z e s e n z e s t i g

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ꈍ◡ꈍ

Exhaló agitado, rojo en sudor y sin pensar con demasiada claridad, ahogándose entre sus gemidos con cada embestida que recibía. Pidiendo que aumentara la velocidad, estremeciéndose cuando sus pieles chocaban en ese vaivén un tanto rápido.

Miró a Keef con dificultad, apreciando su ruborizado rostro, y su torso desnudo; dio un quejido de placer al ser complacido, se estaba sintiendo demasiado bien en ese momento, probablemente acabaría en muy poco tiempo.

Sentirlo otra vez, escucharlo. Era tan satisfactorio. Esperó tanto tiempo a que pasara otra vez, y ya lo estaba haciendo, lo... estaba.

Reiterando tantas veces cómo ahora, agitadamente su respiración se entre cortó, sudando levemente en su rubor, removiéndose al no poder cerrar sus ojos de la impresión. Había pasado tanto tiempo de la última vez en la que soñó con ambos de esa madera, desde que despertaba tan agitado y nervioso con una erección, o incluso una polución.

Había pasado un mes desde la primera, y única vez que lo hicieron, y la verdad, quería hacerlo otra vez. Pero. ¿Cómo plantearlo? Podría simplemente decírselo, o podría ser espontáneo, pero, Keef tenía que querer, usualmente, él estaba cansado con solamente ganas de dormir.

Su suspiró estalló, y cayó al igual que su cuerpo, chocando con la almohada mientras cerraba sus ojos que se sentían pesados, siendo el calor un factor más en el sueño que se le apoderaba incluso cuando eran las cuatro de la tarde, pero con la emisión dentro de sus boxer era un tanto incómodo.

♡‧₊˚

Dándole pequeños mimos a su pareja, sus pequeños besos llenaban su rostro, abrazándolo por comodidad al estar Gir sentado sobre él. Unas largas semanas de trabajo y la cercanía de ambos siendo interrumpidas por lo mismo, teniendo su pequeño momento a solas luego de un tiempo.

Los pequeños movimientos y suaves roces no cambiaron sus pensamientos que le recordaron el sueño de hace unas horas, llenando su mente de aquellas imágenes tan vividas que le hacían apenarse, provocándole unos nervios al tener a Keef prácticamente tocándolo entre algunos varios besos.

Agitándose levemente al darse cuenta de que estaba comenzado a tener una erección, sin quererlo realmente, o por lo menos en aquel momento; con vergüenza ocultó su cabeza en su hombro, apretando la polera contraría sin saber qué hacer. Totalmente preso de su vergüenza y pensamientos en busca de una salida.

── ¿Qué pasa?── Moviendo un poco su cabeza, preguntó con cierta curiosidad al verlo tener esa reacción sin mucho aviso, sintiendo su cálida respiración en su cuello, además de escuchar unos pequeños quejidos algo incómodos.

Gir, sin querer decir mucho, giró levemente su cabeza, estando en silencio mientras pensaba en qué hacer, pero su gimoteo cuando Keef se removió un poco le hizo creer que había sido descubierto, esperando no serlo y fallando en el intento.
Keef abrió un poco su boca, cerrándola al no tener las palabras, dejando su mueca antes de pronunciar una pregunta.

── ¿Tú... quieres hacerlo?── Logrando que Gir se sobresaltara lo suficiente como para separarse lentamente, ambos viéndose a los ojos sin la necesidad de decir mucho más.

── Ya vuelvo, cierra la cortina.── Levantándose de entre sus piernas, se dirigió a la puerta que daba a la habitación del mayor, ordenándole, y avisando al mismo tiempo, que tendrían sexo en el sillón. Dejando a Keef sin muchas palabras más que una mirada que lo siguió hasta que lo perdió.

Levantándose, Denivar no se apuró en su deber de cerrar la cortina: estaba justo a su lado, de todas formas. Irk, por su parte, sacó del cajón que ya conocía de sobra un condón y el lubricante, regresando con cierta incómodidad para ver a su novio viendo la tele, aún parado al lado de la ventana.

Gir dió unos pasos, dejando las cosas sobre la mesa de la pequeña sala de estar, claramente había captado la mirada del mayor, recibiendo una suave sonrisa de su parte sin decir mucho. Acercándose un poco, Gir dudó en qué hacer, sin saber cómo comenzar para decir la verdad. Claro, no había experiencia, más que una vez hace un mes.

Apretando un poco sus manos, se inclinó levemente en su intento de besarlo, sin conseguirlo realmente al no estar demasiado cerca ni al ser tan alto, recibiendo una pequeña risa en su apenada expresión.

── No debes estar tan nervioso, es la segunda vez en la que tenemos sexo pero es raro verte actuar así, ese debería ser yo.── Estando totalmente consciente de la forma de actuar del otro, fue abrazándolo de la cadera, burlándose un poco del hecho de que, al ser algo por más que extraño, los nervios y esa intensa tinta rosa sobre las pálidas mejillas contrarias no dejaba de ser extraño.

Gir frunció un poco los labios, tenía que dejarse llevar, tal y cómo la otra vez, pero era difícil sabiendo que sí llegarían a ese punto, pero tendría que acostumbrarse, no era la primera vez, y tampoco sería la última.

Luego de botar aire, conectó sus miradas para dedicarle una pequeña sonrisa más segura, seguía estando nervioso, pero no podría estar así por siempre. Se fue poniendo en punta y alcanzó sus labios, enredando de igual forma sus brazos en la cadera contraría, tocándolo de una forma más segura de la que Keef hacia.

Pero al Keef inclinarse e ir dando unos cortos y seguros pasos, provocaron el cambio en su posición, subiendo sus manos por su pecho para ahora abrazar su cuello, separando sus labios para darle el espacio suficiente y perseguir.

Apretando levemente su cadera al ir depositando besos en su cuello, los suspiros contrarios intentaron ser callados entre los pocos que salían, terminando en Gir apretando sus labios entre sus pequeños movimientos involuntarios.

Y ahí iban de nuevo.

panqueques y chocolate    [KaGr] [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora