Desde el día que te ví ft. Vinnie Hacker

Capítulo 62 -La intervención P. 1-

He dividido el capítulo 62 en dos partes, espero que no os importe, pero esque si no quedaba muy largo jajaja, bueno espero que lo disfruteis.

Mis padres regresaron a casa el día siguiente. En ningún momento flaqueé, no iba a contarles nada, al menos no en un tiempo. La razón de ello ya no era por el hecho de que Vinnie me hubiera dejado embarazada, sino por la cantidad de veces que me habían dicho que usara protección y yo no les hice caso. Lo que menos necesitaba ahora es saber que he decepcionado a mis padres.

Mañana tenía cita en aquel centro de salud para realizarme la intervención y mentiría si dijera que no estaba nerviosa, lo estaba y mucho. Vinnie iba a ser el encargado de llevarme y recogerme, y como la cita era muy temprano por la mañana, iba a tener que irme a dormir a su casa, y para ello, tendría que pedirle permiso a mis padres.

―¿Mamá? ¿Papá?―pregunté al entrar en la habitación de mis padres.

Al estar dentro me di cuenta de que estaban preparando las maletas, ¿no acababan de volver de Londres? ¿A dónde iban a ir ahora?

―¿Volvéis a iros?―pregunté algo confusa.

―Si, ¿no te acuerdas que te lo dijimos? Íbamos a ver a la abuela a San Francisco, tiene cita con el médico y aparte de acompañarla vamos a pasar allí la semana―ahora que mi madre decía eso, empezaba a tener lagunas―¿Vas a querer venir? Nos vamos de madrugada para llegar allí temprano.

Aunque me encantaría poder ir, no podía faltar a la cita de las 8:30. Además no es solo eso, no puedo permitirme faltar otra semana más a la academía.

―Tal vez la próxima vez―hice una mueca―Voy un poco atrasada en la academia y no puedo faltar ningún día más, ¿Podremos volver a ver a la abuela después de la actuación?

―Si, claro, supongo que si―mi madre se encogió de hombros, pero no se la veía muy convencida.

―¿Habías entrado para algo no?―dijo mi padre metiéndose en la conversación.

―Ah sí, preguntaba si podía ir a pasar la noche a casa de Vinnie―mi madre y mi padre se miraron.

―Si―respondieron al unísono.

―Vale, gracias―salí de su habitación y entré en la mía.

[...]

Eran aproximadamente las dos de la madrugada, a mi lado Vinnie me daba la espalda, estaba completamente dormido, al menos eso parecía, yo por otro lado, me encontraba tumbada boca arriba, con los ojos abiertos y siendo incapaz de conciliar el sueño.

Nos habíamos ido a dormir hacía más de 4 horas, porque como teníamos que levantarnos temprano, queríamos estar seguros de no estar muy dormidos al despertarnos, pero yo no lo había conseguido.

Vinnie se da la vuelta, y deja apoyada su cabeza en el hueco de mi cuello, lo veo sonreír al instante en que vuelve a sentir mi cuerpo cerca.

―¿Lyn, por qué no intentas dormir un poco?―susurró con los ojos aún cerrados, pensaba que estaba dormido.

―Porque no puedo―dije en un tono extremadamente bajo, no quería despertar a nadie.

Sin separarse de mí, Vinnie alarga el brazo para alcanzar el enchufe de la lamparita de noche, la enciende y se incorpora en la cama.

―No soy un monstruo por no arrepentirme ni sentir remordimientos por lo que voy a hacer ¿Verdad?―pregunté ladeando mi cabeza para mirarlo.

―No, claro que no―respondió y ambos nos quedamos un rato en silencio.