Capítulo 49 -Te lo prometo-

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Hoy había tenido un duro y largo día en la academia, muchas horas de ensayo y estudio, lo único que quería hacer era tumbarme en la cama, pero decidí cambiar de plan, cuando recibí un mensaje de Vinnie, preguntándome si quería ir a su casa. No me lo pensé mucho, y le respondí con un "sí", también le mandé un mensaje a mi madre diciendo que no iba a ir a casa esa noche, que me quedaría en casa de Mack.

De camino a casa de Vinnie, me encontré con un puesto de tacos y burritos, como estaba hambrienta, no me lo pensé dos veces y acabé cogiéndome dos burritos. Me los fui comiendo mientras caminaba, de esta forma también bajaría la comida. Me puse los auriculares y a la vez que comía y caminaba escuchaba mis canciones favoritas.

―¿No hay nadie en casa?―le pregunté cuando abrió la puerta.

―Se han ido a cenar―respondió besando mis labios.

―¿Y no has querido ir con ellos?―lo miré mientras entraba dentro de la casa, él cerró la puerta después.

―Sabía que si te preguntaba de venir ibas a decir que sí, así que no me lo pensé dos veces al negarme a ir―rió, pero tiene razón, pocas veces he rechazado venir aquí―¿Tienes hambre? Puedo intentar hacerte algo.

―He cenado por el camino―sacudí la bolsa blanca de plástico que contenía el poco trozo de burrito que no había conseguido comer.

―Uhh burrito―agarró rápidamente la bolsa, quitándome de las manos, y cogió el burrito.

―Dámelo, es mi cena―me crucé de brazos.

―No quiero―intenté quitárselo, pero levantó su brazo y obviamente yo no llegaba.

―¿Vas a hacer que tu novia muera de hambre?―hice un puchero, en verdad no tenía hambre, pero me gustaba jugar con él.

―No tienes hambre―rió―Nunca dejas comida, y si te has dejado eso, es porque estabas llena, así que no te haré desperdiciar el dinero y me lo comeré yo―desenvolvió el papel aluminio que cubría el burrito.

―Nooo―salté tratando de alcanzarlo.

―Tendrás que atraparme para conseguirlo―dicho eso, Vinnie empezó a correr.

Estuvo corriendo por la cocina, el salón y yo como una tonta le iba detrás, riendo a más no poder, pero acababa de pasar dos horas entrenando y estaba muy cansada, así que me fue imposible pillarlo.

Estábamos en el pasillo, y entramos en su habitación, era mi momento, así que di un último sprint y lo empujé, haciéndolo caer sobre la cama boca arriba.

―Serás bruta―dijo sin moverse.

Yo aproveché para ponerme encima suyo, mis piernas flexionadas a cada lado de su cuerpo, y mis manos agarrando sus muñecas, lo había inmovilizado. Agaché la cabeza y dejé un casto beso en sus labios.

―No vuelvas a robarme la comida―sonreí ante el hecho de que había conseguido bloquearlo.

No sé cómo lo consiguió, pero de un momento a otro, dejé de estar arriba suyo, y ahora era él el que me estaba inmovilizando.

―Ahora no eres tan dura eh―susurró en mi oído, mierda, que haga eso es una de mis debilidades.

Aparté con mis manos los rizos que caían sobre su cara para poder mirarlo a los ojos, aquellos preciosos y avellanados ojos.

―Hazme tuya―me mordí el labio inferior―Quiero ser tuya.

―Joder, Lyn―jadeó―Me pone tanto cuando dices eso.

―¿Ah si?―empecé a recorrer mis uñas por sus abdominales, no llevaba camiseta―Pues vas a tener que esperar un rato―reí y salí de aquella encerrona.

Desde el día que te ví ft. Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora