Death Note: Kerosene (L Lawliet x OC -COMPLETA)

CAPITULO XII-EL ERMITAÑO (PARTE I)

Buenas!! Aquí llega el capitulo XII, espero que no me odiéis mucho por estos últimos capítulos, aún queda mucha historia por delante :) A ver si os gusta. Si es así, agradecería vuestros votos y comentarios, me animan mucho ^^ Un abrazo!

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Ryuzaki estaba sentado en una silla de urgencias, sin zapatos. Se mordía con fuerza el dedo índice, tanto que se había hecho una herida. Tenía la mirada perdida y temblaba. Parecía completamente ido.

Watari estaba a su lado, observándole con preocupación. Conocía esa cara. Ya la había visto antes, y eso no le gustaba nada. La última vez que le vio así, L...

Bueno, se convirtió en L.

Los policías daban vueltas en círculos, como fieras enjauladas. Solo Mogi se había quedado en el cuartel, por si Misa o Light necesitaban algo. Ninguno miraba a Ryuzaki, es más, se veía claramente que estaban enfadados con él, rabiosos. Watari no se lo podía reprochar.

En ese momento, una joven doctora se acercó a ellos.

-Eh...Ustedes trajeron a la señorita Vargas, ¿verdad?

Matsuda se acercó.

- ¡Si! ¿Cómo está?

-Estable. Está al fondo, podrán verla a través del cristal de cuidados intensivos.

Ryuzaki se puso en pie y salió corriendo, casi arrollando a la médica. La joven se giró hacia él, molesta, pero enseguida se volvió de nuevo hacia el resto.

-Tenía un traumatismo craneal complicado, con una fractura temporal izquierda con una gran hemorragia. Está claro que la hemorragia creció muy rápido, cuando la metimos al quirófano estaba prácticamente en coma...Además, reaccionó muy mal a la sedación...pero por suerte ha salido todo bien. La sometimos a una craneotomía y vaciamiento de la hemorragia epidural para poder salvar su vida. Hemos tenido que fijar el hueso con placas de titanio y detener el sangrado de las arterias dañadas por la fractura. Se recuperará, seguro. Sin embargo...

Ryuzaki miraba el cuerpo de Noa extendido sobre la cama de cuidados intensivos. Tenía la cabeza vendada y estaba completamente entubada. También tenía puesto suero y varias medicinas por vía intravenosa. Sus brazos estaban llenos de heridas y presentaba un gran hematoma en el cuello, que casi dibujaba la figura de unas manos.

Apoyó la mano contra el cristal, como si quisiera atravesarlo.

Al otro lado del pasillo, la joven doctora discutía con los agentes de policía.

-Vamos a ver. Esa chica tiene signos de desnutrición, hematomas por todo el cuerpo y parece haber sufrido un intento de estrangulamiento. Y ninguno de Ustedes tiene relación filial con ella. Me veo en la obligación de llamar a sus familiares.

- ¿Pero me está escuchando? ¡Que son españoles! No le van a entender y encima se van a asustar.- Exclamó Matsuda.

-Lógico. Y tienen motivos para asustarse. Esa chica ha sufrido una agresión, y mi deber es averiguar qué ha pasado aquí. ¿Quién le ha hecho todo esto? ¿Quiénes son Ustedes? Me veo en la obligación de notificar lo ocurrido a la policía.

Ryuzaki apareció. Parecía haber vuelto en sí tras ver a Noa. Se acercó por detrás a la médica, haciendo que ésta pegara un bote al oírle hablar.

-Esos señores son agentes de policía, compañeros de la señorita Vargas. Noa estaba infiltrada en una cárcel de mujeres, para obtener información sobre una mafia de venta de órganos. Está con signos de desnutrición porque estando dentro se inició una huelga de hambre colectiva, y se vio en la obligación de unirse a ella para ganarse la confianza de las presas. Los hematomas y el golpe en la cabeza se lo hicieron sus compañeras, al descubrir que era una soplona. Ya se ha dado parte de todo esto. No tiene que preocuparse ni avisar a nadie.