José
Eran las 5:30 de la mañana, o sea, sábado, un sábado que me la iba a pasar de lujo. Ya que no solo le había dicho a mi madre que me quedaría en la casa de un amigo, sino que ese amigo... Espera, ¿Tobías sigue siendo mi amigo?, no lo creo, seríamos como amantes o algo así, ahora que lo pienso, debemos hablarlo para aclarar todo esto.
—¿No puedes dormir? —me preguntó Tobías mirándome, qué lindo se ve, incluso con lagañas en sus ojos y esa cara de zombie que usa pantene.
—No es eso, de hecho, me acabo de despertar, ¿y tú? —pregunté.
—Lo mismo, pero hace un rato que te veo haciendo caras. ¿Qué está pasando por esa cabecita tuya? —preguntó girando para acomodarse y verme bien.
¿Cómo hace para que la mas minima tonteria se vea linda?, no lo entiendo la verdad.
—Algo, de hecho es algo sobre nosotros. ¿Qué somos? —le pregunté.
—Am, ¿amigos?, no lo sé, no lo hablamos. ¿Qué quieres que seamos? —consultó.
Es mi amigo, bueno era, pero no por eso no voy a ser deshonesto con él, además lo quiero, así que desde ahora no lo pensaré y le diré lo que siento.
—Quiero que seamos más que amigos, ya te dije que me gustas, y quiero estar contigo de una forma más que solo como amigos —dije.
Cuando acabé de decir eso pude ver como su mirada se iba hacia abajo, y se notaba un muy notorio sonrojo en toda su cara «¡Es tan lindo!, me lo comería a besos» pensé. Siempre ha sido muy expresivo con nosotros, cuando hay más gente suele hacer pequeños gestos que demuestran cómo se siente, en es somos parecidos.
—Yo también quiero eso —dijo y antes de que dijera algo, él se lanzo arriba de mí y me dio un beso.
«Vaya que este hombre aprende rápido de como se hace esto».
A medida que se iba intensificando el beso ambos nos agarramos más fuerte, del cuello, el cabello, la cadera, nuestras manos no paraban y tampoco se quedaban en un solo lugar, claro que no, iba a por todos los lugares de nuestro cuerpo.
Reclamándolo, haciéndolo mío, y el suyo, dejando marca, hasta que en un momento mi boca dejó la de él y con ganas de más fui hasta su cuello, ahí le fui dejando marcas de que había estado yo en ese lugar. Más de un chupetón mío se quedó en su cuello y de hecho, moví su remera, abriéndome paso por su clavícula y hombros, también iban a ser míos, él intentando callar sus gemidos hasta que le dije:
—No te calles, me gusta oírte —susurré en su oído.
—Son sonidos vergonzosos —dijo algo tímido.
—Conmigo no tienes que tener vergüenza. Además, si continuamos así no dudes que haré que esos gemidos se vuelvan gritos de placer —dije he hice que mirara.
Cuando veo sus ojos, pude ver como unos ojos a puntos de soltar lágrimas me miraban. Entonces me detuve, entendí lo que pasaba y paré.
—¡Ay!, lo siento mucho, enserio, lo siento, no volverá a pasar, te lo juro, perdón. ¿Te lastime mucho? ¿Fue lo que dije? ¿Fui muy rápido? ¡Perdón!
—No, oye, no, está bien. Es solo que me llegaron muchas emociones de golpe y tú sabes que las lágrimas algunas veces me salen de golpe por la situación, está bien, en serio, ya no tienes que disculparte —dijo tratando de hacer menos la situación.
—Aún así, no está bien, fui muy rápido para lo que tú estás acostumbrado, debo disculparme por eso. Me pasé, perdón —me disculpé.
—No, en serio, es solo que es la primera vez que experimento algo así, por eso las lágrimas, y está bien lo que pasó. De hecho, no me disgusto, solo se sintió un poco raro al inicio porque era la primera vez que hacía algo así, pero solo fue por eso, en serio —insistió.
—¿O sea que eres virgen? ¿O es la primera vez que haces algo así con un hombre? —pregunté.
—He tenido novias, sí, pero nunca pasó nada con ellas, de hecho, creo que lo máximo que pasó fue que nos tomamos de la mano, ni siquiera nos llegamos a besar o algo así. Pero contigo, contigo quiero que eso sea diferente, quiero probar muchas cosas contigo, quiero hacer cosas que nunca hice junto a ti, quiero vivir un amor libremente a tu lado —confesó y yo me quedé perplejo.
Pero al final mi única respuesta fue una pequeña y rápida movida de cabeza, para volver a besar sus labios hasta que quedaron rojo de la hinchazón que nos quedó en los labios por tanto que nos besamos.
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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]
Romance"¿Qué harías si un día ves bajar semidesnudo al vecino que te gustaba cuando eras pequeño? ¿Y si tus amigos te dijeran que a ellos también les gusta él? ¿Y a ti también te gustan tus mejores amigos?... Y aparte, a nadie le molesta eso". *** -Capítul...