A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]

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Deian

Luego de hacer que José se tomará una más que merecida siesta de 9 horas, como todo el mundo debería hacer luego de tanto arduo trabajo, yo me quedé viendo y deleitando mis bellos ojos con el sensual cuerpo dormido de mi lindo novio (y prácticamente marido, digo solo nos faltan los papeles). Estaba por ir a la cocina para buscarme algo de comer y seguir haciendole compañia cuando veo que empieza a resucitar, entonces agarro el vaso con agua que tenía listo para el y me quedo esperando que termine de despertar.

—¿Qué pasa? ¿Qué hora es?... ¿Estoy muerto? —dijo casi que en estado moribundo.

—No, no estás y estarás muerto. Solo dormiste un rato, bastante largo, pero un rato. Igual, no te preocupes, los chicos te dejaron sanguches de miga para que comieras cuando despertarás, y aca tenes agua, por cierto, te voy a prohibir que bebas monster por el resto de tu vida, con las que tomaste anoche te debieron bastar para como 40 años —lo reté.

Luego de como 40 minutos, después de tomara una ducha, y comiera algo de comida real, finalmente se acostó en la cama, no aguante y me fui a acostar junto con el, al fin y al cabo era invierno y algo de calor nunca venía mal.

—¿No tienes que trabajar tu también? —me preguntó divertido mientras se ponía de costado y me miraba, nuestros rostros estaban a centímetros de distancia.

Estos momentos me recuerdan tanto a cuando éramos adolescentes, unos tonto y jóvenes chicos que les gustaba divertirse estando juntos, los cuales aun sin saber nada de nada y menos de amor, aun podían afirmar que se amaban con locura.

—Si, bueno. Digamos que las ventajas de ser tu propio jefe son que podes elegir tus horarios de trabajo.

—¿Y desde cuando siendo arquitecto eres tu propio jefe? En todo caso yo seria mi propio jefe —pregunto confundido.

—Ay yo que se. Solo se que dentro de mis prioridades esta el cuidar de mi novio, no terminar un tonto edificio —José me miro mal—, además ya termine los planos mientras vos estabas dormido.

—Ese es mi chico —se acerco lentamente a mi para darme un suave beso en los labios.

—Hace mucho que no hacías eso, espero que ahora lo vuelvas a hacer mas a menudo —me puse encima de el.

—Bueno... creo que ahora es un momento perfecto para compensarte —me dedico una sonrisa traviesa mientras me miraba con lujuria.

—Eso es a lo que me refería.

Comenzamos a besarnos, pero esta vez no fue como antes, ahora era con mas intensidad y pasion, con ganas de comernos. Con algo de torpeza, ya que no queríamos dejar de besarnos, nos sacamos la ropa, la cual quedo tirada en el piso, mientras que las manos del otro pasaban por nuestros cuerpos como si fuera la ultima vez que lo tocaríamos, lo que tiene haber estado tanto tiempo sin hacer este tipo de cosas.

—Vamos, sabes que lo quieres, métemelo —me susurro en el oído derecho provocándome un escalofrío y tambien que me pusiera mas duro de lo que ya estaba.

Con rapidez moví su cuerpo dejándolo con las piernas abiertas y su entrada expuesta a mi, busque en el cajón que estaba al lado de la cama el lubricante y una caja de condones.

—Calma cariño, todo a su debido tiempo, ¿no? —jugué un poco con el.

—¿Te gusta ser malo? ¿eh?

—No, solo me gusta verte enfadado. Ademas es mas divertido cuando ruegas por ello —le susurre en el oído.

Me puse el condón en mi miembro, y me moje los dedos en lubricante. Comencé a darle placer con mis dedos, el gemia mientras que tocaba el punto dentro de el, sus piernas estaban temblando y de su miembro goteaba el pre semen, así que sin hacernos esperar mas a ninguno, me introduje en su interior, haciendo a los dos soltar un gemido ahogado.

Se siente tan bien, como de costumbre.

Inicie dando estocadas lentas pero fuertes, para luego de unos minutos mientras que el volvía a acostumbrarse, seguí aumentando la velocidad al mismo tiempo que mis manos agarraban fuerte sus piernas, el estaba aferrándose a las sabanas. Nuestros cuerpos chocando una y otra vez, al final y con la fuerza que lo estábamos haciendo la cama también comenzó a hacer ruido, chocando contra la pared y crujiendo, tantos años aguantandonos dio sus frutos.

—Vamos —soltó Jose —, estoy cerca.

—Yo también. 

Como si no pudiera ser de otra forma aumenté aún más la velocidad, ambos estábamos apunto de llegar a ese añorado clímax, mientras que la pobre cama no podia mas chocando una y otra vez con esa pared que había comenzado a desgastarse, un golpe mas y despues oro, los crujidos también se hicieron más fuertes, crujidos y chirridos, como si la estuviéramos llevando hacia atrás y después hacia delante.  Con la fuerza que habre estado agarrando a José, seguramente le dejaré marcas, y qué decir de él, ya no solo estaría agarrando las sábanas, sino también parte de el colchón con la fuerza que lo estaba haciendo.

—Un poco más —dijo José como pudo.

Tan cerca...

Seguí y seguí con toda la fuerza que mi cuerpo me daba, después de haber estado varios minutos con la misma intensidad. Al cabo de unos segundos pude escuchar el crujido de la madera más fuerte de lo normal, ni se me paso por la cabeza lo que eso podía significar, en mi mente solo había lugar para nosotros y lo que estábamos haciendo, y por supuesto, lo bien que se sentía. Ahí estaba, lo podía sentir, estaba cerca, demasiado cerca, casi rozando el éxtasis, por lo que me permití usar toda mi energía en las últimas estocadas, todo para llegar y hacer que el tambien llegara a este sentimiento de felicidad.

—Ay —solté para acto seguido dejarme caer a su lado.

—Sabes que es muy probable que hayamos roto la cama, ¿no? —me preguntó.

—Ay José, ahora no —. Ahora era mi turno tomar una más que merecida siesta de 14 horas.

•••

Por si no les llegó la notificación (o por si no me seguían, síganme ರ⁠╭⁠╮⁠ರ) hace un tiempo publiqué la mini historia de la adolescencia de Tobías. Y espero que pronto pueda hacer y publicar la de Nicolás (ya sé que música ponerla los capítulos y más o menos de que se van a tratar, solo que me faltaría el paso más difícil y un poco tedioso, que sería escribirlos). Además, yo les recomendaría estar atentos a esta historia el: lunes, miércoles y viernes de la siguiente semana.

Nos leeremos después bombones dulces (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠❤