Dia 35 de expedición
(Segunda parte)
El conocido de Guadalupe nos envió un coche a los pocos minutos de finalizar la llamada. Alguien vino a recogernos y luego nos trasladó hasta un hotel localizado en el centro de Guanajuato.La historiadora regaló la camilla de cañas a los dos niños que creían que éramos un duende y una princesa durmiente, y ellos lo celebraron como si le estuviera obsequiando con el objeto más valioso del mundo.
— ¡La camilla de la princesa durmiente!
— ¡La camilla de la princesa que luchó contra un jaguar!En cierto modo, sentí pena al separarme de la camilla. Se había convertido en un elemento indispensable en el último tramo de la expedición y me habría gustado conservarla como una especie de recuerdo.
— No te preocupes, se lo que estás pensando — Me susurró Guadalupe al oido, mientras el coche circulaba por las calles de Guanajuato — Mi amigo no es narcotraficante.
Era agradable estar sentada en una postura normal, con la espalda recta y mas piernas flexionadas por la rodilla. Aunque la cabeza se me cayese hacia atrás, y necesitase la ayuda de mi amiga para no caerme de lado cuando el conductor torcía el volante para cambiar de dirección.
— Es sólo que me debe varios favores — Continuó explicando Guadalupe — Tiene que ver con unas excavaciones de restos arqueológicos. Ya te lo contaré, cuando estés más repuesta.
Evidentemente, yo no había preguntado nada porque no podía, pero tampoco lo hubiera hecho de haber podido. Estábamos cómodamente sentadas, ahorrándonos kilómetros de camino, gracias a su amigo. Aquello era un lujo por el que, dadas las circunstancias, no creía necesaria ninguna explicación.
Llegamos a nuestro destino y lo primero que hizo Guadalupe al llegar a la habitacion de hotel, fue darme un baño. Agradecí enormemente liberarme de la suciedad y volver a notar un frescor agradable en mi pelo. Las heridas que tenía en la pierna, escocieron al contactar con el jabón, pero después no volví a sentir dolor.
Al terminar, me dejó recostada sobre la cama con el pelo envuelto en una toalla y el cuerpo cubierto por otra, mientras ella tomaba su baño. Sentir el colchón mullido recogiendo todo mi peso y escuchar caer el agua de la ducha con fuerza, hizo que me quedara dormida a los pocos minutos.
— Celia, despierta — Escuché la voz de Guadalupe, que utilizaba sus manos para zarandearme con suavidad, y esbocé una sonrisa — Oh, vaya ¡Puedes sonreir!
El gesto se esfumó de mi rostro cuando fui consciente de que había alguien mas en la habitación.
— Mi amigo nos ha enviado al doctor Ignacio Rodríguez — Desveló Guadalupe — para que pueda reconocerte.
Maravillosas noticias. Reconózcame y recompóngame, señor doctor.
— Buenas tardes Celia — Saludó el médico — Voy a examinar tus ojos, a revisar las heridas de tu pierna, a tomarte la temperatura y a auscultar tu corazon y pulmones. Después, te recetaré medicación. Si no mejoras en unos dias, sería conveniente llevarte al hospital y hacerte pruebas.
Su voz era la de un hombre maduro, pero no anciano. Cuando terminó de informarme, escuché que apoyaba algo pesado a mi lado y que la cama se hundía ligeramente cerca de mi cintura. Por el sonido que produjo el aparato al abrirse, sospeché que probablemente fuera un maletín.
— Encenderé la televisión para ver las noticias, pero me quedaré en la puerta por si necesita cualquier cosa Doctor — Declaró Guadalupe, dejando espacio al médico para actuar.
Bien hecho amiga, no me dejes sola. Vigila que todos mis órganos se quedan en el interior de mi cuerpo.
— Bien, veamos — Dijo el doctor, antes de empezar a examinarme.
Noté cómo iba cuidadosamente explorando las zonas que había dicho, incluyendo la encía de mi boca, me tomaba la temperatura y finalmente me auscultaba. Cuando abrió mis parpados para ver las pupilas de mis ojos, distinguí fugazmente el color de la habitacion y los rasgos de su cara.
— Es increíble. No se como es posible que la arteria poplitea y la tibial esten intactas — Lo escuché decir mientras examinaba las heridas de mi pierna — Eres una chica con suerte, Celia. Podrías haberte desangrado.
Lindo jaguar.
Posteriormente, volví a escuchar cómo cogía el maletín que había colocado a mi lado y lo cerraba, para apartarlo de la cama.
— Señora Guadalupe — Llamó a mi amiga — He terminado.
Guadalupe entró de nuevo en la habitación.
— Sospecho que la paciente ha podido tener un cuadro grave de infección bacteriana o bien de inflamacion generalizada, a raíz de la mordedura — Explicó — Esto podria estar causandole la parálisis, por lo que le recetaré dos medicamentos: antibióticos y corticoides.
— ¿Sanará doctor?
— Bueno...lo cierto es que no está muerta. Y si no está muerta, es que está mejorando — Y añadió — Lo más probable es que se recupere.
¿Muerta? ¡Qué repelús!
— Supongo que eso son buenas noticias — Suspiró Guadalupe — Le acompaño Doctor, ha sido un placer conocerle — La historiadora se marchó de la habitación para acompañar al amable doctor Ignacio Rodríguez hasta la salida — Gracias por su tiempo, que tenga un excelente dia.
El eco de su voz llegaba nítidamente desde la puerta de entrada, hasta el dormitorio donde me encontraba. Lo que había dicho el doctor a cerca de morir desangrada, me había hecho volver a recordar a todos los que habíamos dejado atrás ¿Y ellos? ¿Qué había sido de ellos?
De repente, un grito de emoción repentino me hizo dar un respingo en la cama.
— ¡Lo sabía! Sabia que no pasarían desapercibidos — Gritaba Guadalupe, justo después de haberse despedido del doctor — ¡Mira Celia! ¡Tienes que escuchar esto!
El sonido del televisor aumentó hasta tal punto que me pareció tener el aparato pegado al oido. El presentador de la cadena de noticias local estaba hablando de una actuación policial, que habia tenido lugar en el extra radio de Guanajuato y se había saldado con varias detenciones.
" Asi es compañeros — Relataba el periodista enviado a la zona del suceso — Dos hombres de aspecto europeo y cuatro indígenas han perseguido a dos menores y luego han allanado su casa familiar. La intervención policial ha tenido lugar después de que la llamada de un vecino alertara de este hecho. El desencadenante del conflicto parece ser una desvencijada camilla, que los detenidos habían identificado como suya y reclamaban en propiedad. Ahora mismo están intentando capturar, además, a un perro que ha quedado en el interior de la casa de los menores y que, según fuentes policiales, corre más rápido que el demonio..."
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🟢 Expedición
AdventureMexico 2021 Siete personas son reclutadas para documentar y cartografiar el actual estado de un antiguo templo Chichimeca. Celia, junto con el resto del grupo que conforma la expedición, descubrirá los secretos que oculta la selva y hasta donde es c...