Desde el día que te ví ft. Vinnie Hacker

Capítulo 85 -No puedo más-

Recuerdo que los primeros días, incluso hasta las primeras semanas todo fue completamente perfecto. No había vuelto a tener un episodio "depresivo" y mi estado emocional iba mejorando cada día.

Aún sigo tratando de entablar amistad con toda la gente. Mia y Kouvr intentan con todas sus fuerzas integrarme al grupo, y Michael siempre trata de hacerme reir. Thomas y Alex, que son los que más graban en la casa, son muy comprensivos y no me obligan a salir en sus blogs de youtube si a mi no me apetece, cosa que se agradece. Así que por parte de la Hype House todo iba realmente bien, pero había un único problema, y ese problema llevaba por nombre Vinnie Hacker.

Recapitulemos un poco. Pasadas las dos semanas de estar en perfecto estado, empecé a ver que era lo que me iba a esperar en un futuro en referencia a mi relación con Vinnie, y fue entonces cuando todo se torció.

Vinnie se había tomado muy enserio el combate de boxeo y estaba entrenando muy duro para estar en forma y poder ganar. Se levantaba cada día a las cinco para poder llegar al gimnasio a las seis. No llegaba a casa hasta pasadas las doce o una, eso dependía de cuantas ganas tuviera de entrenar. Cuando llegaba a casa todos aprovechábamos para grabar tomas para el show de Netflix, aquello nos ocupaba mucho tiempo y apenas teníamos tiempo para comer y descansar.

Uno de los problemas de Vinnie, es que no sabe lo que es el descanso, así que en cuanto acabamos de grabar lo necesario, se va a la habitación a jugar, allí puede pasarse perfectamente 5 horas, horas que podría aprovechar para estar conmigo, su novia. Eso a veces me da que pensar y tal vez se esté cansando de mí...

A veces llega tan cansado que no tiene ganas de hacer nada, ya ni siquiera salimos, hace meses que no tenemos una cita, y ni recuerdo cuándo fue la última vez que me dijo que me quería. Sé que me quiere, pero a veces soy tan insegura que necesito escucharlo.

Eso sí, por muy cansado que acabase al final del día, siempre, pero siempre tiene tiempo para follar y sí, uso esa palabra porque ya ni siquiera lo siento como si hiciéramos el amor. Tengo la impresión que para él ahora soy una forma de relajarse y destensarse antes de ir a dormir.

Cuando sé que él está dormido, lloro. Llevo llorando cada noche desde hace más de tres semanas, nadie lo sabe, porque sé cómo ocultarlo, pero ya no era capaz de soportarlo más.

Hera me despertó alrededor de las nueve o diez de la mañana, mi pelo estaba pegado en mi cara por culpa de las lágrimas de anoche. Me levanté para ir a lavarme los dientes, pero cuando vi mi reflejo en el espejo, no me reconocí.

Me dio tanta impresión verme tan mal que me volví a la cama, en ese momento no pude aguantar más. Empecé a llorar como si me fuera la vida en ello. En este tiempo había aprendido a llorar sin que derivase en un ataque de ansiedad, así que al menos sabía que no iba a quedarme sin aire.

―Lyn ¿Estás bien?―preguntó una voz femenina al otro lado de la puerta. Era Mia―¿Puedo entrar?

Yo no le respondí, estaba demasiado agotada como para hablar, así que aunque fuera a verme así, dejé que entrarse.

―Lyn―dijo apenada al verme―¿Qué pasa?

―Nada―conseguí decir―Estoy bien―me sequé las lágrimas con las mangas de la sudadera y traté de sonreír.

―No, no lo estás―empezó a acercarse a mi―¿Puedo hacer algo para ayudarte?

―¿Puedes decirle a Maddy Crum que venga?―pregunté débilmente―Tengo su número en mi móvil.

―Si si, claro.

Mia, que vio mi móvil encima del escritorio, fue a cogerlo, pero su cara se entristeció más al ver la pantalla.