Ya han pasado cinco años desde que Sonia y yo hicimos esa promesa, nos habíamos de volver a ver en aquella cafetería en el barrio gótico de Barcelona. No me ha hecho falta la alarma que pusimos para recordarlo porque no he sido capaz de olvidarla ni un solo momento desde ese día. Me costó mucho decidirme a decirle todo lo que sentía por ella, pero lo que ella me tuvo que de- cir fue más importante... Aun así, mis sentimientos no han cambiado, sigo enamorado de ella y cinco años no han conseguido cambiarlo. He de ir a ese café, no sé si ella se acordará, pero algo en mí me dice que debo ir a esa pequeña cafetería pero... ¿Irá ella? ¿Se acordará de la promesa y de mí? He de espabilarme, si no, no llegaré a tiempo de descubrirlo.
Ya son las cinco. Pensaba que no iba a llegar a tiempo; después de cinco años fuera, me he perdido un poco con los cambios, pero al final he logrado llegar. Hace cinco años, a las cinco, Álex y yo estábamos en este café juntos; después de mucho tiempo intentándolo, iba a decirle sin tapujos lo que sentía por él pero en vez de eso tuve que decirle que me iba un tiempo a vivir y estudiar a Italia, de ahí nuestra promesa. Y aquí estoy, sentada en la misma mesa que entonces, esperando a que Álex cruce la puerta, pero no aparece... No se debe de acordar... Yo, en cambio, sigo enamorada de él cinco años después... Llevo una hora sentada esperándolo, pero no llega... Necesito salir de aquí antes de ponerme a llorar...
¡Dios, llego tarde! No puede ser, debería haber ido en metro y no el autobús, pero ahora ya está hecho y ya veo la cafetería al otro lado de la calle. Necesito llegar ya, mejor corro, es muy tarde pero al hacerlo...
-¡Dios, lo siento! Iba corriendo a la cafetería y... -empiezo a decir, pero al mirarla... Era ella, estaba parada frente a mí, mirándome extrañada.
-¿Álex? Pensaba que no ibas a venir, que no...
-Sonia, no digas eso -es ahora, o ahora o nunca...
Álex esta plantado frente a mí, mirándome fijamente. Tengo tantas cosas que decirle... Pero no me hace falta, Álex me acarició la mejilla y me besa suavemente, había soñado tantas veces con esto... aunque estaba siendo mejor de lo que siempre me había imaginado. Al acabar, me sigue mirando fijamente aunque ahora con una bonita sonrisa de oreja a oreja. Mierda, antes de que me olvide por completo se lo tengo que preguntar.
-Álex, hace cinco años, ¿qué ibas a decirme antes de que me fuera?
-Que te quiero.
A.Ruiz
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Un libro y un café
Storie d'amoreUn libro y un café es un libro de microrrelatos organizado por Everest y Starbucks. Es un libro escrito por todos los seguidores de Canciones para Paula y amantes de la literatura juvenil romántica. Descubrirás historias divertidas, inolvidables y l...
