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Deian

Nicolás nos había mandado un mensaje a todos para que vayamos a su casa, su mamá y hermana como de costumbre salían para la casa de la vecina. Joder, esas chicas jamás van a dejar el chisme, pero bueno, se entiende en parte el porqué les gusta tanto.

Toque la puerta, espere unos segundos hasta que él me abrió. Al vernos se nos salió una sonrisa, no podemos ser así, somos unos niños enamorados.

«Dios, dime que no voy a ser siempre así de cursi» pensé.

—Hola —dije y le di un beso.

—Hola, pasa —. Se corrió dándome lugar para entrar.

—¿Los demás llegaron? —pregunté.

—Sí, están en la pieza —respondió.

Al ya estar todos ahí reunidos, él respiró hondo, se notaba algo tenso, pero antes de que alguien dijera algo habló. O hizo el intento, porque al momento de abrir la boca la cerró, así una vez más, hasta que en el tercer intento al fin dijo algo.

—Un amigo de mi mamá vino a casa, bueno, no sé si amigo amigo, pero es un conocido de ella. Como dije, vino y me dijo un par de cosas, un par de cosas que seguramente les gustara oír. O sea, de momento no he ido ni una vez a donde mi invito, pero si mi mamá confió en él debe ser buena gente, igual no se veía malo. Hasta se podría decir que era parecido a Tobías —. El mismo lo interrumpió.

—Y te dijo que —dejo la frase en el aire para que Nico la continuara.

—Me dijo, bueno, realmente me ofreció trabajar con él, limpiando el lugar donde hace tatuajes, y también su hermano le dijo que estaba buscando a un camarero —comentó Nicolás.

Se veía algo nervioso, bueno, realmente muy nervioso, desde chicos que es así, varias veces, casi siempre me da ternura, pero también hay veces, como esta, donde me gustaría que tuviera más confianza en sí mismo, las cosas que logra, etc.

«Me gustaría que fuera así, y tengo fe en un futuro que así será» pensé mientras sonreía.

—Eso es grandioso —dijo Andy al instante, mientras se acercaba a él con los brazos abiertos.

—Literal, felicidades —. José lo abrazo junto a Tobías mientras también lo felicitaba.

—Es genial Nico, y te va a ir genial —dije abrazándolo también.

Luego de eso yo le di un beso, seguido a mi José, luego Tobías y finalmente Andy. Él tenía una pequeña sonrisa y sus ojos estaban algo mojados, parecía a punto de llorar, aunque para este momento parecía de felicidad.

—Gracias —musitó el más pequeño.

—¡Bueno!, mucho amor, ahora: ¿cuándo empiezas a trabajar? —pregunto.

—Am, mañana, quizás. Sí, creo que mañana —dijo Nico.

—Entonces que haces aquí, anda a mi casa, la quiero bien limpia, así aprenderás como se trabaja de verdad —sentenció José.

—Ya quisieras, vos vas a limpiar tu casa —dijo Nicolás fingiendo enojo.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora