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Nicolás

Ya habían pasado dos meses y todavía seguían sin conseguir trabajo. Con los chicos hemos estado hablando mucho sobre el tema de la mudanza, y ya le platiqué algo de eso a mi madre, se lo tomó mejor de lo que esperaba.

Seguramente cuando consiga trabajo y antes de hacer cualquier cosa le diga, creo se va a preocupar un poco, pero tampoco va a hacer nada drástico o algo así.

Y una cosa que me gusto, es que conocí oficialmente a la familia de todos mis novios. Sip, familias y novios, que vida, ¿quién lo diría que terminaría así? ¿Y qué me gustaría tanto?

—Tonto, mamá te llama —dijo mi hermana pasando por mi pieza.

—Sí, ya voy —. Me acomodé la ropa y fui hasta donde estaba ella, que era la cocina. Estaba sentada con un señor. —Hola, soy Nico —dije saludando al hombre.

—Hola, soy Santiago —me saludo.

—¿Viste Nico que la otra vez me hablaste de que querías trabajo y que te gustaría probar trabajar en algo? —dijo mi mamá.

«Ay, no es lo que yo creo que es» pensé.

—Sí, me acuerdo —dije mirándola fijamente.

—Bueno, yo soy tatuador, y tengo un estudio, ahí conocí a tu madre. Y si tú quieres puedes probar ir a limpiar, y te enseño donde van las cosas, además de que irías unas tres veces a la semana. Y si no es suficiente para ti, mi primo tiene un restaurante y uno de sus meseros se está tomando unas vacaciones, así que irías los dos días que no trabajas conmigo lo harías con él. Si te parece, obvio —dijo él tranquilamente mientras hacía ademanes con las manos.

«Lo que es tener una madre que la conozca toda la ciudad, lo que es».

—Bueno, pues, me gustaría probar —le dije.

Claramente, no le iba a decir que no, eso es solo cuando una extraña te quiere subir a su auto. Además, ¿cuántas veces te ofrecen trabajo así como así?, pocas o casi ninguna. ¿Debería comenzar a preocuparme?, no, eso cuando le tenga que decir a los chicos sobre esto.

—Excelente, bueno, mañana si quieres puedes empezar viendo y te muestro las cosas, comenzamos despacio —me comentó.

Que aparentemente va a ser esta tarde. Y no, no es que no me quería mudar, en serio quiero hacerlo, solamente es esta mente mía que me martiriza por todo.

—Genial —solté.

—Bueno, adiós, un gusto en conocerte —dijo y nos dimos la mano.

—Lo mismo digo, chau —lo saludo y veo como se va por la puerta.

«Bueno, debo admitir que es un poco adorable».

—¿No es genial?, mi niño ya tiene trabajo —. Me dio un abrazo.

—Sí, genial, ahora, si no me dejas respirar, ya no abra ni hijo, ni hijo con trabajo.

—Oh, sí, tienes razón —. Me miró y enseguida se fue. —Debo comentarle de esto a la mamá de José.

—¿Por qué a ella? —pregunté.

«Oh, genial, ahora debo preparar las palabras que diré. Joder, que nervios» pensé.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora