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José

«Okay, vamos, no es nada, tu mamá siempre ha estado para ti, solamente debes decirle, ¡No es nada!, estás dando más vueltas que perro para echarse, cuando realmente no importa, solo debes decirle, son pocas palabras. Le cuentas todo a tu mamá, le tienes esa confianza, así que ¿Por qué no contarle esto?» pensé mientras daba saltos en mi habitación, sacudiendo mis manos y respirando de forma exagerada.

—A ver, mamá estoy enamorado, ¿Eso no es muy cursi?. Mamá me gustan 4 hombres, no, muy directo. Mamá, ¿Te acuerdas de los chicos que te conté la otra vez?, pues, resulta que me gustan, bueno, creo que todos nos gustamos, y sí, es tan raro como suena, bueno realmente no, de hecho la relación que tenemos es como cualquiera, nada más que con más personas a dentro de ella, si, no es tan raro —. Mis ojos miraron por la habitación en busca de algo que me ayudará, hasta que vi la ventana del demonio y ahí estaba Andy, apoyado en el borde, al verme sonrió—. ¿Escuchaste todo? —. Él asintió. —, ¿Sonó tan mal como me pareció? —. Negó y levantó el pulgar—. Okay, si, no es nada, solamente debo ir hasta donde esta mamá y —. Pare en seco al ver que ella estaba ahí, con la canasta de la ropa, apoyada en el marco de la puerta, mirándome

—¿Se cuidan los 4? —preguntó.

—Sí, obvio —dije con obviedad.

—¿Te sientes feliz con ellos? —preguntó.

—Mucho, si, muy feliz —. Sonreí al pensar en cuando estoy con ellos.

—¿Te han hecho hacer algo ilegal? —preguntó.

—Em, no, creo que no. No, no —dije seguro de lo que decía.

—¿Han hecho que hagas algo que tentara contra tu salud? —preguntó.

—No, no lo han hecho.

—¿Te han lastimado de alguna forma? —preguntó.

—Que no mamá, no son ese tipo de personas, de hecho todos están mucho más cuerdos que yo, excepto por Deian, aunque él nunca haría nada que nos lastimara —comenté.

—Está bien, ya entendí. Pero, ¿Los amas con todo tu corazón? —preguntó estando enfrente de mí.

—S-si, si, los amo.

—Está bien, ahora cambia las sábanas cerdo cochino, que sucio no te quiere nadie, ni siquiera tus noviecitos —se quejó y se fue.

—Vaya, fue más fácil de lo que pensé —dije y mire para la ventana, ahí seguía Andy.

—Tu mamá tiene razón, cambia las sabanas —dijo desde su ventana.

«Este chico...». Sonreí mientras negaba con la cabeza.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora