Desde el día que te ví ft. Vinnie Hacker

Capítulo 47 -La gripe-

En el capítulo anterior me equivoqué, puse que los amigos se enterarian de su relación en el capítulo 62, fue un error mío, será en el 52, así que no queda tanto, no sé si os asustasteis al leerlo, pero yo si al darme cuenta de lo que había escrito jajaja, ahora ya lo he borrado y escrito bien, espero que disfruteis de este capítulo.

Después de aquella "cita" que Vinnie y yo tuvimos en el hotel, creo que nuestra relación ha mejorado muchísimo. Estamos más unidos y confiamos mucho más en el otro.

Aunque la regla de mis padres de solo quedar con él dos veces por semana sigue vigente, ahora Vinnie viene a visitarme después del instituto bastante a menudo, a veces hasta viene entre horas para verme mientras almuerzo.

También, para que no vaya andando después de la academia, me lleva a casa él, y ambos estuvimos de acuerdo en usar esos dos dias de manera equilibrada, uno de esos dias, lo pasaríamos él y yo solos, sin nadie más, pero el otro lo usaría para poder quedar también con los demás, porque son mis amigos y me siento rara cuando llevo mucho tiempo sin verlos.

Anoche estuve hasta tarde estudiando ya que al día siguiente tenía un examen, pero sabía que algo no iba bien. Ya horas antes, empecé a tener mucho frío, cosa muy rara teniendo en cuenta que estábamos en junio, y poco después de cenar, una tos muy seca se hizo presente, pero tras sentir que la cabeza iba a explotarme, decidí dejar los libros e irme a dormir, con la esperanza de encontrarme mejor por la mañana.

Como de costumbre el despertador sonó a las 7:20, y aunque aquel molesto ruido tan solo duró unos segundos, penetró tanto en mi cabeza, que hasta tuve ganas de llorar. Tenía muchísimo frío y un malestar en el cuerpo que incluso me impidió moverme de la cama.

―Cariño ¿Estás bien?―preguntó mi madre entrando en mi habitación, antes de acercarse a mí, dejó la maleta colocada en la puerta, había olvidado que iban a irse a Nueva York.

―No me encuentro nada bien―dije muy sutilmente.

Mi padre se agachó para quedar a mi altura y besó mi frente para tomar mi temperatura, luego me arropó con las sábanas para que dejara de temblar.

―Estás bastante caliente―dijo sentándose a mi lado―¿Quieres quedarte hoy en casa? Llamaré al instituto para informar.

―Pero hoy tengo un examen, no puedo faltar―quise incorporarme en la cama, pero me mareé y tuve que volver a tumbarme.

―Seguro que lo entenderán, será mejor que descanses hoy, y tal vez mañana puedas volver y hacer el examen―acarició mi mejilla y yo asentí―Ahora no estoy muy segura de si deberíamos irnos a Nueva York.

―Tranquila, estaré bien, no suelo ponerme mala, seguro que en unas horas se me pasa.

―Bueno―hizo una mueca―Mira, no me gusta dejarte sola y enferma, así que si quieres llamar a Vinnie para que te haga compañía, tiene permiso para venir a casa ¿vale?―yo asentí.

―¿Ocurre algo?―preguntó mi padre entrando en la habitación.

―Creo que está incubando algo―le respondió mi madre.

―Esperemos que no sea muy grave―dijo este besando mi mejilla―¿Se va a quedar hoy en casa?―mi madre asintió.

―Si necesitas cualquier cosa, llámanos, estaremos pendientes del teléfono―dijo mi madre levantándose de la cama.

―Te queremos, cariño―dijeron al unísono mientras salían de la habitación.

[...]

Me pasé toda la mañana en mi cama, no tenía fuerzas para levantarme, tan solo bajé una vez a la cocina a por una botella de agua, que ahora se encuentra medio vacía en mi mesita de noche, y también aproveché para coger una caja de pañuelos, ya que horas después de que se marcharan mis padres, empecé a tener mucha mucosidad.