle de enfrente.

— Jeongin... —Susurró mientras buscabas las palabras adecuadas para formular su pregunta. De repente un golpe sordo a sus espaldas la hizo alejar el celular de su oreja, volteando levemente y percatándose de que había algo rojizo deslizarse por la entrada de la cocina.

____ no hizo nada más que cortar la llamada antes de alejarse del balcón, empezando a caminar con cuidado por la sala totalmente atenta a los ruidos que salían de la cocina, cosa que le ponía los pelos de punta.

Podía oír cosas moviéndose desde la cocina, y entre esos ensordecedores sonidos, se encontraba uno que le llamaba mucho la atención. Y entre esos sentimientos, _____ sentía inquietud y miedo por escuchar aquel sollozo porvenir de aquella parte en específica del departamento.

Pronto, el olor a vino se hizo presente. Y ______ dio por hecho que aquel líquido en la entrada de la cocina, era aquella bebida la cual estaba esparcida por el suelo. Se acercó lo suficiente a la entrada, hasta poder divisar la espalda de Minho. El se encontraba con ambas manos en la mesada de la cocina, parecía no querer moverse de su posición.

En silencio _____ observó el desastre que había hecho en la cocina.

La botella de vino estaba rota en el suelo, y varios cristales la hubiesen cortado de no ser por estar usando sus zapatos. Un par de platos se encontraban en el suelo, rotos por la mitad como si Minho no hubiese querido romperlos a propósito, pues el se hubiese encargado de que fuera así de estar enojado.

Su respiración parecía desequilibrada, inestable, al momento de escuchar como la suela de los zapatos de ____ caminaban sobre los cristales parecidos en el suelo. Su pecho subía y bajaba, todo mientras su cabeza estaba a punto de estallar.

— Minho... —La menor observó como el rubio giraba un poco el cuello, para poder verla directamente a los ojos, mientras ella seguía observando el desastre en el suelo de la cocina. Hasta que decidió verlo directo a los ojos, justo como el hacia — ¿Que ocurrió?

____ sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver los ojos de Minho. En ellos no solo pudo ver sus ojos teñirse de un negro profundo, sumándose a esto el leve color rojizo que habían provocado las lágrimas que aún caían por sus mejillas pálidas. Su mirar simplemente le provocaba miedo.

Su labio inferior tembló al verlo en aquel estado. Ambos sostuvieron la mirada por unos segundos, viéndose fijamente, con los pensamientos totalmente nublados y confusos.

— Mataron a Jisung...

_____ tragó saliva duramente, desviando la mirada rápidamente con miedo a que el se percatara de lo que pasaba por su cabeza en ese instante. Y tan rápido como ella desvió la mirada, las palabras dichas por Jeongin hace apenas unos cuantos minutos llegaron a su mente.

Creo que nos equivocamos de persona...

—Felix estaba con el cuando pasó —La castaña sintió un remordimiento horrible atacar su pecho al escuchar su voz tan apagada y quebradiza. Su voz era acompañado de un hilo de voz que hacía a la menor sentirse aún más miserable todavía —No pudo salvarlo.

Cuando dijo lo ultimo, ____ supo que algo no andaba bien. Pues su tonada había cambiado, y su postura también.

La menor observó desviar la mirada, parpadear y suspirar profundamente antes de volver a mirarla. Con esos ojos oscurecidos que tanto la inquietaban, dejó de apoyarse en la mesada, para dejar de estar encorvado y seguir manteniendo aquella mirada fría que tanto lo caracterizaba.

BODY┃LEE MINHO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora