Capítulo 8

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El resto del fin de semana transcurrió normalmente. Yigit había almorzado en casa y luego habíamos recorrido el barrio viendo algunas propiedades para que pudiera mudarse. Estaba encantado con el vecindario y por otro lado estaríamos cerca.

Habíamos terminado en el pub de Noah, solo tocamos el tema de la noche anterior como una anécdota. Yigit le había quitado importancia. Él sabía, veía las actitudes del Sr. Jeremías algo extrañas para conmigo, pero lo estaba dejando pasar. Estaría esperando que saliera de mí contárselo, pero yo solo ignoraría al Sr. Jeremías para evitarme problemas más adelante. Sabía que no me traería nada bueno, principalmente porque no confiaba en él en lo absoluto y por otro lado mis compañeros no dejarían de hablar de mí y eso comenzaba hacer muy incómodo.

Esa mañana salí temprano hacia la Agencia. Quería llegar antes de que Yigit preparara el café. Iba a demostrarle que era capaz de hacerlo antes que él. Y de ahora en adelante dejaría de beber café, solo bebería té como él. De ese modo no tendría ningún tema en común con el Sr. Jeremías.

Había conseguido llegar antes que Yigit y ya tenía todo preparado, de hecho, ya bebía de mi primera taza de té, pero el olor del café me estaba pidiendo a gritos que lo bebiera.

- Buenos días Yigit. - Lo vi aproximarse hacia mí estudiándome sigilosamente.

- ¿Yulia que haces? ... Bebes té ¿Qué te pasa? Siempre bebes café no acostumbras beber té ¿Qué te pasa? - Me reprochó.

- Tomé una decisión. Dejaré de beber café y solo beberé té como tú. - Coloqué la cámara de fotos que había estado limpiando sobre mi espalda para que no se golpeara con la barra. Era una máquina excelente, compacta, silenciosa y muy resistente. Muchos profesionales solían elegirla, yo de hecho lo hubiera echo de haber podido.

- Qué bien, solo beberás té. Eso es una muy buena elección. Que brillante eres. Felicidades. - Dijo muy calmado, pero sabía que se vendría algo más, lo conocía. - Pero no te creo ¡Respóndeme! - Me levantó la voz. - Dime ¡Cuéntamelo todo! No me tengas en suspenso. Quiero saberlo todo. - Me quede callada sin responderle, sus reacciones de algún modo me divertían. - ¿¡Por qué no me hablas!? ¡Háblame! ¡Hazlo! ¡Hazlo! - Se había quedado sin aire después de tanto insistirme.

- No te alteres. Cuanta tensión traes Yigit. ¡Cálmate!

- No puedo calmarme. Estoy tenso. Me pones tenso. Algo te traes entre manos. Y para completar mi nivel de ansiedad, mira, acaba de llegar el Sr. Jeremías junto a sus secuaces. - Por lo que nos pusimos de pie de inmediato.

- Buenos días. - El Sr. estructurado parecía no estar de buen humor.

- Buenos días. - Respondimos al unisonó con Yigit.

- Yulia, mi café por favor. - Pasó de largo directo hacia su oficina. El Sr. Andrew y la Srta. Carol se dirigieron cada uno a sus respectivas oficinas.

- Bueno Yulia, te deseo toda la suerte del mundo. Te espero en la sala de archivo, debemos pensar en el diseño de la página web para la campaña. - Comento alejandose.

- Vete. Huye cobarde. - Manifesté mientras guarda la cámara en su estuche. Bien, si estaba de mal humor sería mejor para mí. No notaria que entraría a dejar su café y todo sería mucho más simple. 

Toqué a su puerta para entrar como acostumbraba cada mañana. 

- Permiso. Aquí tiene su café. - Lo deje arriba de su escritorio sin mirarle, pero antes de que pudiera llegar a la puerta escuche su voz.

Yulia Primera Parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora