Tal día como hoy, hace ya un año...
Esta es mi historia, mi nombre es Be, y soy muy feliz, tengo un novio que me adora, que me quiere mucho, y claro está que yo también a él... De normal salimos con dos amigos más, pero son gays, así que no hay problema... mi novio está tranquilo...
Vamos siempre al mismo local, a escuchar buena música y có- mo no, reírnos mucho... La verdad es que hoy el local está un poco vacío, pero de repente entra él, es un chico un poco más mayor que yo... No es del todo guapo, pero tiene algo que me impacta... y además es muy simpático... Nunca imaginaría qué es lo que ven- dría durante los siguientes días.
Se acercan las Navidades y no sé qué regalarle a mi novio, ando paseando por las calles cuando me encuentro con el chico de anoche, con el dueño del local... ¡Resulta que son amigos!
-Hey, Be, ¿cómo va eso? -dice el dueño del local.
-¿Qué pasa, chaval...? Mira, dando un paseo -le contesto yo.
-Te presento a mi colega que, como vive un poquito lejos de
aquí, se queda el fin de semana en mi casa -dice Dan.
-Mucho gusto.
Esa misma tarde recibo un SMS en el móvil: «Hola, Be, sé que
te casas el próximo año, pero he de pedirte que no cometas ese error. Ven en diez minutos al parque de la carretera de la casa de Dan».
Yo me quedo sorprendida, porque no sabía quién era... Llego al parque y no hay nadie, pero sí una niña que me dice:
-Hola, si eres Be, te esperan en ese bar.
Mi corazón no dejaba de latir a mil por hora, pensando quién podría ser... y allí estaba él, con unos vaqueros algo desteñidos, y un jersey de cuello vuelto...
-¡Hey, Be, aquí! Siéntate, por favor, y escúchame...
-¿Te apetece ir a tomar algo conmigo? -a lo que yo le respondo que sí, ¿por qué no ir?
Fuimos a una zona llena de locales de gente bien, concreta- mente a un local muy tranquilo, a tomar café. Yo un capuchino, y él prefería uno solo.
Cuando nos trajeron el café, yo observé que los sobres de azúcar llevaban típicas frases de personajes, y me avancé para leerlas, pero él se me había adelantado...
En la suya ponía: «El más difícil no es el último, sino el primer beso».
Y de repente sucedió, me cogió la mano y me besó... Yo no sabía qué hacer... Quedaba poco para casarme, pero entre los dos había conexión... Él me quería, yo me dejaba querer... pero no podía ser...
Poco a poco me encandilé de su compañía...
Pero un día:
-Suena mi móvil, es un mensaje: «Si no te cojo el teléfono es
porque no quiero saber nada de ti».
No me lo podía creer. Después de todo lo que había arriesgado
y no me daba explicaciones...
Han pasado meses, y aún voy a tomar ese café; aunque me
duela mucho, no lo olvido...
Pero hace poco, al entrar, llamé al camarero para pedir el café,
pero no venía, y entonces, mientras leía un libro, sentí cómo dejaban un café, alcé la mirada, y allí estaba él, mi novio, el de siempre, tratando de hacerme feliz. Aunque me duela y siga añorando su presencia, quiero a mi novio, y me dejo la piel por él.Kiyshah
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Un libro y un café
RomanceUn libro y un café es un libro de microrrelatos organizado por Everest y Starbucks. Es un libro escrito por todos los seguidores de Canciones para Paula y amantes de la literatura juvenil romántica. Descubrirás historias divertidas, inolvidables y l...