Capítulo 86 -¿Ha sido buena idea?

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Llegué a San Francisco alrededor de las cuatro de la tarde, no había comido nada en todo el día y aunque no tenía nada de hambre, decidí meter algo en mi estómago, tampoco era bueno no comer y ya había perdido demasiado peso estas semanas, así que me paré en un pequeño restaurante en el aeropuerto.

Un taxi me dejó en frente de la casa de mis padres, ellos trabajaban y no les había avisado de que iba a venir, pero como tenía una copia de las llaves, pude entrar sin problema.

Sé que había venido aquí para estar alejada de Vinnie, y aunque ahora mismo no me arrepiento de nada, también sé que debe estar preocupado por si he llegado bien o no, . O al menos eso me gustaría creer, así que decidí escribirle.

16:28 - Lyn: Por si quieres saberlo, ya he llegado. El vuelo ha ido bien y ya estoy en casa de mis padres.

16:29 - Vin: Vale, gracias por avisarme...

Dejé el móvil a un lado, no quería saber si Vinnie tenía algo más que decirme, en todo caso revisaría mis mensajes en unas horas. Vi el sofá no muy lejos mío, así que al principio me quedé allí sentada sin saber muy bien que hacer, pero terminé tumbándome y quedándome completamente dormida.

―¿Lyn?―preguntó una voz femenina, era la voz de mi madre.

Abrí los ojos encontrándome con el rostro de mi madre muy cerca mío. Miré alrededor, fijando la mirada en la ventana. Ya había anochecido, y si mi madre estaba aquí, era porque mínimo eran las ocho de la noche. Era la primera vez en casi un mes que conseguía dormir más de dos horas seguidas.

―¿Qué haces aquí, cariño?―dejó el bolso encima de la pequeña mesa en frente del sofá.

―¿No puedo venir a ver a mis padres sin motivo?―pregunté sentándome.

―Conociéndote, no―rió―¿Y Vinnie? ¿No ha venido contigo?―hice una mueca y negué.

―¿Y papá?―traté de cambiar de tema.

―Ayer se fue a Nueva York, volverá mañana―me informó.

―Bien, entonces podremos pedir unas pizzas cómo hacíamos cuando estábamos en casa ¿recuerdas?

Cuando mi hermana y yo éramos más pequeñas, mi padre solía irse mucho de viaje, y mi madre se quedaba en casa con nosotras cuidándonos (aunque eso cambió cuando tuvimos edad para poder quedarnos solas), y casi siempre pedíamos pizza para cenar.

―Pero tendrás que contarme lo que ha pasado―yo asentí.

Subí la maleta a la habitación de invitados y mientras mi madre se encargó de pedir un par de pizzas en una pizzería cercana. Durante la cena le conté muy por encima mi situación, omitiendo varias cosas que no eran de su incumbencia, ya que eran demasiado íntimas como para decirlas, pero le conté lo suficiente para que pudiera entenderme.

―Has hecho bien en alejarte―comentó―A veces pasar algo de tiempo separados ayuda, tu padre y yo muy al principio de nuestra relación, lo dejamos durante unos meses―vaya, no tenía ni idea―No digo que lo vayáis a dejar, pero si lo ves necesario, hazlo.

―Mamá no voy a romper con él, si uno de los dos decide romper la relación, te aseguro que no seré yo.

―Evelyn yo solo quiero que estés bien, que seas feliz y que disfrutes de tu vida y juventud.

―Ya lo sé―suspiré―Sé que ha cometido un error, él lo sabe ahora, solo espero que podamos arreglarlo. Quiero estar bien para él ¿sabes? Si no estoy bien conmigo misma, tampoco puedo estar bien para él. Tal vez me haya tomado tan a pecho las cosas porque estaba acostumbrada a estar pegada a él todo el tiempo, y ahora que no es así, me asusta o yo que sé, tal vez me esté volviendo loca―me llevé las manos a la cabeza.

―No estás loca―mi madre acercó su mano a mi mejilla―Te prometo que todo irá bien, y te ayudaré en todo el proceso.

―Gracias―sonreí, aunque pareció más una mueca que una sonrisa.

Ayudé a mi madre a recoger la cocina, pero se estaba haciendo tarde y ella mañana trabajaba, así que después de que todo estuviera limpio, las dos nos fuimos a dormir.

Abrí la maleta para sacar algo de ropa que pudiera servirme de pijama, y me di cuenta de que todo lo que había traído para dormir era ropa de Vinnie, que es la que solía usar en casa. Dudé mucho en si ponérmela o no, pero iba escasa de ropa casual, así que no me quedó otro remedio, todas las camisetas olían a él. Miedo. Empecé a llorar al recordarlo.

23:17 - Lyn: ¿Estás dormido?―una gran parte de mi deseaba que contestara, pero otra muy pequeña quería que no lo hiciera.

23:19 - Vin: No, acabo de llegar a casa ¿Va todo bien?

23:19 - Lyn: ¿Puedo llamarte?

23:19 - Vin: Emm, si, claro.

Ni siquiera me dio tiempo a llamarlo, fue él quien lo hizo, y cuando escuché su voz diciendo mi nombre, no pude evitar soltar otro sollozo.

―Soy estúpida, Vinnie―dije―No debería haberte dejado allí solo, venir aquí ha sido una estupidez.

―Ey no digas eso―dijo―Ni tú, ni nada de lo que hagas es estúpido, Lyn. Has tomado la decisión que creías que era la mejor solución, y tal vez si lo sea aunque ninguno de los dos lo vea ahora. No me gusta estar separado de ti, no me ha gustado nunca, pero tal vez nos venga bien a los dos. Sé que llevas tiempo sintiéndote mal, y los acontecimientos de las últimas semanas lo han empeorado todo, yo lo he empeorado todo. Tómate tiempo para tí, para ponerte bien, es lo único que quiero, que estés bien. Yo voy a cambiar mi rutina, estoy buscando un gimnasio más cerca para poder llegar antes a casa y no pasar tantas horas fuera. Esta vez lo haré bien, te lo prometo, estaré las horas justas y necesarias entrenado, dejaré de jugar y...―lo interrumpí.

―No quiero que dejes de jugar―y era verdad.

―Entonces jugaré mucho menos que ahora, y pasaré más tiempo contigo ¿vale?

―Vale―murmuré y ambos nos quedamos callados unos segundos, en el teléfono solo se escuchaban nuestras respiraciones―¿Quieres que vuelva a casa?

―Si, claro que quiero, pero no lo hagas. Estar allí con tus padres, con tu abuela, te irá bien, despejate todo el tiempo que necesites, yo te esperaré aquí cuando estés lista para volver.

―Tal vez estés unos dias sin saber de mi, quiero desconectar de todo.

―Vale, no importa, haz lo que creas mejor para tí, pero hazme saber de vez en cuando que estás bien, por favor.

―Vale―respondí―Me voy a dormir ya, es tarde.

―¿Podrás dormir?

―No lo sé―dije sincera―¿Podré llamarte si no lo consigo?

―Tendré el móvil a mano por si me necesitas.

―Gracias.

Colgué el teléfono y cerré los ojos, dispuesta a intentar dormir sin Vinnie. Spoiler: No lo conseguí y a las dos de la mañana lo tuve que llamar, y gracias a su voz conseguí dormirme a los 10 minutos de videollamada. No me colgó hasta que supo que no iba a volver a despertarme.

Desde el día que te ví ft. Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora