Dia 7 de expedición
Cuando acampamos la noche del suceso con las arenas movedizas, los ánimos del grupo estaban un poco por los suelos.
Entre los de las erupciones en la piel, el cojo y el casi ahogado, ya habíamos tenido suficientes sustos.
— ¿Cómo lo llevas, troll? — Me preguntó Andrés, volviendo a colocar su tienda junto a la mía.
Últimamente era él quien dormía a mi lado.
— Ja, ja, ja — Me reí con burla — Muy gracioso.
El se aproximó y me tomó delicadamente de las manos. Ese gesto me pilló por sorpresa. Me quedé momentáneamente en blanco e inmóvil.
— Ey, no te asustes — Dijo él, sonriendo y bajando la voz — Sólo venía a agradecerte lo que has hecho hoy por mí.
Yo lo miré a los ojos y asentí.
— No hay nada que agradecer. Seguramente tú habrías hecho lo mismo por mi — Contesté, tratando de contener un espontáneo temblor en mi voz.
Él besó mis nudillos y liberó mis manos.
— No te quepa la menor duda — Contestó, deteniéndose a un instante a mirar mi rostro.
Me ruboricé. Maldita sea ¿Por qué tenía que ruborizarme? Dichoso chivato emocional.
— Troll ¿Te estás poniendo colorada? — Preguntó él, al momento, interesado en averiguar si eran o no imaginaciones suyas.
Celia por el amor de Dios. Es Andrés. Andrés el nudista-fumador-ligón-eterno adolescente de siempre intentando ser amable y llamándote troll ¡reacciona! ¡huye de él como de la peste!
— Bueno, es sólo que no me esperaba... que me besaras en las manos — ¿What? ¿enserio era necesario decir eso? - Mira, estoy muy agobiada. El calor de la selva, los heridos, la familia, Robin...No puedo...Ya no sé ni lo que digo. Tengo que concentrarme.
Me aparté de él para poner distancia y colocar la esterilla sobre el suelo de mi tienda de campaña.
— ¿Quieres decir que te desconcentro? — Escuché a mis espaldas.
Me senté en el suelo y me reí. La verdad es que si. A ver, él desconcentraba a la mayoría de las mujeres y hombres que lo conocían. No era alguien que pasase desapercibido. Todo lo contrario a mi.
— Basta. No sigas por ahí — Le corté el rollo, no era inteligente vivir al filo de la navaja — Quiero descansar.
Me giré para mirar hacia él y comprobé que aún seguía mirándome, sin a penas parpadear.
— Vale — Contestó simplemente — Pero quiero que sepas que desde mi perspectiva...tienes un culo genial.
¿Perdona? Pensaba que iba a decir algo profundo por primera vez en su vida ¿y me dice que me esta mirando el culo? Besar nudillos era romántico. Hablar de mi culo estaba fuera de lugar.
Bocachancla.
Sin cruzar más palabras, recogi la esterilla otra vez, la volví a enrollar y lo golpeé con ella.
— ¡Fuera! — Lo eché.
Defendiendo mi integridad fisica, mental, emocional y tambien mi territorio.
Al dia siguiente, despertamos temprano y reanudamos el camino por donde lo habíamos dejado.
Raúl y Guadalupe siguieron a la cabeza, pero Andrés se incorporó con el resto del grupo de cola. No dijo nada, aunque notaba que de vez en cuando me miraba y sonreía distraídamente.
Entrañable.
Procuré ignorarlo un poco y presté atención al estado de la pierna de Juan. Ya podia apoyarla con mas facilidad, pero las limpiezas seguían siendo necesarias.
Aquella tarde cuando le estaba curando la herida, algo se movió en su interior y quise morirme.
Me puse pálida.
— ¿Qué ocurre Celia? — Preguntó el enfermero, al notar mi reacción.
Dudé sobre sin decirle la verdad o mantenerlo en secreto. Decidí comunicárselo sutilmente.
— ¿Tienes ivermectina en el botiquín? — Pregunté como si nada.
Él se incorporó de un salto.
— ¿Por qué quieres ivermectina? ¿qué diantres has visto...?
Entonces lo vio. Lo vimos todos. Un gusano de color blanco y forma redondeada salió un instante de su piel para volver a esconderse rápidamente.
No pude evitarlo y vomité.
Soy veterinaria, lo sé. Y estoy acostumbrada a las miasis. Pero ver una miasis en una persona era repugnante.
— ¡Sácamelo! ¡Sácamelo! — Gritó Juan.
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🟢 Expedición
AventuraMexico 2021 Siete personas son reclutadas para documentar y cartografiar el actual estado de un antiguo templo Chichimeca. Celia, junto con el resto del grupo que conforma la expedición, descubrirá los secretos que oculta la selva y hasta donde es c...