A veces nos encontramos tan cómodos con la vida que tenemos que no conocemos nada más allá de ella, nos acostumbramos a su rutina y cualquier movimiento fuera se siente como una agresión, pero si lo piensas bien, es importante estar consiente que no siempre vamos a vivir de esa rutina.
Hoy estaría, probablemente, desvelada y despertando en mi departamento con dolor de cabeza y la ropa del día anterior. Esa era mi rutina de cada Lunes, despertar tarde, correr al refugio y pasar las siguientes 3 horas haciendo papeleo, después iría a comprobar si teníamos solicitudes de adopción y finalmente pasaría el resto de la tarde en la veterinaria.
En cambio, son las 7:12 a.m. Sara acaba de llegar y se ha mostrado sorprendida de verme despierta, incluso Harry aún estaba en la ducha.
—Señora, ¿Quiere que le prepare un té o un café?
—Un té de manzanilla me gustaría.— dije tras pensarlo un poco. Me asomé un poco hacia las escaleras previniendo a Harry y me senté frente a la isla de la cocina. —Sara... ¿Usted sabe cuál es el postre favorito de Harry?— le pregunté en voz baja, en caso de que Harry bajara. Ella asintió. — ¿Me enseñaría a prepararlo? Quiero sorprenderlo en su cumpleaños.
Ella me sonrió mientras dejaba la tetera en la estufa. — ¿Planea preparar algo para el señor?
—Bueno, él me dijo que realmente no festeja su cumpleaños, así que solo quiero hacer algo lindo por él y hacer su postre favorito me parece bien.
Ella me contó un poco acerca de la preparación y me preguntó cuando quería que me enseñara, paramos la conversación cuando escuchamos a Harry entrar en la cocina.
—Buenos días, Sara.— saludó. Se inclinó un poco hacia mí y besó mi mejilla. —Buenos días.— dijo en mi oído. — ¿Despierta a esta hora?
Sonreí. —Hoy voy a la veterinaria. Quería levantarme temprano para estar preparada, aún no he visto nada de la publicación que hice, no sé si debería.
Él se sentó a mi lado y tomó mi mano, miró con detalle el anillo en mi dedo y acarició suavemente mi dorso.
— ¿Café, señor?— preguntó Sara. Harry negó, declinando esta vez.
—Creo que debería trabajar un poco en mi adicción a la cafeína, quizá no sea una adicción muy comentada pero sigue siendo una adicción.— Harry besó mi mano y la dejó sobre la encimera de nuevo. —Hoy me conformaré con agua, tengo un día ocupado en la oficina y no quiero sentirme ansioso.
Sara sonrió de acuerdo y nos preparó un rico almuerzo mientras Harry revisaba los comentarios de mi publicación en la cuenta de la veterinaria. Mantenía un rostro inexpresivo mientras leía, así que no podía deducir nada con solo mirarlo, levantó su vista hacia mí y volvió a la pantalla del teléfono, me carcomía la curiosidad y hasta sentí ganas de morderme las uñas. Harry tragó saliva y dejó el teléfono en la barra, me miró un segundo en silencio y finalmente sonrió.
—Tus clientes parecen felices de que regreses.— me dijo.
Sentí como un peso me era quitado de encima y suspiré, relajando mis hombros. Había tenido miedo de que la gente no quisiera volver, que mi imagen se había manchado para siempre pero al parecer no todo era malo.
Almorzamos cómodamente y platicamos hasta que fue hora de irnos cada quién a su respectivo trabajo. Me volví a poner mi uniforme de veterinaria y suspiré mientras abría la puerta del local.
Preparé todo como solía hacer antes, encendí las luces, la computadora. Había una nota pegada a la pantalla.
Buenas, jefa, antes de irme quería dejarle algo para agradecerle toda su ayuda, espero un día ser tan buen veterinario como usted, por ahora estaré en algún rancho limpiando popo de vacas y viendo nacer becerros lo que resta de mi práctica. Está invitada a mi graduación muy pronto, espero. La sorpresa está en el cajón del archivero. -Mau.

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Contrato de Boda (H.S.)
Fanfiction¿Dónde conociste a tu esposo? ¿En un café? ¿En la universidad? ¿En una fiesta? Bueno, Sam y Harry se conocieron el día de su boda. ¡Qué mejor manera de empezar una bonita relación! Kate y Chris decidieron que estaban hartos de ver desde diferentes p...