31 👹 amicitia

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Una semana después...

Aizawa llegó al edificio.

-¿Y Ryuzaki? - Preguntó.

-Aquí - dijo Matsuda, señalando una cámara. - Está con Light y Rinka en el apartamento de Misa- Misa.

-¿Habéis puesto cámaras? - Preguntó Aizawa. - Bueno, teniendo en cuenta que está convencido de que Rinka y Misa tienen algo que ver con el segundo Kira, era de esperar. Por cierto, Matsuda, deja de llamarle Misa-Misa, por Dios.

-Ah sí... - murmuró.

Apartamento de Misa Amane

Como bien había dicho Matsuda, Rinka, Misa, Light y L estaban pasando el rato juntos. Estaban sentados en dos sofás, las chicas en uno y los chicos en otro.

-Qué rollo - se quejó Misa. - Esto ni es una cita ni es nada.

-Rinka y Light pueden ir a su bola, como si yo no estuviera - respondió L. Miró a Misa y señaló una porción de tarta. - Por cierto, ¿te vas a comer el pastelito?

-Procuro no comer dulces que luego engordo - respondió Misa. 

-Son el alimento del cerebro - murmuró el detective. - Si lo usas más, verás como no engordas nada.

Rinka sonrió levemente.

-¿Ah? ¡Ya estás otra vez llamándome tonta! - Gruñó Misa. - ¡Tengo una idea! Te doy el pastelito si dejas a Rinka y a Light a solas. ¿Qué me dices?

-¿Qué más te da? - Preguntó L. - Aunque los dejara solos, los vería a través de las cámaras. Sería exactamente lo mismo. Y tampoco creo que hicieran nada.

-¡Serás cerdo! ¿Quieres dejar de fisgar donde no te llaman? - Contestó molesta.

-Tú también estás aquí - respondió L. Se levantó y cogió el pastel. - Bueno, tú di lo que quieras, yo sigo alimentando a mis neuronas.

-Cerrarán las cortinas y apagarán la luz - contestó Misa.

-Las cámaras están dotadas de infrarrojos - murmuró el detective.

-Cambiando de tema - intervino Light. - Desde que nos mudamos, estás más apagado que de costumbre. Ryuzaki, ¿qué es lo que pasa? ¿te ocurre algo?

-¿Apagado dices? Qué va, lo que estoy es deprimido - respondió L.

-¿Deprimido? - Preguntó Light. 

-Sí - murmuró llevando un trozo de pastel a su boca. - Durante todo este tiempo, he estado casi convencido de que tú eras Kira, Light. Si al final resulta que no, será muy difícil de aceptar. Aunque, de hecho, todavía sospecho de ti. Esa es la razón de estas cadenas, pero sabemos que Kira es capaz de controlar a sus víctimas. Por eso, puede que en realidad te haya manipulado para hacerme suponer que eras tú, Light. Cada vez tengo más en cuenta la posibilidad de que os controlara a los dos.

L miró a Rinka.

-Entonces, por muy retorcido que fuera, al menos las piezas encajarían - murmuró. 

-Pero aun asumiendo que nos hayan controlado, es posible que en la práctica nosotros seamos Kira - dijo Light.

L desvió la mirada hacia él.

-Sí, de eso no me cabe la menor duda - respondió. - Misa y tú sois Kira. Según mi teoría, tú, Light, eras Kira en el momento en que te encerramos. Tal como imaginábamos, justo entonces dejaron de morir criminales, lo que concuerda perfectamente con mis suposiciones. Pero, inexplicablemente, al cabo de 2 semanas, volvieron a producirse muertes, lo que me lleva a deducir que los poderes de Kira van pasando de una persona a otra.

-Un razonamiento interesante pero, si estás en lo cierto, es casi imposible que podamos atraparlo - respondió Light.

-Sí, por eso estoy deprimido... - murmuró L. - Da igual a quién atrapes porque, en cuanto lo hagas, su poder pasará a otra persona y la primera perderá la memoria. No hay nada que podamos hacer contra Kira. 

-Pero tampoco podemos asegurar que sea así - contestó Light. - Anímate, hombre.

-Desde tu punto de vista, L... están cruel que hasta parece cierto - murmuró Rinka.

-Casi mejor no esforzarnos demasiado - dijo L. - Si nos obcecamos en perseguirle solo conseguiremos poner en peligro nuestras vidas. ¿No te parece?

-Ryuzaki - le llamó Light, levantándose del sofá. 

El detective le miró y él le dio un puñetazo en la cara, sorprendiendo a Misa y Rinka.

L se cayó del sofá, tirando la mesa y dándose contra una maceta. Misa gritó y dio un paso para atrás, pisando la tarta. Puso cara de asco y trató de limpiarse el calcetín. Rinka se cruzó de brazos y se acomodó en el sofá.

-Eso ha dolido - se quejó L.

-Venga, tío, tu teoría ha fallado, ¿y qué? Como ya no soy el único sospechoso, ¿has decidido rendirte? - Preguntó molesto.

-A lo mejor no me he explicado bien, Light - murmuró L. - He dicho que mover ficha nosotros primero sería peligroso.

-¡Pero si no hacemos nada, no lo atraparemos en la vida! ¿Te das cuenta de la de gente que ha sufrido por culpa de todo este asunto? - Exclamó Light. Se acercó a L y le cogió del cuello de la camiseta. - ¿Y te echas atrás después de tenernos encerrados a Misa, Rinka y a mí? 

-Lo entiendo pero, sea cual sea el motivo... - le se dio la vuelta y le dio una patada a Light. -Ojo por ojo.

Misa gritó y Rinka sonrió con malicia. 

Light cayó hacia atrás, llevándose con él a L, ya que estaban encadenados el uno al otro. Ambos cayeron sobre el sofá, volcándolo.

L levantó la cabeza y miró a Light.

-No me molesta tanto haber fallado en mi deducción como ver que el caso no ha podido resolverse solo con averiguar que vosotros tres sois Kira - dijo el detective. - Por eso estoy decepcionado. ¿No eres capaz de entender que sienta algo tan humano?

-Pues no - gruñó Light. - Por lo que acabas de decir, parece que no quedarás satisfecho a menos que yo acabe siendo Kira.

-A menos que tú seas Kira, ¿eso crees? - Preguntó L. - Es posible que tengas razón. Acabo de darme cuenta de que deseaba que fueras Kira. Y que Rinka este involucrada en todo esto.

Light le pegó un puñetazo en la cara.

-Te lo he dicho, ojo por ojo - repitió L. - Y ya has visto que soy bastante fuerte.

L se giró y le dio una patada en la barbilla.

Sala Principal

-¡Tenemos que llamarles y hacer que paren! - Exclamó Matsuda.

Se acercó al teléfono y marcó. Al oírlo, Light y L pararon. Rinka suspiró, se levantó y descolgó la llamada.

-¿Qué? - Preguntó molesta.

-¡Atenta, Rinka! ¡Misa-Misa ha quedado primera en la encuesta de los lectores de la revista Eighteen! - Exclamó Matsuda. - ¡Y le han dado el papel protagonista para la próxima peli del director Nishinaka!

-Eres gilipollas - contestó Rinka, antes de tirar el teléfono al suelo.

-¿Qué pasa? - Preguntó Light.

-Matsuda y sus estupideces de siempre - respondió la chica.

-Déjale, el pobre no da para más - contestó Light.

-Chicos, que lo oímos todo... - murmuró Matsuda.

HELL 👹 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora