panqueques y chocolate [KaGr] [HIATUS]

z e s e n d e r t i g

ꈍ◡ꈍ

Se fue un poco hacia atrás producto de la fuerza que se utilizó para lanzar la bola, sintiendo su mejilla arder, abriendo los ojos después de haberlos cerrados por la impresión, dejando un rostro de furia.

── ¡Eso me quemó, idiota!── Gritando en un tono chillón le reclamó al de lentes, pisando fuertemente sobre la nieve.

──¡¿Y qué esperabas? Es nieve!── Sin ganas de insultarlo, dijo lo obvio, recibiendo una mala mirada por parte de su amigo de la infancia.

Agachandose copió las acciones Zim, tomando la nieve entre sus manos para volverla una bola y lanzarla, reanudando su guerra después de aquellos simples gritos. Deteniendose cuando vieron como Gir doblaba para entrar a la entrada del patio de la casa.

── ¿No deberías estar con Keef?── Su manos sostenía la blanca y fría bola de nieve, quedando en una posición que dejaba en claro que iba a lanzarsela a su oponente. Zim mantenía un rostro de confusión al asumir las cosas que hacía su hermano al no tener ni idea.

── Voy día por medio, y ayer fui por una estupidez, no voy hasta el viernes.── Apretando el tirante de su mochila, se encontraba encogido de hombros, todavía desanimado por la rara conversación de ayer que le hacía sentir como un idiota.

Entrando por la puerta de su casa no le prestó atención al echo de qué su hermano junto a su, ¿Novio, amigo? Estaban en el patio jugando en una pelea de bolas de nieve, un miércoles antes de la hora de salida que sería dentro de unas tres horas más; dirigiéndose a su habitación para reclamarse a sí mismo una vez más sobre aquella charla que lo tenía frustrado.

Zim sonrió después de seguirlo con la mirada a la par que decía aquellas palabras; eso significaba que no veía a Keef todos los días. Y no es que no le agradace, pero seguía con ese pensamiento de que él pelirrojo era quien le haría algo a su hermano menor cuando era todo lo contrario, y que algo ya había pasado.

Mirando a la puerta perdido en sus pensamientos, los pedazos de nieve se deshacieron en su rostro, cayendo al suelo al estar desprevenido. Dib había ganado.

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Más allá de la indirecta declaración
de Dib en " vijftien " en donde nunca se aclara que pasó después de eso, la verdad es que no estoy muy seguro, y lo único claro es que son amigos desde hace años y actualmente compañeros de trabajo.