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_____ sintió su cuerpo colapsarse ante su tacto.

Las palabras del mayor detrás suya se repitieron miles de veces en sus oídos, cosa que al final le provocó un temblor en sus piernas.

Sintiendo la piel en sus brazos erizarse por la cercanía del rubio, este no detenía su tacto por su cintura. Ejercía fuerza con sus dedos sobre su cadera, dejando un sentimiento de calidez que se fue extendiendo por todo su exterior.

— No se de que hablas —Pronunció en voz baja, pero sin dejar de sentir esa leve sofocación.

Sus cintura chocó una vez contra la pelvis del contrario, sus piernas empezaron a flaquear entre repentina acción que el mayor había propuesto. Un suave gemido salió de sus labios, la sensación podría ser increíble sin ninguna prenda encima, eso ambos lo tenían en claro.

— ¿Estas segura? —Su pelvis volvió a chocar con ella, rozando su intimidad contra su trasero —¿No eras tú la que estaba del otro lado de la puerta? ¿Eh?

Minho dejó de chocar su cintura con la menor, para juntarse más a ella y empezar un suave vaivén con el roce de por medio que le provocó un pequeño espasmo. Podía se for se for dureza detrás de esos pantalones deportivos, podía sentirlo demasiado bien y caliente.

— Eres toda una mocosa irrespetuosa—Susurró en su oído, más cerca de lo que creía. Por último sintiendo algo cálido que mojaba el lóbulo de su oreja. Sus labios ahora hacían un recorrido por su cuello descubierto, roces pequeños y delicados en su piel que le causaban escalofríos —Las niñas irrespetuosas merecen un castigo.

____ soltó un leve quejido cuando Minho se apartó de ella. Pero pronto como quiso darse la vuelta por ella misma para ver que tramaba el mayor, una de sus fuertes manos la hizo girar de forma tosca. Y acompañado de esa acción tan bruta de su parte, recibió con sorpresa los labios del rubio contra su cuello. Mordía, lamia y succionaba su piel como si tratara de marcar algo, que por supuesto la menor no se lo iba a negar, ella también quería ser marcada por el.

Sus ojos se conectaron con los suyos cuando el se enderezó, solo para enfrentar ese rostro delineado, con labios hinchados y rojos. Notaba como ella lo miraba, era el deseo compartido que ambos escondieron detrás de pura indiferencia tiempo atrás. Y ahora Minho tenía ambas manos tomando de su cintura y llevándola a la mesa. Atacando la boca de la menor con mordidas que le arrancaban gemidos y quejidos ante su forma tan bruta de ser con ella, sin ningún tipo de cuidado que le estaba robando la cordura.

— Minho —Sintió ambas manos del mayor tomar de su cintura y bajar rápidamente a sus piernas. Cuando sintió sus pues despegarse del suelo soltó un suspiro de sorpresa, sintió como su cuerpo era posicionado sobre la mesa de la cocina.

El rubio sonrió a dirección de la castaña, acercándose y sacando la lengua para pasarla por sus labios. ____ gimió, abrió su boca por pura conciencia dándole paso libre a la lengua del mayor para que explotara su cavidad bucal como se le antojara. El sonido sucio de como sus labios se despegaban a cada rato, como la saliva de ambos se unían entre ese beso lleno de necesidad viniendo de ambos era algo que los dos recordarían por mucho tiempo.

Las manos de Minho entraron al juego de nuevo, empezando a subir por sus piernas, abriéndolas para meterse entre ellas para tener más accesibilidad a la menor. Paso siguiente subiéndolas hasta el short que ella usaba. Sin dejar de jugar con su lengua dentro de la boca de ajena, luego alejándose y empezando a atacar su cuello con besos fogosos.

La hebilla de su short se despegó de la tela, el cierre bajó lentamente sacándole un gemido de desesperación a la contraria. Las cosquillas ahora recorrían todo su cuerpo, no solo por las ganas que tenía de tener al mayor para ella, si no, por los nervios de que el mismo fuera Minho.

BODY┃LEE MINHO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora