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Nicolás

Habían pasado algunas semanas de la segunda vez que tuvimos ese encuentro. Desde entonces ya habíamos hecho varias cosas, pero nunca hecho eso... O sea, incluyendo eso de que un pene esté dentro de algún agujero, por donde no haya estado antes (o al menos en mi caso y el de Tobías... Ahora que lo pienso, ¿Andy habrá sido algo vez el pasivo?).

Que sí, que seguía siendo virgen por el culo, al igual que Tobías. Aunque no sé porque siento que eso se esta por acabar... No es como que me de miedo, me moleste o algo parecido, además de que me daría igual con quien de nuestro grupo dejara de serlo, ya que la confianza que nos tenemos, y lo bien que nos hacemos pasar entre todos, hace que desee que ese momento llegue pronto. Al mismo tiempo no, ya que como jamás lo hice, tengo miedo de que me duela, pero también al mismo tiempo quiero ver lo bien que me siento con una pija adentro.

Uy, nene, sos un indeciso de mierda vos.

Rodeé los ojos y seguí prestando atención a lo que estaba diciendo Andy, ya que sí, estamos aquí, de nuevo. Mi pregunta es si Lisa no se pregunta porque pasamos tanto tiempo aquí, o sea sí sé porque, pero también al saber que hacemos algo más, está ese morbo de que en cualquier momento ella puede entrar y como no sabe nada de la otra cosa que hacemos, nos ve, ese momento no me gustaría vivirlo.

—Muy bien, chicos. Y como siempre, si todos entendieron lo que dimos hoy podemos dar paso a nuestra hora, y por lo que veo ya lo están deseando —dijo Andy acercándose de un manera peligrosa, pero a la vez excitante a Deian.

Ellos dos han tenido intimidad, pero tampoco tanto como el resto, ya que por algún motivo no se deja tanto como el resto, por eso Andy le presta una atención particular a él. No me molesta, ya que me gusta la atención que me da, y también debo admitir que me gusta verlos de esa forma, es algo... Bueno, algo que me gusta.

—Si así te parece, es tu interpretación —dijo Deian siendo como un gato arisco, de nuevo.

—Parece que debo seguir adiestrando a esta pequeño gato arisco —. Así lo llama Andy, y alguno de nosotros a modo de broma.

—Ya te he dicho lo que opino de ese nombre —. Deian se levanta y se acerca hasta el escritorio de Andy.

—Dices cosas y haces otras, aunque he de admitir que me gusta la rebeldía, más en ti. Es como que te queda, es una marca tuya que adoro —. Él se acerca y agarra los brazos de Deian, lo arrima al escritorio, y hace que se acueste boca abajo sobre el.

Esto provoca un pequeño gemido por parte de Deian. Andy pasa a acariciar su parte trasera, y algo rápido baja sus pantalones dejando nos una perfecta vista de su culo. No me sentía mal por como lo trataba, ya que me calmaba saber que todo trato aquí estaba consentido y que si algo no nos gustaba pararía lo que esté haciendo. Además, no sé porque siento que a Deian le gusta que sean un poco rudo con él.

El mayor abrió un cajón del cual sacó vaselina y hundió sus dedos en ella, pasó sus dedos por alrededor del orificio, aunque no tardó mucho en meterlos dentro de el joven. Se movían de una forma algo rápida, buscando ese punto en el que se sentiría bien, y no tardo mucho en encontrarlo por los gestos del gato arisco.

Deian gimió, sus gemidos eran tan lindos, su voz se agudizaba cuando estaba en este tipo de situaciones, a comparación con la que usa en situaciones comunes o cotidianas.

—Eres realmente bello —. Andy le dio un beso en su mejilla.

Luego de un rato dándole placer saco sus dedos, abrió su pantalón, se colocó el condón y cambió la postura en la que estaba el Deian. Lo puso boca arriba en la parte izquierda de el escritorio, así podíamos ver bien toda la escena, claro que eso nos complació mucho, aunque solo se veía complacido José, Tobías y yo aún seguíamos siendo algo tímidos en este aspecto, pero eso no evitaba que nuestras manos acariciaran, con algo, mucha fuerza nuestra entrepierna, cuando hago esto nunca llego a acabar, quiero hacerlo, pero al final se  termina bajando sola.

Andy acercó su boca y lo besó, su mano derecha masturbaba el miembro de Deian, y la otra colocaba su propio miembro adentro de él, el mismo estaba algo tenso, agarrándose de las mangas de Andy, y por lo que vimos le dolió un poco la entrada, pero no pasó mucho hasta que dijo:

—Muévete.

—¿Seguro que ya no te duele? —preguntó Andy.

—No, ahora, ya, muévete —rogó.

«Si que le gusta, a pesar del dolor se la pasa bien y hasta ruega por más... ¿Cuándo llegará mi momento?».

—Está bien —respondió.

Así pasó a mover su cuerpo, algo lento al inicio, pero después fueron movimientos cada vez más rápidos, con más precisión, y de fondo se oían los gemidos de ambos, más suspiros por parte de Andy, mientras que Deian gemía casi sin control.

—Joder —soltó José tocándose sin pudor.

Si bien aún no haré ese tipo de cosas, al menos he avanzando en el sentido de que puedo ver a dos hombres o más hacer ese tipo de cosas y reconocer me gusta, al menos mientras estoy en un entorno de confianza... Creo que es algo, al menos.

 Creo que es algo, al menos

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—Me vengo —dijo Deian.

—Yo también —dijo Andy.

Ambos casi al mismo tiempo gimieron algo fuerte, mientras que los movimientos de Andy se hacían más lentos, pero seguía dando fuertes estocadas a Dei. Hasta que al final los dos quedaron devastados sobre el escritorio.

—Muy bien. ¿Quién quiere ser el siguiente? —decía Andy mientras se recomponía y daba una suaves caricias al abdomen de Deian, que aún seguía con una respiración acelerada.

Aunque me nacía del alma decir "yo", una parte de mí quería que alguien fuera antes y después si seguir yo.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora