panqueques y chocolate [KaGr] [HIATUS]

v i j f e n v i j f t i g

ꈍ◡ꈍ

Como usualmente hacian de aquí a un tiempo, salieron a caminar sin ningún tipo de preocupación, y la verdad no era una simple caminata, iban a comprar algunas cosas a una tienda cerca del departamento de Keef. Y al igual que hace unas semanas, Irk se quedaría esa noche a dormir dónde el pelirrojo, pero esta vez sí tendría sus cosas en el lugar.

El trayecto era tranquilo, despacio y sin prisas, Gir se había despertado hace no tanto de una siesta que terminó tomando sin darse cuenta, dejando ver sus teñidas mejillas bajo la anaranjada luz del sol que se ponía.

Keef sonrió sin poder evitarlo, pero el pensamiento que se apoderó de su mente le hicieron poner una expresión que denotaba preocupación. El pequeño temor de que fuera su culpa lo distrajo tanto qué, cuando llegaron a la tienda, Gir tuvo que avisarle.

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Pesó el pan y el precio se dictó, pagando lo debido para salir de la panadería con bolsa en mano. Dando otros tranquilos pasos, tomando por inercia la mano del azabache en una ya acción común, soltando las palabras que tanto le mantenían inquieto desde la semana pasada luego de unos minutos.

── No irás a la Universidad por mi culpa. ¿No?── Interrumpiendo el silencio del ambiente, los pasos de ambos siguieron sin interrupciones, a la espera de su respuesta.

── Tal vez.── Como si no fuera algo malo, como si no estuviera mal el que no fuera a la Universidad por su pareja, su voz salió tan tranquila como las pocas veces que lo hacia, claramente restándole importancia.

── La Universidad es más importante que yo, Gir.── La respuesta a ello no demoró, sintiéndose rápidamente mal, siendo jalado por el agarre de la mano de Gir en la suya.

Sus pasos se detuvieron, parando para girar levemente, aún con sus manos juntas antes de que Gir se acercara para apoyar su cabeza en su pecho, enredando sus brazos en su espalda al deshacer el tacto de sus manos.

── Solo quiero estar contigo un poco más de tiempo.── Apretando un poco más, sus labios se fruncieron.── Ambos sabemos que es poco probable que quede en la Universidad de acá, las probabilidades de que tenga que mudarme a otra ciudad son muy altas, y no quiero eso.

── Tal vez te arrepientas.── Su voz casi sin emoción contrastaba claramente sobre la del menor, abrazandolo de a poco y con cuidado, sin mostrar lo verdaderamente preocuoado que estaba. Aunque Gir sabía como se encontraba.

── Mientras no lo haga ahora, todo estará bien.── Dándole una sonrisa más parecida a una mueca, sus talones tocaron el suelo de forma despacio, alejándose lentamente a la vez que en su rostro se veía la pena. ── No estoy listo para ir a la Universidad, y ambos sabemos que es muy probable que quede en una que esté en otra ciudad; tengo varios motivos por lo que no quiero ir en estos momentos, así que no te sientas mal, por favor.

Su manos tomó y su voz se suavisó, mostrando unos ojos de súplica que Keef parecía no haber visto nunca de la forma en la que los veía ahora.

── Mientras estés felíz y de acuerdo con tu decisión por mi está bien, no soy nadie para oponerme a tus decisiones.── Moviendo la bolsa a su muñeca hizo que Gir lo soltara, tomando ahora él sus dos manos para besarla con delicadeza.── Pero no quiero ser un obstáculo en tu futuro.

── No lo serás.── Dedicándole ahora una sonrisa, el ambiente fue tranquilizandose gracias a la misma, siendo sus manos soltadas, quedando en un silencio un tanto reconfortante, ambos dándose la vuelta.

Quedaron en silencio, las palabras tal vez ya no eran tan necesarias, aunque es muy probable que no tuvieran nada para decir en sí. Caminando al departamento de Keef sin prisas.

── Me gustas mucho.── Lo avergonzado que estaba no me impidieron rozar con pena sus dedos, estirando el meñique en un intento disimulado, siendo tomada su mano cuando ambos meñique se encontraron, entrelazando sus dedos de una forma firme.

── Tu también.── Correspondiendo. Esa fue la declaración más rara que hizo alguna vez Gir, la más vergonzosa, y sentir la seguridad con la que su mano fue tomada además de el tono en sus palabras fue un pequeño subido de emociones, pintando sus mejillas sin querer ante tal muestra de afecto.

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En rollo de chocolate está lo que
pasó antes de que salieran a
comprar, no es necesario que lo
lean.