¡Capítulo 3/3 de la mini maratón!
―I love you so fucking much―susurró―But I hate to see you like this.
Espera un momento ¿Acaba de decir que me quiere? ¿Lo ha dicho de verdad o lo he soñado?
No estaba segura de lo que acababa de escuchar segundos atrás, puede que esté tan cansada que me haya parecido oír eso, o alomejor hasta Vinnie lo había dicho mientras soñaba.
Si realmente sintiera eso por mi, si de verdad me quería, me lo habría dicho a la cara ¿no?
Aquellas palabras me hicieron pensar ¿Yo lo quería? Es verdad que nunca había sentido nada parecido hacia otra persona, sé lo que significa querer a tu familia, querer a tus amigos, pero no tenía idea de lo que se sentía al querer a tu pareja. Puede que esté asustada y confundida, sobre todo después de la noche que he pasado, pero sin duda aquellas palabras habían causado un gran enigma en mi interior.
Volví a despertarme alrededor de las tres o cuatro de la mañana, mis tripas estaban rugiendo y no podía parar de pensar en que tenía muchísima hambre.
Conseguí deshacerme del agarre de los brazos de Vinnie y tras asegurarme de que no lo había despertado ni a él ni a Mochi, que dormía plácidamente en su cama, bajé a la cocina.
Al llegar a la cocina encontré una manzana en la nevera, así que cogí un cuchillo y empecé a pelarla, porque no me gustaba la piel, la corté en 4 gajos y la puse en un plato. Por no comer de pie, me senté en la isla de la cocina y mordí uno de los gajos.
―Ey, ¿Qué haces despierta?―preguntó Vinnie entrando en la cocina, sus ojos estaban ligeramente rojos con visibles bolsas debajo, y su pelo rizado estaba muy alborotado.
―Anoche no cené, así que tenía hambre―me encogí de hombros antes de terminar el segundo gajo.
―¿Cómo va la mano?
―Bien, supongo, pero me duele―desvié la mirada.
―Ahora que estás más tranquila ¿puedes contarme que ha pasado?―empezó a acercarse a mí, pero extendí mi mano indicándole que se detuviera, y luego negué.
―No quiero hablar de eso―murmuré.
―Pues vas a tener que hacerlo―lo miré con el ceño fruncido.
―No lo haré si no quiero―me levanté del taburete y dejé el plato en el fregadero.
―Pues vas a tener que hacerlo, porque como yo estoy viendo las cosas, veo a una menor que se ha escapado de casa de sus padres en plena noche, así que necesito saber porque lo has hecho, y porque no debería llevarte a casa ahora mismo para que tus padres dejen de preocuparse por tí―dijo cogiendo mi brazo al intentar pasar por su lado para irme arriba.
―Pues espera sentado, no voy a abrir la boca―intenté deshacerme de su agarre, y al ver que estaba empezando a hacerme daño, me soltó.
―Habla―ordenó y negué―Necesito que hables conmigo Evelyn.
―¿Qué coño quieres que haga para que te calles y me dejes tranquila?―miré directamente a sus ojos, sintiendo como los míos se llenaban de lágrimas.
Me acerqué un par de centímetros más a él y entonces cogí el bordillo de su pantalón de pijama, segundos después le bajé el pantalón y me arrodillé frente a él.
―¿Quieres que te la chupe? Si así me dejas en paz lo haré―sentí como la voz se me entrecortaba.
―Por dios, levántate.
Vinnie me cogió por los brazos haciendo que me levantara del suelo y luego se subió de nuevo los pantalones.
―¡Déjame en paz, joder!―grité.
―¡No!―gritó de vuelta, haciéndome dar un bote, nunca antes me había gritado―No pienso dejarte en paz.
―Paso de esto, estoy harta―dije mientras me alejaba de él.
Empecé a caminar hacía la puerta trasera de la casa, estaba empezando a sentirme agoviada aquí dentro, así que necesitaba tomar algo de aire frío antes de volver a explotar.
Puede que me esté portando como una imbécil, sé que lo hago, pero no estoy acostumbrada a hablar mis problemas con nadie, ni siquiera con mi hermana, así que tener ahora a alguien que quiera que le cuente todo lo que me ronda por la cabeza, me asusta un poco, tal vez piense que estoy loca, que me pasa algo grave, o que simplemente que soy un desastre de persona.
Pisé el húmedo césped con mis pies descalzos, aquella sensación me alivió, porque todo mi cuerpo estaba muy caliente por haber discutido antes. Ni siquiera me importó mojarme el pantalón cuando me senté en el suelo.
―Siento haberte gritado―dijo Vinnie sentándose a mi lado―¿Por qué no entramos dentro y aclaramos esto? Hace frío y está mojado, te vas a resfriar.
―Me gusta estar aquí, ver la luna y las estrellas me relaja―murmuré relajando mi tono de voz.
―Vale, nos podemos quedar aquí si quieres―susurró cerca de mí. Pasó un brazo por mis hombros y me atrajo a él. No me separé.
―Exploté en mi casa―empecé a hablar―Mi padre llegó enfadado y cansado del trabajo, y casi siempre lo acaba pagando conmigo...―fui interrumpida.
―No tienes que contármelo, he sido un capullo por intentar presionarte, de verdad que si no quieres no me lo cuentes―hice caso omiso a sus palabras y continué.
―Mi padre llevaba calentándome la cabeza desde que había llegado, que si no me había acordado de encender el horno, que si me había ido a mi habitación dejando la pizza en el mármol o que si aún habiendo limpiado y recogido toda la cocina me olvidé de guardar la masa en la nevera―me detuve unos segundos para respirar―Así que exploté, porque no era culpa mía, a todos se nos pueden olvidar las cosas, y se lo dije, no le gustó que le contestase, y empezó a decir cosas como que tan solo era una niña de 17 años, que no hacía nada más que estudiar y cosas así. Me sentí tan tonta en esos momentos, mi padre me hablaba como si tuviera 5 años. Sentí como que no hacía nada bien el la vida, que era una estúpida y que ni siquiera sabía que coño hacia aquí, viviendo, sé que es estúpido, pero no puedo evitar no pensarlo―me encogí de hombros―Lo siguiente que recuerdo fue ver el agujero en la pared y mi mano ensangrentada.
―No eres estúpida, Lyn, son pensamientos que siempre están ahí y cuando nos sentimos mal pues hacen su aparición―empezó a acariciar mi espalda―Siento que tu padre te haya hecho sentir así, y tener un mal día no lo justifica, pero también sé que te quiere, porque es tu padre.
―Ya lo sé, pero me sentó muy mal―envolví su torso con mis brazos, aferrándome más a él―No me vas a hacer volver a mi casa ahora ¿Verdad?―pregunté mirándolo.
―No, claro que no―susurró―Vamos a la habitación ¿vale?―asentí.
No me separé del cuerpo de Vinnie y esté captó mi señal, así que me cogió en brazos y después de entrar al salón cerró la puerta. Subió conmigo en brazos y al volver a la habitación me dejó tumbada en la cama. Mochi intuyó que no estaba muy bien, así que se levantó de su cama y moviendo el rabo llegó hasta donde colgaban mis manos, empezó a lamerme el brazo y la cara, lo que me hizo reír. Luego se subió a la cama y se acurrucó en mis piernas. Adoro a este perro.
Al despertarme a la mañana siguiente Vinnie había ido a por el desayuno a Starbucks, así que cuando bajé al comedor desayunamos los dos juntos. Como intuí anoche, la muñeca no me dolía tanto y aunque seguía con los dedos hinchados y sin poderlos mover mucho, sabía que el dolor acabaría pasándose, así que Vinnie no me llevó al médico, aunque sí que insistió varias veces.
Por mucho que no quisiera, tuve que volver a mi casa, y entonces hablé del problema con mi padre, se disculpó en cuanto me vio cruzar la puerta y yo lo perdoné aunque en el fondo sabía que iba a costarme un poco más de tiempo perdonarlo al 100%, pero no podía pasarme la vida enfadada con mi padre.
Este va a ser el último capítulo de la mini maratón, creo que 3 capítulos subidos de una, está bastante bien ¿no?
Puede que más adelante vuelva a hacer una maratón ¿Qué os parecería? Tal vez una maratón de comprometerme y subir capítulo cada día durante 1 semana, o incluso 2 capítulos seguidos durante una semana, eso podría estar bien ¿verdad?
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Desde el día que te ví ft. Vinnie Hacker
Hayran KurguLyn Ashton es una chica normal hasta que uno de sus videos se viraliza en la plataforma de Tik Tok, eso le permitirá conocer gente como Jordan Huxhold, quien acabará persentándole a Vinnie Hacker, el famoso tik toker de moda. Un trágico altercado ac...