Capítulo 12

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Quiero irme. — Le dije casi rogándole. 

Vámonos te llevaré. — Dejo un beso suave en mi frente. Había sido lo más tierno y dulce que le había permitido hacer a alguien.

En el garaje de su casa al parecer alguien se había encargado de guardar su Jeep. El lugar era espacioso observé, para tres autos en el nivel principal. Estaba su Jeep junto a un impresionante Cadillac Escalade blanco y a un Maserati Levante en color negro espectacular, había un segundo camino de entrada a un cuarto garaje con puerta para botes en un enorme sótano parcialmente terminado. Lo único que podía sentir eran las ganas de huir de allí lo antes posible así que no me detuve a observar nada más. Al salir del garaje por el camino hacia la entrada en medio del bosque noté que nos seguía una camioneta Chevrolet Suburban sentí como si el servicio secreto en persona nos escoltara.

— ¿Por qué nos siguen? Pregunté.

Bueno ellos van donde yo vaya, es prácticamente por eso. — Se volteó hacia mi por un instante para volver a fijarse en el camino. — A veces parece que voy solo pero siempre están allí detrás o cerca de mí de alguna forma. — Agregó algo pensativo.

¿Tienes miedo? ¿Por qué te acompañan todo el tiempo? — Quise saber mas sobre él, cosa que me resultó un poco raro ya que lo único que quería era aljarme de él.

— Me han sucedido cosas extrañas. Pero no vienen al caso. — ¿Por eso sería tan segura su casa? me pregunté a la vez que pensé que sería muy difícil vivir de esa manera. Opté por mantener mi boca cerrada el resto del trayecto. 

Antes de llegar a la calle de mi casa decidí que sería mejor que me dejara unas cuadras antes, podía verme algún vecino y le iría con el cuento a mi madre seguramente.

— Sera mejor que me dejes por aquí. — Ya había comenzado a tutearlo, sabía que era un gran error.

— ¿Tus vecinos son muy chismosos? — Preguntó girándose hacia mi. 

No quiero tener que darle explicaciones a mi madre mañana. — El jeep redujo la marcha y se detuvo. Luego de haber estacionado se giró nuevamente quedándose frente a mí. Abrí la puerta para bajarme lo antes posible, pero él fue más rápido y dejo un beso suave en mi mejilla.

Hasta mañana Bombón. — Logré bajarme apresuradamente.

Hasta mañana. — Cerré la puerta y me puse a caminar por la acera. Lo vi alejarse en su jeep y por primera vez en todo ese tiempo fui capaz de comenzar a respirar normalmente ¿Qué había hecho? ¿Por qué había dejado que se acercara de aquel modo? Ya era más de media noche, pero igualmente llamaría a Yigit.

¿Se puede saber dónde te has metido? — Me dijo entre dientes.

Yo...

¡Ya lo sé! — Me interrumpió. —  El Sr. Jeremías me llamó esta tarde y me lo conto todo. — Afirmó enérgicamente. 

¿Todo? — Pregunté con sorpresa mientras colocaba la llave en la cerradura de la puerta de mi casa.

¡Si como escuchas TODO! — Hizo una pausa claramente apropósito. — Te encontró descompuesta y te llevó hasta tu casa. Yulia ¿De qué me he perdido? — Consultó con énfasis. — Anda larga el rollo de una vez. Porque llamé a tu casa preguntando por ti y tu madre dijo que aún no habías llegado, que seguirías en el hotel trabajando. No he querido llamarte porque sospeche que estabas con el Sr. Jeremías. — Esta vez había bajado el tono de su voz y se lo agradecí internamente.

Yulia Primera Parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora