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José

Ya está, ya es el día, ya tenemos todo, más o menos, yo agarré un par de ropas, mis otras cosas, como... ¿A parte de mí ropa que otras cosas tengo yo?, a cierto algunos comics que comencé a leer y nunca terminé, figuras de acción, posters de cuando me gustaban las cosas de terror. Mis monos chinos dándose por el Anastasio.

—Te juro que, aunque quiera, no puedo imaginar esta casa tan tranquilo, callada, sin cucarachas o tu desorden —. En su cara había una tristeza muy grande, además de que llevo su mano a su pecho y suspiró.

—¿Ay, que linda mamá, gracias? —dije algo dudoso.

—Ay no, no lo decía por eso. Sino que hoy a estar tan feliz de no tener que juntar tu mugre, decirte que te calles, va a ser un sueño vivir aquí sin ti —soltó una risa y luego de ver que terminaba de empacar se quedó un momento más en la puerta, pero enseguida corrió a abrazarme.

—Vaya, y yo que creí que jamás estaría vivo para ver o sentir algo como esto.

—Cállate mocoso insolente, tras que expreso mis sentimientos, tú dices algo como eso —. Se separa de mi—. Uno: Nunca laves la ropa de color con la blanca. Dos: Siempre lava las cosas después de que las usas, luego te olvidas y haces una montaña de mugre y cosas sucias, así no vas a durar un mes con ellos. Tres: Fíjate bien que compras, cuánto gastas y Siempre mira la fecha de vencimiento. Y cuarto: No dejes que te estafen, tu estafa.

«Consejos de vida con mi mamá, era de esperarse que me dijera eso, pero aun así sorprende».

—Mejor te lo escribo —. Salió de mí cuarto.

—Okay, por lo menos algo de ella tendré para recordarla —. Levanté los hombros y me fui hasta la puerta.

Pasé por el pasillo, vi las fotos, «así que en serio me voy. Jamás creí estar vivo para ver algo así». Fui hasta la puerta, me quedé ahí un ratito hasta que llegó mí mamá, me dio un papel doblado, ya sé que hay escrito dentro.

—Bueno, supongo que éste es el adiós. El adiós. Te vas —. Literalmente de veía como aguantaba las lágrimas—. ¿Fui una buena mamá? —preguntó.

—¿En serio lo dudas? —solté una risa y casi se me cae una lágrima—. Fuiste la mejor.

—Bueno, cuídate chamaco y si te echan ya sabes que aquí no puedes volver, tu habitación la convertiré en un almacén, que lo sepas —dijo mientras su mano que estaba en el pecho temblaba.

—Adiós mamá, nos veremos luego —. Le sonreí.

—No, eso no va a pasar —. Negó con la cabeza mientras sonreía.

Mientras caminaba hasta donde estaban los chicos, me detuve un momento, abrí el papel que ella me dio y no pude evitar soltar una pequeña lágrima.

"Éste siempre será tu hogar, no lo olvides, te quiere.

Tu mamá".

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora