Queremos que nos quieras, Jo.

Borrón y cuenta nueva (Australia Pt. 4)

Cuando Shawn salió del baño, me encontró sentada en la cama con mi teléfono en mano, haciendo una lista de cosas por comprar.

Besó mi mejilla con dulzura- Deberías bañarte, ya pronto me iré.

Se me había olvidado mencionar que seguía desnuda de mi cintura para arriba, los restos de la llegada de Shawn se habían secado sobre mí pero... No me importaba.

Apagué la pantalla, centrándome en darle atención a sus labios.

Nos alejamos por la falta de aire, Shawn tenía las pupilas dilatadas y yo estaba satisfecha de tenerlo así por mí.

Le pregunté- ¿Por qué viniste?

- No podía dormir, y antes de irme con Isaac quise agradecerte pero estaba avergonzado-arregló uno de mis mechones sueltos, colocando detrás de mi oreja- Estos días no hemos podido estar juntos, y eso me molestó, cuando por fin tuvimos un tiempo a solas, me enfermé y... Necesito que estés cerca, quería tenerte cerca.

Envolví mis brazos en su cuello-Te quiero-disfruté de la sincronización pacífica entre ambos.

-Ve a bañarte, vampira. Saldrá el Sol y debo irme-asenti despegandome con dificultad.

Lo único que quería era estar a su lado todo un día en la habitación, no con propósitos sexuales sino por sentirlo cerca, sentir su cariño y atención. Al cerrar la puerta, me recosté.

Estoy feliz.

----

Shawn se fue unos minutos después de haber salido del baño, en ese tiempo estuvimos besándonos y repartiendo caricias al otro.

Despedirme de él no estuvo bien, porque no sabía cuándo vendría.

De hecho, no tenía ni una pista de cómo salió de su cuarto sin ser notado. Había vigilancia ¿No? Existía un piso o dos de diferencia entre ambos, alguien tenía que estar cuidando que nadie se escapase de su cuarto para hacer una visita nocturna.

Me mantuve pensando en si Shawn habría llegado sin ser notado. Logré relajarme cuando al bajar, nadie parecía interesado en mí.

Ningún chisme circulaba, nada.

Solo esperábamos el itinerario.

-Creo que hoy si que veremos canguros ¡Qué emoción!-afortunadamente me había vestido para ir al zoológico: con botas negras, unos shorts de mezclilla y una camisa grande de Dance Monkey.

-Ojalá no sea todo el día, quiero hacer otras cosas-no me percaté de Isaac, su persona parecía si haberse percatado en mí.

-¿Qué otras cosas?-Angie se le acercó, abrazándolo. Cuando Isaac bajó su cabeza tuvo una excelente oportunidad de ver su escote en su guardacamisa lila.

- Son secretas-le contestó abrazándola de vuelto y guiñándome un ojo mientras que Angie disfrutaba de su calor.

Por un carajo.
----

Los zoológicos no me gustaban mucho.

Ni de pequeña, dónde mi inocencia tenía que haberme permitido disfrutar de ver animales exóticos detrás de vidrios o rejas, me gustaron.

Todo era muy simple, los animales estaban aburridos.

Un vano movimiento hacía a todo el mundo exclamar y yo solo me imaginaba lo aburrido que tenía que ser vivir en tan poco espacio siendo observado por criaturas que golpeaban el vidrio, en contra de las reglas, cuando no los miraba o no les daba un show del que disfrutar.

Pero este zoológico era diferente, quizá porque en parte nosotros éramos los que estaban atrapados en un transporte viendo a los animales disfrutar de su libertad. Llegamos a un lugar donde habían cientos de canguros, a dos patas con su cola dirigiendo su equilibrio.