CAPITULO XIV-LA ESTRELLA (PARTE II)

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Kira...o, mejor dicho, el segundo Kira.

Ryuzaki aguantó la respiración, intentando aparentar normalidad. En ese momento, las chicas se acercaron a ellos y tuvieron que interrumpir la conversación.

Iban a comenzar unos fuegos artificiales, por lo que se colocaron en una colina para verlos mejor, sentándose en el suelo. Ryuzaki se giró y no vio a Noa, por lo que se apartó un poco de la familia para buscarla. Sin embargo, a los pocos segundos la chica apareció con una manzana de caramelo. Se la entregó al detective y se colocó a su lado, sin decir ni una palabra.

El chico observó las primeras luces de los fuegos mientras daba un bocado a la manzana. A los segundos, se la ofreció a Noa. La chica le miró sorprendida, pero se inclinó y le dio un pequeño mordisco.

Las luces y el ruido comenzaron a inundar el cielo. Ryuzaki miró disimuladamente a la joven, viendo como los colores de los fuegos artificiales se reflejaban en sus ojos, que brillaban de emoción. Sonreía. Sobre sus labios había un trozo de caramelo rojo. Ryuzaki no lo pudo evitar: alzó su mano, lo cogió con la punta de los dedos y se lo llevó a la boca. Al sentir el tacto del detective en sus labios, el cuerpo de la joven se tensó, pero se dejó hacer, mirando fijamente al joven con sus ojos castaños abiertos al máximo. Inmediatamente después, volvió a girarse hacia los fuegos artificiales.

Sin embargo, el detective notó como la mano de la chica buscaba la suya. La joven la agarró y la apretó con suavidad.

Y sin decir nada, cogidos de la mano continuaron observando los fuegos artificiales.

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En la estación de tren, Noa abrazaba a su familia y a sus amigas, mientras lloraba emocionada. Todo eran gestos de cariño y palabras agradables.

Ryuzaki se hizo a un lado, incómodo por la situación. Sin embargo, Ana y Sara se lanzaron sobre él.

- ¡Gracias por todo, Ryuga! ¡Ha sido genial! - Comentó Sara.

-La próxima vez os quiero ver en Madrid, ¿eh? Que a ti tengo que espabilarte todavía- Le dijo Ana mientras le tiraba de la mejilla.

La madre de Noa se acercó a él y le abrazó con cariño. Fue un abrazo maternal que reconfortó al detective, despertando una sensación de familiaridad que hacía años que no experimentaba. La mujer le dirigió una tierna sonrisa.

-Si alguna vez necesitas algo, recuerda que en Madrid tienes una familia.

Ryuzaki la miró con sorpresa, pero muy agradecido.

-Muchas gracias.

El padre le abrazó también, mientras le daba unas palmaditas en la espalda. Isaac le pasó el brazo por los hombros, un gesto al que Ryuzaki había acabado por acostumbrarse.

-Cuida de ella, jefe ¿Me lo prometes?

Ryuzaki no contestó, se limitó a sonreírle. El otro chico le devolvió la sonrisa.

Noa abrazó de nuevo a todos, y con cierta reticencia abandonó la estación junto a Ryuzaki. La chica no pudo evitar que las lágrimas cayeran por su rostro. Al verla, el detective se giró y pasó la punta de sus dedos por las mejillas de la chica, recogiendo sus lágrimas. La joven, le miró agradecida.

Ryuzaki le cogió la mano y con suavidad tiró de ella, de camino a casa.

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El detective entró en la sala de operaciones, seguido de Noa. Sus manos continuaban entrelazadas. Sin embargo, una vez atravesó la puerta, el chico la soltó con suavidad.

Death Note: Kerosene (L Lawliet x OC -COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora