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Deian

—Che, ya que pasó lo que pasó, y dijimos lo que aún no me creo que dijimos. Además de que con el quilombo que hay en mi casa, no quiero volver ahí. ¿Qué tal si me quedo a dormir esta noche en tu casa?, aunque no creo que pase lo que solía pasar las veces anteriores que vine.

—Eh —respondió sonrojado—, apenas si nos dijimos que nos gustamos, además, es muy pronto y yo sigo siendo virgen —dijo tapándose como si estuviera desnudo ante mí o algo así.

—¿Yo hablé de coger?, sos alguien muy pervertido a diferencia de lo que todos creen —dije.

—Bueno, yo nunca dije que era un santo ni nada parecido. Pero bueno, creo que estaría bien si te quedaras, pero en todo caso que así fuera, ¿qué se supone que haríamos diferente a las veces anteriores? —preguntó todo inocente.

—Aunque lo estúpido en ti prevalece. No puedo creer que seas el más listo del grupo —dije bromista, más o menos.

—Ey, respondé.

—Besarnos, hablar de lo que pasó, tocarnos un poco, y que pase lo que tenga que pasar —. Terminé de hablar, y lo volví a ver todo sonrojado y mirando al suelo.

—Bueno, quédate.

«Cuando quiere este chico puede ser endemoniadamente lindo».

Eran las 23:29 de la noche, ya habíamos comido, su madre todo encantadora dejó que me quedara, y cuando Nicolás estaba apunto de sacar la cama de abajo de la suya, para que yo durmiera ahí, lo frené y me saqué la remera.

—Pero —. Tragó saliva algo fuerte—, ¿dónde vas a dormir? —preguntó.

—En tu cama, obvio.

—¿Y yo? —. Se señaló.

—Sobre mí, obvio —. Me acerqué hasta que quedamos de frente—, ¿me vas a negar que nunca has pensando en que algo así pase?, además de que la cama es tan grande y sobra espacio para que yo duerma con vos.

—Está bien —dijo mirando hacia otro lado.

—Perfecto —dije desabrochándome el jean y acostándome en la cama—. ¿venís o qué?

—Ya voy —tartamudeo.

Como si fuera un niño, se sacó la remera y se puso un short. Después de eso dudó unos segundos, antes de acostarse sobre mí, pero al final lo hizo, y puse mi mano sobre su brazo. Moví mis dedos de arriba a abajo, dejando que la punta de ellos rosara suavemente sobre su piel, él poco a poco se estaba quedando dormido, pero antes de que lo hiciera dijo algo que hizo que mi corazón diera un salto.

—Si esto es un sueño, por favor, dejá que dure un rato más. Amo esto.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora