A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]

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Deian

Después de tantos años de relación, habíamos estado de distintas formas con los chicos, pero creo que esta es la que más ansias me había generado, quería saber que se sentía estar dentro de alguien al mismo tiempo que otra persona también lo estaba. No había querido decir mucho ni insistir porque no quería que nadie se sintiera presionado para hacer cosas que no quería o que le daban miedo cof cof Nico cof cof, pero con la mirada que me dió hace un rato, creo que él en serio quería probar esto. «Que tonto que es, si quería hacer esto desde antes, tan solo hubiera tenido que decir algo, creo que nadie le hubiera negado nada, si ya sabe de sobra como somos» pensé.

Entonces, ahí nos tenías, José acostado en la cama, con Nicolás encima de él, al mismo tiempo que yo estaba atrás de Nico, penetrándolo junto con José. Y atrás de mí, haciéndomelo, tenías a Tobías.

—Lento —dijo Nico costándole un poco hablar.

—Sí, sí, tranquilo —le dijo José.

—Calmado, no eres el único con una posición complicada aquí —le susurré a mi pequeño amante que tenía entre mis brazos.

—Bueno, ahora te jodes, hubiera elegido la posición de Tobi —me dijo.

—¿Y perderme de esta experiencia? Claro que no, prefiero joderte a ti, al mismo tiempo que lo hace José y teniendo por atrás a Tobías —acaricié la espalda de Nico, al mismo tiempo que me pegaba contra el pecho de Tobías, estaba tan marcado, y me agarraba con firmeza.

«Se sentía tan bien», lentos movimientos, pero al mismo tiempo, sabían muy bien donde debían pegar. Con el pasar de los minutos fuimos entendiendo mejor como era la cosa, por lo que pudimos ir un poco más rápido, esta vez se sentía la adrenalina corriendo por nuestras venas, Tobías y yo sincronizamos los movimientos para cuando él me penetrara por completo, yo hacer lo mismo con Nicolás.

José besando a Nico, mientras que nuestros penes dentro de él no solo eran abrazados por su interior, sino que también rozaban de forma ruda uno contra el otro, Tobías dándome besos en la espalda y el cuello, al mismo tiempo que agarraba con una mano mi cadera y con la otra apretaba mi pezón, todo eso a la par de sus estocadas decididas. «No quería romperme, sabía que a él le gustaba ser amable, pero, sinceramente, en el estado en el que estoy ahora, si eso hubiera querido, yo no me habría negado, a nada».

Mi cabeza no daba vueltas, se sentía caliente, al igual que mi cuerpo, quería llegar, lo deseaba tanto, poder finalmente acabar junto con mis chicos, es una de las cosas que más me gusta hacer, venirme al mismo tiempo que ellos, no por alguna mierda de que si hacemos eso es porque no amamos más o estamos en la misma página, sino que es excitante ver a tu pareja teniendo un orgasmo, sabiendo que lo hiciste bien y que ahora vos podes venirte con tranquilidad. Sé que siempre no se puede tener algo así, pero me gusta intentarlo y sentirme satisfecho al final sabiendo que lo hice tan bien que pudo llegar.

—Vamos, vamos, así —susurraba Nico, el cual no se hacía bolita porque no podía, pero seguía retorciéndose de placer entre mis brazos y los de José.

—¿Se siente bien amor? ¿Se siente bien? —repetía José dándole besos a Nico en la oreja y cuello.

—Me gustas tanto —me decía Tobías pasando sus manos por todo mi pecho.

—Y a mí me encantas, me encantan cada uno de ustedes —les dije a los chicos.

Al final, antes de llegar, decidimos salirnos de esa posición, y simplemente ponernos todos casi que en un círculo en medio de la cama, y comenzar a tocarnos entre nosotros. Besos que iban y venían, masajes ocasionales, ya sea a nuestro pene u otra zona que nos excite, decirnos cosas tanto cursis como cochinas. «En momentos como estos es donde me siento como si estuviera en el paraíso, y creo que es lo más cercano que puede existir a algo como eso» pensé.

—Te amo.

—Yo también, te amo.

—Te amo tanto.

—Los amo, demasiado.

•••

Finalmente, acá tienen al cuarteto que les había prometido, claro que todavía no terminó, pero al menos ya se puede decir que se hizo con todas las palabras.

Y sí, al final como no podía ser de otra forma, le tuve que meter cosas cursis, es que ahora me atraparon en un momento sentimental.