BODY┃LEE MINHO.

33

El sonido de la lluvia golpeando la capucha de su suéter no lograba distraer del todo su cabeza.

Su desesperación por encontrar a la menor lo estaba llevando casi a la locura, después de saber que Hyunjin había intentado violarla fue el primero en salir a buscarla.

Miró por todas las partes antes de cruzar la calle, corriendo mientras guardaba sus manos en los bolsillos de su suéter. No debería estar tan lejos, pensándolo bien ella no sabía bien los nombres de las calles, podría perderse fácilmente.

Soltó un suspiro y empezó a detener su paso, de a poco sus ganas de seguir congelando su cuerpo por buscar a la menor se estaban acabando.

Sus pies no daban para más, cuando quiso voltear vio una silueta delgada caminar de espaldas, con otra figura de un perro a su lado.

Rápidamente gritó su nombre entre la lluvia, bien alto para que lo escuchara. Para su suerte ella se detuvo, y volteó solo para verlo acercarse a ella.

Su mascota empezó a ladrar a su dirección, pero al olfatear parte de la vestimenta del desconocido se calmó, sin dejar de estar alerta a todas y cada una de sus acciones. Desde que Bang Chan le dijo 'Lo siento' hasta un la rodeó con sus brazos.

El canino ladró una vez al escuchar un sollozo proviniendo de su dueña, percatándose de que estaba triste mientras abrazaba al desconocido.

. . .

El calor del departamento de Bang Chan la abrigó por completo. Cuando llegó a su piso el la invitó a ir al baño mientras buscara ropa para prestarle, así podría deshacerse de las viejas y maltratadas prendas que antes poseía.

Sorbió su nariz mientras veía a wolf acostado sobre la alfombra, estaba calmado después de llegar al departamento.

No era el tipo de mascota que se asustaba con los truenos, pero esa noche fue una de las peores, se había puesto nervioso y casi la había hecho caer en varias oportunidades antes de llegar a casa de Bang Chan. Para su suerte, los truenos no se escuchaban mucho ahora, su mascota permanecía recostado en el suelo con el pelaje húmedo.

______ palmeó el sofá dos veces, a un lado suyo, provocando que wolf levantara la cabeza y girara a verla, al
ver como volvía a repetir la acción de levantó y se subió al sofá, solo para recostar su cabeza en las piernas de su dueña, recibiendo caricias lentas que le hizo cerrar los ojos.

Los pasos de alguien provocó que levantara sus orejas y abriera los ojos, pero al asegurarse de que era Bang Chan volvió a bajar sus orejas. La menor notó su comportamiento protector, sintiendo el orgullo de haberlo educado tan bien.

Bang Chan secaba su cabello con una toalla, el al igual que ella se había empapado con la lluvia, tuvo que tomar una ducha caliente para que se le pasara el frío. Al terminar miró a su invitada, sonriéndole un poco, iba a hablar pero la puerta sonó provocando un ladrido a wolf.

— Tranquilo — Lo hizo callar tomando su collar para que no se levantara del sofá y fuera a atacar a quien sea que estuviese detrás de la puerta. Observó como Bang Chan caminaba a la puerta perdiéndose en el pasillo.

Soltó un suspiro y siguió brindando caricias en el pelaje del canino. Su mano buscó en el bolsillo del suéter que le había prestado Bang Chan amablemente donde anteriormente había guardado los wons, solo para verificar si seguían ahí, para su suerte el dinero seguía con ella.

Por un momento creyó haberse olvidado.

Bang Chan volvió a la sala con ramen de tazas de plástico. Había pedido un especie de delivery, cosa que agradeció al recibir la cena de la mano del mayor.

Sus manos congeladas rápidamente se calentaron con por el recipiente, tomó los palillos que Bang Chan había ido a buscar y comenzó a devorar la comida. El canino seguía recostado a su lado, por lo tanto Bang Chan se sentó en la otra punta para no molestar a la mascota de la menor.

— Sabía que te quedaría bien la ropa —Comentó Bang Chan notando que la ropa que le había prestado era todo a su talla — Mi hermana a veces deja algunas prendas aquí, tienes suerte.

La castaña sonrió y asintió levemente.

— Gracias por... dejar que me quede en tu departamento, Bang Chan — Pronunció un poco bajo su nombre, el sonrío amablemente.

— De nada.

El silencio entre ambos no era incómodo, la televisión prendida los mantenía entretenido a los dos. Bang Chan en un momento al terminar de comer vio el canino que seguía dormido sobre el sofá. Esas ganas de acariciar su pelaje lo invadieron, pero prefirió preguntar por su propio bien si era seguro acariciarlo.

— ¿Puedo...? — ____ notó las intensiones que tenía, asintió con suavidad con una diminuta sonrisa.

Bang Chan sonrío emocionado y empezó a darle caricias en el estómago a wolf, este no respondió ni hizo nada, estaba demasiado cansado como para mover su cola en muestra de estar contento.

— ¿Hace cuanto lo tienes?— Preguntó para comenzar una conversación.

_____ desvió la mirada de la televisión y miró al mayor antes de ver a su mascota unos segundos.

— Desde los catorce — Dijo estando no muy segura.

— ¿Y cuantos años tiene el?— Preguntó refiriéndose al canino mientras seguía pasando por el pelaje suave y húmedo.

— Cuatro, es un cachorro aún — sonrió dándole pequeñas caricias a la sien del canino.

Bang Chan rio suavemente al escucharla.

— ¿Cachorro? — Preguntó ingenuo.

La menor asintió.

— En años humanos tendría veinte a treinta años —Dijo con seguridad. Bang Chan asintió y sonrío al ver como wolf movía la cola y abría los ojos.

La noche pasó tranquila, al final Bang Chan se había ido a dormir a su cama. Antes quiso darle su lugar a la menor para que no tuviera que dormir en el sofá, pero ella se negó rotundamente ante la idea, de ninguna manera le quitaría su lugar de descanso. Aún siendo una invitada, no le daba ese derecho.

Y así fue como pasaron unos días, _____ seguía en el departamento de Bang Chan. Intentó varias veces irse a buscar otro lugar para vivir o pasar la noche, pero Bang Chan tenía otros planes que podrían interesarle a la menor.