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José

Aquí estábamos, Tobías, Nicolás y yo, dándonos placer, Andy y Deian aún no terminaban de trabajar, por lo que nos teníamos a los tres para pasar un buen rato, y claro que lo estábamos haciendo. Mientras que yo le estaba dando por detrás a Tobías, él le estaba dando por detrás a Nicolás.

Nico estaba a cuatro patas, agarrando las sábanas mientras soltaba leves gemidos, además de que la cama ya estaba llena de fluidos, pues llevábamos un rato haciendo esto.

— Tobías, seguís así, vas a hacer que yo... Dios —murmuró Nico mientras dejaba escapar otro jadeo, casi que no podía más con su cuerpo.

Lo sentía todo caliente, la transpiración caía hacía las sábanas, mientras que algunas veces, casi que por acto reflejo, mi lengua salía de mi boca y mi saliva terminaba sobre Tobías, él mismo agarraba por las caderas a Nico, que se notaba que ya estaba por llegar.

«Mierda, ya falta poco para mí también, se ven tan sexis así» pensé.

Mis manos estaban alto flojas intentando agarrar a mi novio, sin pensarlo mucho comencé a hacerlo más rápido, moví y moví mis caderas, cosa que empezó a hacer Tobías también, los dos al mismo tiempo. Tratando de disfrutar lo más que podamos este excitante momento, que estaba por llegar a su fin.

—Un poco más profundo —dijo Tobías con esa expresión de que quedaba muy poco para que llegara al clímax.

—¿Así? —pregunté, casi no reconocía mi voz.

Cada vez todo se volvía más confuso, y nos llenábamos de deseo, hasta que este mismo desbordaba de nosotros, y todo poco a poco perdía más el sentido, hasta que lo único que queríamos hacer era terminar, nada más, solo llegar.

—Vamos —susurré.

«Seguramente dejaría una marca en su cadera, aunque no es como que no lo haya marcado antes, de hecho, me gusta ver el resultado de mí en él» pensé y me lamí los labios.

—Ya —soltó Nicolás y supe que ya había llegado.

Luego una pequeña descarga de electricidad empezó en mí abdomen, y siguió por todo mí cuerpo, había terminado.

Pude ver que Tobías también, por lo que nos acostamos en la cama, Nicolás en el medio, Tobías y yo a su lado, comenzamos a respirar un poco fuerte y a relajarnos un poco.

—¿Y? ¿Qué tal estuvo? —pregunté.

—Muy, muy bien —dijo Nicolás, me acerqué a él y pase mi mano por su pecho.

—Muy bien —dijo Tobías por lo bajo.

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora