Viernes, Julio 16

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— ¿Disculpa?— casi me ahogué con mi café al escuchar tal locura. 

Chris tenía su fama de ocurrente y creativo, siempre lo había sido pero cada día que pasaba se superaba a sí mismo. Me limpié los labios y revisé que mi traje siguiera intacto, pasé las manos por el saco, sacudiendo por pura costumbre y lo acomodé bien. 

— Vamos a ser sinceros unos con los otros, Harry. Yo he estado más de una vez involucrado con hombres y tú no tienes ninguna noticia nueva para los medios. ¿Quieres que tu cara se vea en las revistas y llame la atención de inversionistas en otros países? Quieres extender terreno ¿No?— hice una mueca ante su confesión. Si no pregunto es porque no quiero saberlo. 

— ¿Era necesario que te sinceraras tú también? Tu vida sexual, Chris, te lo juro que no es de mi incumbencia.—  me recargué en mi silla. 

Tenía semanas intentando contactar con mucha gente para extender mis supermercados a otros países. Hasta ahora había contactado con Canadá, México y hasta Brasil. Unos me dijeron que lo pensarían y Brasil no estaba interesado. Podría abrirme paso por el resto de Estados Unidos pero me parecía mejor idea abrirme terreno en otros lugares y entonces sería más fácil instalarme en diferentes puntos del país. 

— Hablo en serio, Harry. Las revistas importantes se olvidaron de ti, ya no recuerdan quién eres.— Chris se enderezó en la silla. —Imagínate una nota que diga "La boda sorpresa del empresario y visionario dueño de GreenMall Market y el bufé de abogados más poderoso de todo New York"— relató mientras hacía como si lo leyera del aire. Alcé una ceja.

—Es un título largo, qué bueno que no eres periodista, no sabrías nombrar notas.— giré uno de mis bolígrafos sobre mi escritorio.

—Oye, puedes llamar a la revista Business y venderles la exclusiva. Llámalos ahora mismo, no, lo haré yo, puedo decir que soy tu representante.

Me levanté para detener su mano y alejar el teléfono de la oficina de su alcancé. —Mi único representante soy yo, y ¿Qué les vas a decir? Tu maravillosa idea está siendo saboteada por la realidad y la realidad es que ni voy a casarme, ni hay una mujer en la que pueda pensar ahora mismo y antes de que lo digas, no, no voy a contratar a una actriz. 

Señalé antes de que soltara esa sugerencia. Mi primo tenía un número de teléfono donde pagaba a chicas para que lo acompañaran a diferentes sitios o eventos. Scorts, les llamaba, creo, pero yo prefería asistir solo a esos eventos, y no con una mujer diferente cada fiesta.

—Si es por la novia no te preocupes, tengo a la candidata perfecta, yo me encargo de todo. Tu solo enfócate en conseguir un par de anillos y asistir al Palace el domingo con tu mejor traje. 

Todo esto... Se estaba saliendo de control. Me tallé el rostro y me levanté para estirar las piernas y quizá deshacerme un poco del nudo de estrés en mi espalda.

—Chris ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Me estás sugiriendo que me case ¿Sabes lo que significa un matrimonio? Tengo una vida bastante ocupada, no tengo tiempo para mujeres, mucho menos para una esposa. Un matrimonio conlleva responsabilidad y presencia, y adivina qué, yo solo voy a mi casa a dormir, no estoy en todo el día y no tengo ganas de tener una esposa que me reclame por eso. Y eso de "Yo me encargo" ¿De dónde vas a sacar a una mujer lo suficiente desesperada como para casarse con un completo extraño? No. Olvídalo. No voy a casarme con una desconocida, probablemente interesada mujer.

Al principio esperaba que fuera una broma, reír un rato y después buscar otras soluciones, pero cuando vi lo decidido que estaba al querer tomar el teléfono me di cuenta que no estaba bromeando. Pero ¿Acaso conocía el impacto de sus palabras? Casarme ¿Con quién? ¿Para qué? Podrían considerarme un solterón, los medios lo endulzaban un poco más agregando un "codiciado" pero ¿Y qué? 

Conocía personas que se habían casado más de tres veces y siempre terminaban en divorcios, estrés, drama, dinero derrochado en abogados, escándalos y muchos papeles que firmar. Y todo por la misma razón: No tienen tiempo para sus esposas. Somos gente ocupada. No quiero casarme para después divorciarme ¿Qué sentido tiene el matrimonio entonces? Es una hoja de papel, tal vez, pero también debe ser más que eso. 

—Mira, eres mi consejero porque normalmente tienes buenas ideas y soluciones sólidas, pero esta vez se te ha ido la cabeza rodando. No sé cómo llegaste a esa idea y no me interesa saberlo.— intenté centrarme en el problema principal.

—Bueno entonces ¿Por qué no hablas de todo el dinero que repartes a diferentes fundaciones? Eso te daría una buena imagen y les dará a los inversionistas algo de presión, querrán ser parte de ello para colgarse una medalla y cerrarán tratos contigo.— se encogió de hombros. 

—Porque no lo hago con esa intención, Chris, no me interesa que todos se enteren y digan que qué buena persona soy.— me dejé caer de nuevo en la silla y rasqué mi cabeza, un poco frustrado por la falta de ideas reales. 

Debería estar trabajando en la variedad de ofertas de marcas extranjeras que quieren que venda sus productos, no pensando en boda con una completa desconocida. 

—Piensa en la boda, es una buena idea. Y por la novia, créeme, de verdad que tengo a la desesperada perfecta y te prometo que no va a fastidiar con eso de la ausencia, ella también trabaja todo el día, es una chica increíble. ¡Vamos! no me mires así ¿Qué hacen los famosos cuando dejan de ser noticia? ¡Se casan! Y adivina ¡Les funciona!— dejó su teléfono sobre mi escritorio con la imagen de una chica. 

Muy por encima, observé la fotografía que consistía en una chica de cabello castaño muy oscuro, tenía una rodilla en el suelo mientras abrazaba a un enorme perro de cabellos muy largos que lamía su mejilla, junto a ella se alcanzaba a divisar la cola en movimiento de otro perro. 

— ¿Es una loca de los perros o algo así? 

Alcé una ceja, no me entusiasmaban los caninos, no podría compartir mi vida con alguien con un apego a ellos.

—Se llama Samantha, es guapa, responsable, veterinaria y tiene un refugio, el más grande de Brooklyn.— se acercó para deslizar el dedo por su teléfono y cambiar la imagen. 

Ahora lucía la misma chica posando alegremente junto a algunas personas frente a unas enormes puertas negras con dibujos de huellas de animales de colores y arriba la palabra "Refugio" escrito en neón. Pasó la imagen nuevamente y como quién no quiere, vi su figura escondida tras una camiseta color gris con un logo que decía "Patitas" sobre una huella de animal, asumí que era el nombre del refugio o algo así. 

— Créeme, ella también vive en su trabajo, no tendrás que preocuparte por reclamos ni atención. No te haces más joven, Harry. Necesitas pensar en tu vida personal y tu bienestar antes de que se haga más tarde. A nadie le hace bien tanto tiempo solo ¿No te gustaría llegar a casa sabiendo que hay alguien metida entre las sábanas esperándote para dormir... o no?— me mostró una sonrisa y antes de que pudiera responderle algo, tomó su teléfono y se lo guardó. —Avísame mañana, tienes un día para pensarlo.— sin agregar más, salió de mi oficina.

Lo único que necesitaba era una exclusiva, y más café, mucho más café. No una boda. 

No. No necesitaba ni quería una esposa en ese momento.

Contrato de Boda (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora