Queremos que nos quieras, Jo.

Monstruo.

¿Qué río europeo fluye a través de 10 países?

El test con veinte preguntas de geografía general estaba siendo rayado por mi mano, no había respondido ni una sola pregunta a pesar de que ya había pasado más de la mitad de la hora de clases.

Era incapaz de concentrarme, conocía las respuestas a las veinte preguntas y eso hacía que cualquier interés en contestar desapareciera, necesitaba un reto. Había algunas con trampas, pequeños detalles para confundir... Y lo noté. Esperaba que después de que continuaran viendo contenido las preguntas fueran arduas de contestar, que me colocarán a pensar y no a distraerme como sucedía en ese instante.

Mis compañeros andaban metidos de lleno en el examen, debería hacer lo mismo pues solo quedaban treinta minutos para terminar la hora. ¿Cómo es que tardaban tanto en responder unas preguntas tan cortas y tan... tan previsibles?

¿Quién no sabía que el río amazonas era más grande que el Nilo por cien kilómetros? Estas preguntas se sentían como un insulto. Seguí bajando hasta que tuve que pasar a la otra hoja donde estaban el resto de las preguntas.

¿Cuántos países tiene África?

Excelente, una pregunta donde si tuviera que hacer algo divertido.

Comencé a imaginar una gran hoja de papel en mi mente, luego armé los límites existentes de África con Asia y Europa. Como un pintor que sabía exactamente lo que deseaba dibujar pasé por cada país desde la A hasta la Z. En menos de dos minutos respondí: 54 países.

Una de veinte. No encontré algo que pudiera interesarme, todo era tan de lo mismo. ¿Cómo podían seguir preguntando cosas que hasta un niño bien enseñado en primaria sabía?

Taché que Brasilia era la capital de Brasil.

Oh, mira descubrí América.

Ya quería llegar a la casa y realizar uno o dos sudokus de cinco estrellas. Un reto, una distracción, algo que fuera medianamente difícil.

— Chicos les quedan 10 minutos, terminen de anotar los últimos detalles.

No iba a entregar el examen con solo dos preguntas respondidas así que solo por salir del apuro respondí el resto sin siquiera revisar las respuestas. Fui la primera en entregar y después de despedirme, salí rumbo a la siguiente clase.

No recordaba que tenía que ir a la casa de Edrian hasta que pasó con Azael y Roth a sus lados, ellos reian lo cual parecía extraño en el chico con labios grandes.

Iba a llamarlo para avisarle que me iría con él, mis padres decidieron darme el permiso solo porque los gemelos dijeron que era bastante agradable. Pero una sombra se colocó en el camino, cuando lo vi un pánico invisible se mezcló con mi sangre corriendo en las venas.

Jackson.

— ¿Te acuerdas de mi?—era la segunda vez que lo tenia cerca.

No quería tenerlo cerca, ya sabia que iba a preguntar.

— Sí... Ehh.

— No te acuerdas ¿No es así?—iba a fingir lo necesario para sacarmelo de encima.

Fingiendo estar muy avergonzada, me tapé un poco los ojos— Lo siento, mi memoria a veces falla. Se quién eres pero no tu nombre.

Eso hizo que soltara una risa corta— Despreocúpate, me presentare de nuevo en tal caso. Soy Jackson.

— Oh, sabía que era algo por ahí. ¿En qué te ayudo?

— Quería saber si después de que chocamos no viste algo raro en la cocina.