Queremos que nos quieras, Jo.

Decidido.

El día de la escapada de los gemelos, después de llegar a casa y tener la mente revuelta, mi ánimo no era el mejor. Ellos fueron directo a la cocina dejando algunas gotas de agua por el piso.

Los seguí, sin poder aguantarme— ¿Cómo se les ocurre irse sin avisar? ¿Saben el susto que me dieron?

— Sí, Jo. Es lo de siempre—musitó Oliver sacando dos manzanas de la nevera— Si hubiéramos preguntado nos habrían dicho que no. ¿Por qué perder el tiempo?

— ¡Porque tienen quince y no se mandan solos!

— No hemos podido salir desde que llegamos, esto es sumamente aburrido. Solo fuimos a la piscina, ya estamos aquí—dijo Owen con cansancio, aceptó la manzana que Oliver le dió.

— ¿Y eso es mi culpa? Si están castigados es por sus peleas estúpidas, paguenla con sus padres no conmigo.

— Ni siquiera sabías que no estábamos. Tu vigilancia sobre nosotros merece un premio—el sarcasmo que utilizó me estaba haciendo llegar al límite.

— ¡Porque ustedes tienen que quedarse aquí! ¡A estudiar! ¿Qué hacían en la casa de al lado? ¿Quién los invitó?

— No te lo diremos, irías a arruinar nuestras oportunidades de hacer amigos.

— Owen, son chicos dos años mayores que ustedes. ¡No tienen nada en común! ¿Perdieron la cabeza?

— Si perder la cabeza significa tener vida social y no terminar como tú, entonces si. Lo hicimos—sus palabras fueron horripilantemente duras, su rostro no mostró ni un poco de culpa.

Estaba más serio que nunca.

— Oigan ¿Por qué hacen tanto escándalo?—Denisse llegó a la cocina con su uniforme y su bolso, lo dejó sobre la silla.

— Los gemelos se escaparon para ir a la casa de los vecinos, me asustaron y pase casi dos horas buscándolos—estaba aguantando las ganas de llorar.

— Denisse, tu debes entender: Estamos aburridos, no hay nada que hacer. Además es la casa de Shawn—lo siguiente vino para mí— Tu sales con Shawn a cada rato, ¿Y es malo cuando nosotros hacemos lo mismo?

No les respondí porque Denisse se aclaró la garganta dispuesta a regañarlos— Josephine, deberías relajarte un poco. Los chicos tienen razón, aquí no hay mucho que hacer.

Ella no comprendió mi rostro desencajado, en cambio siguió— Yo he hecho eso cientos de veces, solo debes tomarte las cosas no tan a pecho.

No tan a pecho.

Deberías relajarte.

Odiaba esas palabras, seguramente la vida de Denisse fuera más fácil si tuviera una hermana diferente a mí, alguien popular como Angie.

Seguramente si yo fuera como Denisse o actuará como ella, le podría caer mejor a todo el mundo.

Ser divertida, no preocuparse por las consecuencias de sus acciones, hablar sin pensar en cómo podría afectar al otro.

Sí, esa no era yo pero podía hacer una excepción por el momento.

— ¿Sabes cuál es el problema con ustedes tres?—les pregunté aguantando un poco más las lágrimas, quería que ellos se sintieran mal antes que mostrarme a mi así— Son unos egoístas de mierda.

Todos abrieron los ojos hasta no poder más, pero yo aún no había terminado— Ustedes, hagan lo que quieran: pierdanse, escapense, si quieren pueden tatuarse, pero no me busquen para más nada. Y tú—me dirigí a Denisse— Sigue siendo el desastre que eres, veremos qué tan lejos llegan los tres.