13 👹 annotata

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Light se dejó caer sobre su cama y miró al techo. Se quedó así unos segundos, hasta que Ryuk se cansó.

-Light, ¿vas a hacer algo interesante? - Preguntó el Shinigami.

El chico suspiró y le miró.

-Déjame, estoy pensando - contestó él.

-¿En qué? - Preguntó Ryuk.

-¿Por qué Rinka no se movió cuando el criminal la disparó? - Preguntó en voz alta. - Si la hubiese visto asustada, entendería que no reaccionase, pero no fue así... Parecía que le daba igual, le era completamente indiferente.

Ryuk se quedó mirándole.

-Y fue el criminal quien se asustó... - murmuró Light. - Comenzó a gritar y llamarla demonio...

El chico tomó aire y suspiró.

-Aún hay muchas cosas que no sé sobre ella, así que no me fío en absoluto, pero prefiero tenerla cerca - contestó él.

-¿Por qué me cuentas a mí todo esto? - Preguntó Ryuk.

Light se levantó y abrió el cuaderno.

-Me pregunto qué pasaría si apuntase "Rinka Amane" - dijo. - Sinceramente, no creo que sea su verdadero nombre.

Se giró y miró a Ryuk.

-Tú no me vas a decir nada, ¿me equivoco? - Preguntó Light.

-A mí déjame tranquilo - contestó el Shinigami.

Hotel Teito

Los policías estaban reunidos con L, cuando el teléfono de Watari comenzó a sonar.

-Diga - pidió él, cuando descolgó la llamada. Escuchó a la otra persona y contestó. - Sí, un momento, por favor.

Se apartó el teléfono y miró a L.

-Ryuzaki, es Ukita, de la jefatura - informó. - Dice haber recibido una llamada de especial interés para la investigación.

-Muy bien, de acuerdo. Dale a Ukita el número de la línea 5 y que le diga al informador que vuelva a llamar ahora mismo - respondió. Se giró y miró al policía más joven. - Matsuda, si quieres, puedes encender tu móvil y si no, también..

-Ah, sí - murmuró sacándolo del bolsillo de su chaqueta.

El móvil comenzó a sonar y, antes de que Matsuda pudiera reaccionar, L ya lo tenía en su mano derecha.

-¿Sí? Al habla Suzuki, responsable de llamadas de particulares sobre el caso - mintió. Al escuchar lo que había dicho el informante, L abrió los ojos sorprendido. - ¿La prometida de Raye Penber? Naomi Misora... ¿de qué me suena a mí ese nombre?

Watari lo buscó en el ordenador y le enseñó en la pantalla una fotografía.

L abrió los ojos sorprendido.

-¿Ella? - Murmuró.

"El Caso de los asesinatos en serie BB de Los Ángeles...", pensó L.

Colgó el teléfono y se lo devolvió a Matsuda.

-No ha habido noticias de ella desde el día siguiente a la muerte de Raye... - informó L.

-Cualquiera se deprimiría al morirse su pareja, ¿no se habrá...? - Comenzó a preguntar Matsuda, hasta que L le interrumpió.

-¿Suicidado? No, la Naomi Misora que yo conozco es una destacada agente de FBI con una voluntad de hierro - respondió L. - Yo creo que está pensando en cómo atrapar a Kira. Ella estaba con Penber, podría saber algo que nosotros desconocemos.

"A lo mejor es eso y Kira se nos ha adelantado", pensó L.

-Escuchad, quiero que nos centremos en investigar a los individuos a los que estuvo siguiendo Raye Penber en Japón - pidió el detective. - Dos miembros de la policía japonesa y su entorno inmediato.

-Y dinos, ¿quiénes son esos dos miembros exactamente? - Preguntó Soichiro.

-Uno es el vicedirector Kitamura y su familia - respondió L. - El otro es el jefe Yagami y su familia. Iremos a sus casas e instalaremos una red de micrófonos y cámaras ocultas.

-¿¡Cómo vamos a instalar cámaras ocultas en casa del jefe!? - Exclamó Matsuda.

-No podemos hacer eso, es ilegal - añadió Aizawa. - Como nos pillen, se nos cae el pelo. Es imposible, no debemos hacerlo.

-Os recuerdo que, más que el pelo o el empleo, nos estamos jugando la vida en esta investigación - contestó L.

-¿Qué probabilidades crees que hay de que el asesino esté entre ellos? - Preguntó Soichiro.

-Pues un 10%... - estimó L. - No, diría que un 5.

-¿Y te la piensas jugar de esa manera por un 5%? - Preguntó Matsuda.

-Tiene razón - intervino Soichiro. - De momento, no hemos logrado barajar ni siquiera un solo sospechoso claro. Aunque solo tuviéramos un 1% valdría la pena investigar a fondo.

-Pero jefe... - murmuró Matsuda.

-Estoy indignado porque se sospeche de mí y de mi familia, así que adelante, instálalas - dijo Soichiro. - Pero quiero que se haga bien, sin un solo punto muerto en toda la casa, incluido el baño.

-Muchas gracias - contestó L. - Así pensaba hacerlo.

-Pero jefe, no puede hablar en serio - replicó Aizawa. - ¿Es que no ha pensado en su mujer y en su hija? ¡Van a ser observadas!

-Pues claro que lo he pensado - gruñó Soichiro. - Ponemos toda la carne en el asador o nada tendrá sentido. Y ahora a callar.

-Lo siento, jefe - se disculparon Matsuda y Aizawa a la vez.

-No pasa nada, perdonad vosotros... - murmuró él.

-Bien... quiero que sepáis que los encargados de vigilar a la familia Yagami seremos solo él y yo - informó L. - Watari, ¿cuánto tiempo crees que tardarás en tener listo todo el dispositivo?

-Diría que un par de días, pero deberemos esperar a que la casa quede vacía para poder instalarlo - respondió él.

Dos Días Después

Rinka y Light habían quedado aquella tarde, debían hacer juntos un último trabajo.

El chico fue a abrir la puerta de su casa, pero se dio cuenta de que estaba cerrada con llave.

"¿No hay nadie?", pensó confuso.

Sacó las llaves y abrió. Él y Rinka se descalzaron en la entrada y subieron las escaleras hacia su cuarto. Como de costumbre, en silencio.

Rinka miró a Light y vio cómo se sorprendía al abrir la puerta de su habitación.

"¿Qué mierda le pasa a ahora?", se preguntó frunciendo el ceño.

Dejó la mochila en el suelo, al igual que Rinka, cogió una chaqueta y se acercó a la chica. Le dio un beso y la rodeó por la cintura.

-¿A dónde te apetece ir? - Preguntó con una sonrisa.

-No sé - murmuró ella.

-Entonces elegiré yo - respondió Light.

Rinka le dio la mano y salieron de la habitación. Antes de cerrar, el chico colocó un trozo de papel entre el marco y la puerta.

HELL 👹 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora