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Tobías

Vi como se quitaba la ropa, y me quedé un momento con la boca abierta. «Nunca me cansare de verlos, a ninguno de ellos» pensé.

Rápidamente volví a pisar la tierra, mientras que me sentaba algo lento en la cama, él poco a poco se acercaba a mí, mientras que cada vez que lo veía tenía menos ropa, hasta estar desnudo enfrente de mí.

—Sabes, no me gustaría ser el único desnudo aquí. ¿No te quitarías la ropa? —preguntó con un tono algo agudo.

—Está... está bien.

Mis manos se deshicieron de mi ropa; nos acostamos en la cama, sus ojos estaban en mí, los sentía, su mirada recorriendo mi piel desnuda. Era así hasta que una mano agarró un mechón de mi pelo, y comenzó

—Eres realmente lindo, ¿lo sabías? —dijo dejando de tocar mi cabello.

—Tu lo eres más —dije mirándolo.

Sonreímos, y nos acercamos, hasta sentir la respiración del otro. Fue casi inconsciente el beso nos dimos, al igual que mis manos recorriendo todo su cuerpo: Sus brazos, su pecho, su espalda, su cadera...«¿Cómo es posible que todo en el me guste tanto?» pensé.

—¿Tenés condones?, por que yo no traje —dijo Deian poniéndose arriba mío.

—Eh, no, no tengo —dije mirando.

—Okay... —. Miró para los lados, se veía pensativo. Luego de unos segundos volvió a verme—. Tengo 300$ y al lado de este edificio había una tienda, ¿crees que nos alcance para comprar algunos?

—Creo que sí, sino yo también tengo algo de dinero. Por si las dudas llevo —dije parándome.

—Hombre, si sale más caro sería hasta una estafa, nos verían la cara de idiotas. Aunque bueno, el kiosco que tengo frente a mi casa me la a visto, varias veces de hecho —. Se veía hasta algo enojado, y como culparlo.

Cuando estuvimos listos bajamos por el elevador, y al llegar a la tienda mi corazón empezó a latir un poco rápido, y por inercia mis mejillas estaban algo rojas. «Es normal y está más que bien lo que van a comprar, relájate» pensé y algo me logre calmar.

—Hola, ¿condones? —preguntó Deian.

Claramente esta no era su primera vez, y el hecho de estar con alguien con tan poca vergüenza, llega esta ser tranquilizante.

—Aquí tiene —dijo dándole una caja. —Son 180$.

—Y lubricante no tendrás, ¿verdad? —preguntó.

—No, eso no tenemos.

Deian antes de pagar lo pensó unos segundos, y se acercó un poco a mi.

—¿Tenés 60$? —me preguntó.

—Sí, toma —dije dándole el dinero.

—Dame otra.

¿Otra? ¿Dos?... Lo mire y el me guiñó un ojo.

Al salir de ahí, me surgió una pregunta.

—¿Cuántos condones trae la caja? ¿1? —pregunté.

—Trae 3 —contestó.

Ah, trae 3... ¿Y por qué compró 2 cajitas?

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A Particular Teacher (Gay | +18) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora