Desde el día que te ví ft. Vinnie Hacker

Capítulo 104 -A medias-

El minuto 50 de la primera película de After se estaba reproduciendo en nuestra televisión de la habitación. Mi cuerpo estaba cómodamente entre las largas piernas de Vinnie y ambos mirábamos la película con atención.

Siento como la mano que Vinnie tenía sobre mi abdomen se hacía camino entre mi ropa interior y su otra mano buscaba mis pechos debajo de mi camiseta. Pronto sus labios se pegan a mi cuello y empieza a dejar húmedos besos, yo tan solo cierro los ojos tratando de disfrutar de aquella sensación.

"Tienes mi consentimiento, es mucho más de lo que yo pude dar" De nuevo esas palabras se hicieron presentes en mi mente como había pasado esta última semana. Abrí de golpe los ojos y me levanté de la cama, dejando a Vinnie muy confundido.

―Yo... emm... ahora vuelvo―me rasqué la nuca nerviosa, sin saber cómo reaccionar.

A paso ligero conseguí llegar al balcón de la habitación y me sentí algo más aliviada cuando pude coger una gran bocanada de aire fresco. Dejé mis codos apoyados en el muro del balcón y escondí mi cabeza entre mis manos. Sabía que debía hablar con Vinnie sobre lo que me dijo la noche del Prom de Nikita, lo había intentado muchas veces, pero nunca sabía exactamente que decir y lo dejaba estar.

―¿Qué te pasa?―dijo Vinnie a mi lado, se colocó en mi misma posición, solo que él me miraba a mí.

―Nada―murmuré.

―Llevas una semana muy rara, Lyn. En 7 dias apenas me has dejado tocarte, y cuando intento entablar una conversación contigo te acabas yendo, así que por favor, dime que te pasa ¿Sigues tomando las pastillas para la ansiedad?―yo asentí. Después de la gran pelea que Vinnie y yo tuvimos a principios de año, empecé a ir al psicólogo y el médico me recetó unas pastillas para la ansiedad y los nervios.

―La noche del prom de Nikita me dijiste algo, pero me da tanto miedo de la respuesta que puedas darme, que he sido incapaz de preguntarte.

―¿Qué dije?―me quedé callada unos segundos mientras observaba el oscuro cielo de la noche, lo único que se veía era una gran luna blanca y redonda.

―Estabas muy borracho y cachondo, me diste tu consentimiento y seguidamente soltaste "Es más de lo que yo pude dar aquella vez"―lo escuché suspirar y segundos después se llevó las manos a la cabeza―¿A que te referias con eso?―pregunté.

―¿Recuerdas que te dije que perdí la virginidad a los 16?―yo asentí―Pues fue con una mujer de 26 años, Lyn―yo me lo quedé mirando sin saber muy bien que decir―Era muy joven, ni siquiera sabía lo que hacía, y no me di cuenta de que aquella mujer había abusado de mí hasta años después. Todos mis amigos decían que era muy guay y me aplaudían por ello, pero yo no lo sentí así para nada.

―Vinnie...―sentí mis ojos llenarse de lágrimas―¿Por qué nunca me lo habías contado?

―Baby, no llores―lo vi haciendo una mueca cuando empezó a limpiar las lágrimas que corrían por mis mejillas―Nunca supe cómo contártelo y sinceramente no es algo de lo que me guste hablar―se encogió de hombros―Pero estoy bien ¿vale?―me cogió por las mejillas obligándome a mirarlo―Pasó hace mucho, y ahora estoy contigo y me siento seguro y cómodo, eso es lo importante.

―¿Por eso siempre me pides permiso antes de...?―él asintió.

―Necesito escuchar que tú quieres hacerlo tanto como yo, y si no tengo eso, no puedo seguir.

―Pero yo nunca te pido permiso para nada...

―Si no quisiera hacer algo, Lyn, te aseguro que te lo diría, no quiero que te sientas mal por eso, obtuviste mi consentimiento total el día que me entregaste tu virginidad.