58 👹 infernum

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-¿Has elegido ya un nombre? - Le preguntó Roger, aquel hombre que dirigía Wammy's House cuando Watari no estaba.

-¿Nombre? - Preguntó Rinka.

-Sí, en este orfanato no damos nuestro nombre real - respondió él. - Elige un apodo para ti.

Rinka lo pensó unos segundos.

-Dria... - murmuró.

-Muy bien, Dria - sonrió Roger. - Vamos, te enseñaré el orfanato y tu habitación.

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Ahora que estaba sola, Rinka decidió dar su propia vuelta por el orfanato.

Al llegar a la biblioteca la vio. Era una chica preciosa, más o menos de su edad, con el pelo y los azules. Pero lo que más le llamó la atención era el gran parecido que tenía con Riley.

De pronto, un chico con el pelo negro, algo despeinado, se acercó a ella y comenzaron a hablar.

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Rinka se había hecho amiga de Beyond y de Rilyn, pero esa amistad poco a poco se fue transformando en obsesión hacia ellos. Dejaron de ser amigos al poco tiempo. Rylin y Rinka se peleaban continuamente.

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A, amigo de Beyond y de Rylin y principal sucesor de L, se había suicidado al no aguantar la presión. Después de su funeral, la chica fue a su habitación.

-Qué irónico - susurró Rylin triste. - A, me hubiera encantado que fueras con nosotros a la biblioteca a ver los nuevos libros, son bastante interesantes...

Rinka sonrió al verla allí y entró.

-No deberías estar aquí, R. - dijo ella.

-Tú tampoco, Dria - respondió mientras se giraba.

-Uy, ¿pero qué es eso, lágrimas? - Se burló. Rylin simplemente rodó los ojos. - ¿Estás triste porque se ha muerto tu amante?

-¿No vas a tenerle siquiera un poco de respeto? - Preguntó Rylin. - ¿Te recuerdo que se ha suicidado?

-Seguramente por tu culpa - sonrió Rinka. - O la de B...

-¿Qué? - Preguntó Rylin.

-B no es muy buen amigo que digamos... Y tú seguro que fuiste la gota que colmó el vaso - rió la chica. - Con unos amigos como vosotros, yo también me colgaría con las sábanas.

-Cállate - ordenó Rylin, apretando los puños.

Rinka sonrió y se acercó a la chica.

-B es el siguiente, R. - susurró. - Te quedarás sin él y estarás sola.

-B jamás haría una cosa así - respondió Rylin.

-No pensabas lo mismo de A - sonrió Rinka.

-La única que está sola eres tú - contestó Rylin. - Eres demasiado... tonta. La verdad, no se qué haces en Wammy's House.

-Imbécil - la insultó con rabia.

-Oh... Pobrecita. ¿Te he ofendido, pequeño cerebro? - Dijo mientras le daba golpecitos en la cabeza.

-Te voy a... - amenazó la otra.

-¿Qué vas a hacer? ¿Pegarme? - Se burló.

La chica intentó darle un puñetazo, pero Rylin lo esquivó y le dio una patada en la cara. Roger, que estaba cerca, oyó como las chicas se peleaban y fue corriendo a separarlas.

-¡R. a mi despacho! - Gritó el hombre.

-¿¡Qué!? ¿¡Por qué yo!? - Gritó Rylin molesta.

-¡Porque Dria tiene la cara sangrando y tú no! - Contestó Roger.

Rylin miró cabreada a Rinka, quien la sonrió sin que Roger la viera.

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Unos años después, cuando cumplió los 17 años, Rinka decidió irse ella también de Wammy's House. No tenía a dónde ir y tampoco sabía de dónde venía. La vida le aburría y para ella carecía de sentido. Así que, decidió suicidarse tirándose a las vías del tren.

Estaba tumbada en las vías, esperando a que pasara algún tren y la matara. Miró al cielo y sonrió.

-Es una pena que no te vea allí, Riley - murmuró recordándola. - No me extrañaría que yo fuese al infierno. Quizás tenían razón y es de allí de donde vengo.

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Rinka se despertó de golpe. Estaba en... un lugar sombrío, grisáceo y apagado.

-¿Esto es el infierno? - Preguntó con algo de decepción.

-No, es el mundo de los Shinigamis - la corrigió.

La chica, con aspecto de Shinigami, se giró para mirarle.

-Soy el Rey de los Shinigami, tu padre - dijo él. - Rinka es tu verdadero nombre, no sé si lo conocías.

-¿Padre? - Preguntó confusa. 

-Sí, quería saber qué pasaba si un Shinigami se criaba en el mundo humano - respondió él. - Rinka, tú eres un Shinigami.

El Rey de los Shinigami le explicó a Rinka quiénes eran, le resolvió todas las dudas que tenía y le explicó que ella no tenía los ojos, si no que se los había dado a otro humano, también por curiosidad.

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Los cuadernos de los Shinigamis eran finitos, por lo que el Rey de los Shinigami no le entregó uno a su hija y le dijo que tendría que esperar a que un Shinigami muriera si es que quería uno. Ella no lo necesitaba porque, según le dijo su padre, era inmortal, al igual que él.

Rinka se acercó a uno de los Shinigamis, Jealous.

-Ey, Jealous, ¿qué haces? - Preguntó. Se aburría demasiado.

Jealous la miró y sintió un escalofrío. Rinka era la Shinigami que daba miedo al resto de Shinigamis.

-Observar a una humana... - murmuró señalándola.

Rinka se acercó y la miró. Era una joven rubia, bajita, con el pelo recogido en dos coletas. Además, llevaba un vestido negro corto.

-Se llama Misa... - murmuró el Shinigami. - Amane...

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Rinka se aburría en el mundo de los Shinigamis, así que decidió robar un cuaderno de muerte y descender al mundo humano. Había estado observando a aquella chica, Misa, y decidió ir con ella. Su plan era encontrar a alguien lo suficientemente interesante para entregarle el cuaderno y ver cómo actuaba. Misa simplemente le proporcionaría un lugar donde dormir. Rinka volvió a su forma humana y le dijo a Misa que era su media hermana, es decir, hija de su padre. La chica se creyó la mentira y le pidió que vivieran juntas. Por desgracia para Rinka, al decirle a Misa que tenía 17 años, ella la obligó a ir al instituto.

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La puerta de aquel aula se abrió. El profesor había mandado unos ejercicios, así que los alumnos estaban prácticamente en silencio, a excepción de un par que hablaban por lo bajo. Todos se giraron para ver a aquella chica que acaba de llegar.

-¿Eres Rinka? - Preguntó el profesor, quien también era el tutor de la clase.

-Sí - murmuró ella, mascando su chicle distraídamente.

HELL 👹 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora