my 𝗔𝗡𝗧𝗜𝗗𝗢𝗧𝗘. Harry Styles✨

𝟰𝟰

❝ 𝚈𝚘𝚞 𝚔𝚗𝚘𝚠 𝚝𝚑𝚊𝚝 𝙸 𝚌𝚊𝚛𝚎 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞
𝙸'𝚕𝚕 𝚊𝚕𝚠𝚊𝚢𝚜 𝚋𝚎 𝚝𝚑𝚎𝚛𝚎 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞
𝙸 𝚙𝚛𝚘𝚖𝚒𝚜𝚎 𝙸 𝚠𝚒𝚕𝚕 𝚜𝚝𝚊𝚢 𝚛𝚒𝚐𝚑𝚝 𝚑𝚎𝚛𝚎, 𝚢𝚎𝚊𝚑
𝙸 𝚔𝚗𝚘𝚠 𝚝𝚑𝚊𝚝 𝚢𝚘𝚞 𝚠𝚊𝚗𝚝 𝚖𝚎 𝚝𝚘𝚘,
𝙱𝚊𝚋𝚢 𝚠𝚎 𝚌𝚊𝚗 𝚖𝚊𝚔𝚎 𝚒𝚝 𝚝𝚑𝚛𝚘𝚞𝚐𝚑 𝚊𝚗𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐
'𝙲𝚊𝚞𝚜𝚎 𝚎𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐'𝚜 𝚐𝚘𝚗𝚗𝚊 𝚋𝚎 𝚊𝚕𝚛𝚒𝚐𝚑𝚝. ❞

« ʙᴇ ᴀʟʀɪɢʜᴛ »
ᴊᴜsᴛɪɴ ʙɪᴇʙᴇʀ
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🅲hristian me mira fijamente, acomodando el cubre bocas sobre su rostro antes de entrecerrar sus ojos gracias a mi estornudo y entra a la casa después de mi, a una distancia considerable. No hace falta que lo diga para saber exactamente lo que piensa, no lo culpo porque de una manera u otra, es imposible no preocuparme por ello también. Mi cabeza duele, en una manera extraña, pesa también y me siento tan cansada que siquiera puedo mantener mis ojos abiertos.

—No quiero preocuparte. —Chris me sigue hasta el salón—. Pero no luces nada bien.

—Ya lo sé. —masajeo mi frente—. ¿Qué crees que deba hacer?

—Pues hacerte una prueba, Gabrielle. —se queja—. Y por ende también yo, ahora. —mueve sus manos en dirección a la puerta—. Vamos.

—Acabamos de llegar. —me quejo.

—Esto no está en juego, Gabs. —niega—. Te harás una prueba y sabremos si es una simple gripa o...

—No lo digas. —cierro mis ojos por un momento—. De acuerdo, vamos.

—Camina adelante. —extiende su brazo.

—No saques el cubre bocas de tu rostro por nada del mundo. —pido y asiente.

Christian hace caso a mi petición, incluso me hace ir en la parte trasera de su auto mientras conseguimos un sitio de pruebas rápidas contra el virus que está afectando mundialmente y me gustaría quejarme de que exagera sobre la situación, pero realmente me encuentro preocupada también. Decido enviarle un mensaje a Harry, sin embargo no me responde y entiendo que probablemente está muy ocupado, así que decido omitir el hecho de contarle lo que está sucediendo hasta que se desocupe.

Una vez llegamos al sitio para pruebas rápidas, la enfermera nos hace una serie de preguntas, que casi puedo procesar, Chris, aunque no tiene ni un solo síntoma, decide hacérselo también pese a su escaso contacto conmigo, pero la verdad es que es mucho mejor despejar las dudas y estar tranquilos. La prueba en efecto es rápida, demasiado incómoda  y justo antes de marcharnos, la enfermera nos pide amablemente que nos mantengamos en casa hasta que ambos tengamos nuestros resultados, que muy seguramente, llegaran en menos de tres horas a nuestros correos.

Muevo mi cabeza en negación, sin poder evitar reír puesto que en cuanto llegamos a casa, Christian me hace ir directo hasta mi habitación. No me quejo por eso porque no es para menos, de todas maneras me gustaría descansar, sin embargo también quiero hablar con mi mejor amigo y es muy gracioso como lo solucionamos, sentados en el suelo, conversando a través de la puerta.

—¿Te sientes muy mal? —Chris cuestiona.

—Pues ahora si. —contesto—. Espero que eso sea porque ahora todo parece estar en mi mente.