Me di una ducha rápida. Estaba un poco molesto por lo sucedido, sin embargo no era algo que podía reclamarle a Samantha, no es como que ella haya pedido al estúpido ave que dejara su desecho sobre mi.
No había planeado una cena para hoy, realmente me gustaría salir a caminar y encontrar algo por el camino, quizá un lugar un poco más informal a lo que acostumbro, con algo de música de la zona sonando al fondo. Tendría que preguntarle a Samantha.
Sacudí mi cabello y dejé una pequeña toalla sobre mis hombros para que las gotas de este cayeran allí, además amarré una segunda toalla a mi cadera. La habitación estaba vacía pero podía escuchar la risa de Samantha desde la pequeña sala, seguramente hablaba con su amiga por teléfono.
Me dediqué a vestirme rápidamente y echar una mirada al exterior, las nubes estaban alejándose, como nos dijo un hombre hace unas horas, no cayó una sola gota.
Tomé mi teléfono y lo guardé en el bolsillo de mis shorts, junto con mi cartera. Me puse los lentes de Sol en la camiseta y salí en busca de la esposa falsa para proponerle la idea de salir a caminar y encontrar algo por allí. Ella accedió así que tomó sus cosas y salimos de allí.
—Las fotografías que nos tomaron ya están en Twitter.— comentó. —Nos compararon con una escena de Tarzán, esa en la que Tarzán sube a Jane a lo alto de un árbol para mirar las aves de cerca.— sujeté su mano al salir del lobby. —Solo espero que eso no meta en problemas a Manuel, ya sabes, por eso de que no se permite el acceso a los huéspedes.
—Espero que no. Parece que los días que nos quedan aquí tendremos poca privacidad.— murmuré, mirando ambos lados de la calle para cruzar.
—También comentan mucho que no parecemos dos recién casados, y mucho menos parecemos estar de luna de miel.— bufó. — ¿Qué demonios quieren ver?
— ¿Por qué? ¿Porque no estamos sobre el otro cada cinco segundos?— me reí. —Seguramente esperan atraparnos en momentos íntimos, ahora la gente pide pruebas de absolutamente todo, aunque no les compete.
La brisa era refrescante, a comparación del día anterior, el Sol era fuerte pero no quemaba como antes, era el clima perfecto y las calles estaban llenas de gente, música, risas y conversaciones.
Samantha se pegó un poco a mi costado, mirando con asombro en todas direcciones y con una sonrisa en los labios. Algunas personas tocaban música en las calles y otras, que las veían, se ponían a bailar o simplemente se quedaban allí observando. Había tanta vida que incluso se respiraba mejor.
—Debí traer una cámara... No tengo una, pero debí traer una, este lugar es precioso.— comentó, mirando un grupo de personas que observaban a un hombre que bailaba marionetas.
—Podemos ir a comprar u...
—No, Harry.— me frenó de inmediato. —No iremos a comprar nada, deben ser muy costosas, me conformaré con la cámara de mi teléfono, de todas formas ni siquiera sé utilizar una cámara.
Me reí.
Caminamos tanto que los pies nos dolían, pero es que las maravillas no cesaban, cada paso que dábamos había algo nuevo o increíble para ver. Entramos a algunas tiendas y nos detuvimos en diferentes puestos colocados en la calle. Compramos algunas chucherías como aguas de sabor, y en un puesto de comidas callejero probamos algo de nombre extraño pero delicioso, era plátano frito, nunca había probado tal cosa en mi vida y era magnífico.
Samantha enganchó su brazo con el mío mientras seguía comiendo y mirando a las personas. Estaba tan maravillada que no prestaba atención al camino, y era mi deber evitar que chocara con algo o se tropezara.
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Contrato de Boda (H.S.)
Fanfiction¿Dónde conociste a tu esposo? ¿En un café? ¿En la universidad? ¿En una fiesta? Bueno, Sam y Harry se conocieron el día de su boda. ¡Qué mejor manera de empezar una bonita relación! Kate y Chris decidieron que estaban hartos de ver desde diferentes p...