10 👹 malum

400 50 1
                                    

Light y Rinka iban en silencio. No tenían nada de lo que hablar. Bueno, sí, pero conversar sobre el plan de asesinar a todos los criminales del mundo, apuntándolos en un cuaderno maldito, desafiando a los cuerpos de seguridad nacionales e internacionales, ignorando las leyes de la justicia, la moralidad y la ética en un autobús público tampoco era la mejor idea.

Cuando llevaban unos segundos de trayecto, se subió al autobús otro pasajero.

"Ahí está", pensó Light. "Sin contarle a él, somos siete pasajeros. Todo irá bien."

Aquel hombre sacó una pistola y apuntó al conductor.

-¡Este autobús queda secuestrado! - Anunció.

Los pasajeros se asustaron. Rinka miró a Light, quien parecía bastante tranquilo. 

"¿Forma parte de tu plan, Yagami?", se preguntó tratando de no sonreír.

"¿Un secuestro justo ahora?", pensó Raye Penber.

-¡Nada de movidas, eh! - Exclamó el secuestrador. - Al primero que grite o se mueva, ¡me lo cargo! Conductor, sabes el número de las oficinas de Spaceland, ¿verdad? ¡Pues llámales, venga!

-Sí... - murmuró cogiendo el teléfono. Marcó y puso el altavoz. - Soy Sasaki, del autobús 174.

-Cuéntales lo que está pasando - ordenó.

-Un hombre armado con una pistola acaba de secuestrar el autobús - informó lo más tranquilo posible.

-Trae - ordenó cogiendo el teléfono. - Ya lo habéis oído. Quiero que dejéis la recaudación de ayer en la segunda parada antes de SpaceLand. ¡Que la lleve una mujer y que vaya en coche! ¡Y como intentéis jugármela o llaméis a la poli me cargo a todos los pasajeros!

Tiró el teléfono al suelo y lo pisó.

Light sacó una nota y se la pasó a Rinka.

La chica la cogió y la leyó:

No te asustes, Rinka, no pasa nada. Esperaré a que el tipo se despiste para cogerle la mano en la que lleva la pistola.

La chica pensó unos segundos.

"Light sabe que no estoy preocupada, así que esta nota no es para mí", dedujo.

-No lo hagas, es muy peligroso - pidió Penber. - Déjamelo a mí.

Rinka sonrió internamente.

"Es para el tipo que le está siguiendo", pensó. "Qué buena idea."

Light comenzó a escribir en aquella nota.

-No te preocupes, con el ruido del motor, no nos escuchará si hablamos en voz baja - dijo el agente. - Confía en mí, soy policía.

Light arrugó aquel papel y lo guardó en su abrigo.

-¿Cómo sé que no es usted cómplice del secuestrador? - Preguntó Light. - ¿Puede acreditarse?

Rinka miró al chico.

-Es algo bastante común que te hagan creer que sólo hay un atracador pero en realidad hay un cómplice que vigila por si tiene que intervenir - dijo él. - ¿Lo es o no?

"Supongo que no tengo otra opción, Light Yagami no es Kira", pensó Raye. "Si lo fuera, mataría al secuestrador de un paro cardíaco."

Sacó su carné de identificación y se lo enseñó.

-Aquí tienes la prueba - murmuró.

Light la tomó y la miro.

"¿FBI? Claro, L está usando agentes del FBI para investigar a la policía japonesa", pensó Light. "Se llama Raye Penber."

El chico sonrió maliciosamente y le devolvió su carné. Rinka también lo leyó y pensó lo mismo que él.

-Gracias - respondió Light. - Bien, le creo, pero no preguntaré qué hace un agente del FBI en este autobús. ¿Lleva su arma?

-Sí - asintió el agente.

-Entonces lo dejaré en sus manos si la cosa se tuerce - contestó.

-¡Silencio, coño! - Gritó el secuestrador al ver a una mujer mayor llorando. - ¡Me estás poniendo nervioso!

Raye Penber levantó la mirada hacia él.

"Es el atracador que salió en las noticias hace un par de días", pensó el agente. "Mató a 3 personas y luego se dio a la fuga. Un toxicómano armado y altamente peligroso." 

"Está todo controlado", pensó Light. "Ese hombre no nos va a disparar".

Light sacó la mano de su bolsillo, haciendo que la nota que antes había escrito se cayera al suelo.

Fue a recogerla, pero el atracador se lo impidió. 

-¡Eh, tú, no te muevas! - Exclamó apuntándole. -¿¡Qué es ese papelucho!?

Se acercó para cogerlo. Al hacerlo, cruzó miradas con Rinka. La chica sonrió y, por unos segundos, le dejó ver su verdadera apariencia.

El criminal abrió los ojos asustado y la apuntó con el arma.

-¡U-Un demonio! - Exclamó. - ¡Eres un demonio!

Light miró a Rinka.

"¿Cómo?", pensó confuso.

-S-Solo soy una chica normal... - mintió con cara de ángel.

El secuestrador la miró unos segundos. 

-¡No, eres el mismísimo satanás! - Gritó asustado. - ¡He visto tu forma! ¡No trates de engañarme, demonio!

Levantó su arma y apuntó hacia Rinka. Parecía que quería disparar pero no se atrevía.

"Mierda, se suponía que se asustaría al ver a Ryuk, no a Rinka", pensó Light. "Aunque supongo que esto bastará."

-¡Monstruo! - Gritó él.

Disparó hacia Rinka y Light, en un rápido gesto, le puso una mano en el cuello e hizo que agachara la cabeza.

-¡Todo el mundo al suelo! - Exclamó Penber.

Disparó un par de veces más, hasta que se quedó sin balas. Rinka le volvió a mirar, mostrándole su rostro.

Él salió corriendo hacia el conductor. 

-Para este trasto y abre la puerta - suplicó.

El conductor salió del autobús, pero un coche le atropelló antes de que pudiera huir.

Todos los pasajeros miraron aquella escena, salvo Rinka, a quién le daba bastante igual, y Light, quién miraba su reloj.

"Exactamente a las 11:45, justo como lo había planeado", pensó. "Kichiro Oshoreda muere atropellado. A las 11:31 de la mañana sube con un arma en la parada de la salida este del parque con dirección SpaceLand. Intenta secuestrar el autobús, pero de repente es presa de una alucinación terrible. Vacía el cargador y se dispone a escapar, pero en cuanto se apea del autobús es arrollado por un coche y muere en el acto a las 11:45. Eso fue lo que escribí."

Se giró y miró a Rinka.

"Lo que más me extraña es que no haya tenido intención alguna de esquivar la bala", pensó Light. "Si no hubiera sido por mí, ahora estaría muerta."

-Vamos, Light, no te concedas medallas - murmuró Rinka.

Unos segundos después, los pasajeros bajaron del autobús.

Raye se acercó a Light.

-Oye, la verdad es que estoy en Japón por una investigación de alto secreto - confesó el agente. - Si se enterara la policía japonesa... 

-Entiendo - asintió Light. Rinka solo los miraba. - En ese caso, tranquilo. No le diremos a nadie que le he visto. Tampoco a nuestros padres. ¿No, Rinka?

-Sí - murmuró ella.

-Gracias - respondió Raye. Acto seguido, se fue de allí.

"Tal y como lo había planeado", pensó Light. "Yo tampoco quiero que la policía sepa que acabo de conocer a un agente del FBI. Si mi padre se enterase se lo comunicaría a L y él ya no me tiene bajo sospecha. Lo que acaba de ocurrir aquí, quedará como un simple accidente de tráfico a ojos de la policía."

HELL 👹 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora