Años atrás...
Rinka despertó, pero no fue por voluntad propia. Aquel hombre con su sonoro micrófono, la música propia de circo de fondo y el público expectante tuvieron algo que ver.
-¡Observen! - Exclamó el hombre. - ¡Un ángel de alas negras! ¡Un ángel caído del paraíso! ¡Un enviado de Lucifer!
Rinka se volvió a tumbar sobre la tarima del escenario y se envolvió con sus alas.
Aquel circo era realmente caro y exclusivo, tenía piezas únicas y su atracción principal era Rinka. Todos los miembros del público tuvieron el mismo pensamiento al verla, que estaba muy bien logradas las alas y que aquella niña era muy buena actriz. Pero no era una farsa, Rinka era tan real como sus alas. Ni ella misma sabía de dónde venía. Llevaba 6 años en el mundo humano y, aunque tuviera cuerpo de niña pero mente de adulto, no sabía nada de sus orígenes.
Una de las familias que habían asistido a aquel circo era la familia Dash. Formada por George Dash, un magnate belga con varias empresas a su nombre, egoísta y sin escrúpulos; Elga Kaufmann, una joven bondadosa y amable proveniente de una familia rica que la había comprometido con aquel hombre; y su única hija, Riley Dash.
Riley abrió los ojos sorprendida al ver a Rinka. Era lo más enigmático y mágico que había visto nunca.
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-¡Demonio! - La llamó el propietario del circo, abriendo la puerta de la jaula. Rinka suspiró y se giró para mirarle. - Te vas.
La chica se sintió algo confundida ante aquellas palabras. ¿Cómo que se iba? ¿A dónde?
-Una niña rica se ha encaprichado contigo y su padre me ha ofrecido una gran cantidad por ti - dijo él.
La cogió de la muñeca y la arrastró hasta el despacho donde estaba la familia Dash. Al verla, Riley esbozó una gran sonrisa.
-¡Hola! - Exclamó entusiasmada. - Mi nombre es Riley, encantada de conocerte. ¿Cómo te llamas?
Rinka la miró unos segundos.
-Cariño, ¿tienes nombre? - Le preguntó Elga.
-Venga, niña, deja de fingir - gruñó el señor Dash.
-Ya te he dicho que no está fingiendo - rió el dueño. - Es completamente real. Desde que la compré yo hace dos años, creo que solo ha dicho tres palabras.
-¿Te gustaría tener un nombre? - Le preguntó Elga con una dulce sonrisa.
Rinka se encogió de hombros.
-¡Ya sé! ¡Te llamaré Adrianne! - Exclamó Riley, feliz. - ¡A partir de hoy serás mi hermana, así que tu nombre es Adrianne Dash! ¿Te gusta?
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"Adrianne" ya llevaba unos días en casa de los Dash. Riley la trataba como una muñeca, la señora Dash como si fuera una amiga de su hija y el señor Dash, cada vez que la veía, se quejaba.
-¡Adrianne! - Exclamó Riley, llegando a su habitación. Venía del colegio. Dejó la mochila tirada en el suelo y se acercó a su "hermana". - ¿Qué haces?
Se apoyó en la silla en la que estaba sentada Rinka y miró el impresionante dibujo que había hecho para una niña de su edad.
-Adrianne... - murmuró sorprendida. - ¿Desde cuándo pintas así?
Rinka se giró y la miró.
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HELL 👹 Light Yagami
Fanfiction«My turn to ignore ya Don't say I didn't warn ya All the good girls go to Hell 'Cause even God herself has enemies» «Es mi turno para ignorarte No digas que no te advertí Todas las chicas buenas van al infierno Porque incluso Dios tiene enemigos» 👹...